Día Internacional de la mujer

Las mujeres, la gastronomía y el 8 de marzo: sí, pero poco

Lunes, 08 de Marzo de 2021

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Aunque cada año hay más movimiento en las redes (y este año ha sido imposible llevarlo a la calle), las mujeres siguen teniendo un papel menos significativo que el de los hombres si hablamos de gastronomía. Raquel Pardo

“El sitio de las mujeres está en la cocina”, rezaba esta mañana un “polémico” tuit emitido por Burguer King. Enseguida saltaron voces indignadas que pretendían defender de tan denigrante mensaje a las féminas del sector de la gastronomía.

 

Una serie de ofendidos (y ofendidas) por leer una frase que se ha escuchado hasta la saciedad, y no solamente en un ámbito gastronómico.

 

Y es que, cuando se toca un tema como la desigualdad en pleno ocho de marzo, los ánimos están a flor de piel. Incluso después de que la cadena de comida rápida ampliara la información del tuit reivindicando el papel de las mujeres en las cocinas (ya que, anunciaba, solamente un 20 de ellas son chefs) y anunciando unas becas para que las mujeres de su equipo pudieran formarse en gastronomía, la lluvia de opiniones en contra continuaba.

 

Eso sí, quizá con un cambio de tono, el que corresponde a una verdad dolorosa: en la gastronomía se está muy lejos de la paridad y la visibilidad de ellas es mucha menos de la deseable, mucho menor que la de sus colegas hombres.

 

Y eso se ve en congresos de renombre internacional, en apariciones en medios, en anuncios… porque sí, puede que el lugar de las mujeres, como dicen los reyes de la hamburguesa, esté en la cocina, pero desde luego no está dirigiendo un equipo o siendo la cara más visible de un restaurante de prestigio.

 

Pocas mujeres en gastronomía, poco visibles

 

Todavía son pocas las jefas de fogones que ocupan puestos en listas como 50 Best Restaurants, donde hay que descender hasta el número 23 para encontrarse con una fémina, Daniela Soto- Innes, del restaurante neoyorkino Cosme (aunque abandonó el local hace unos meses, en diciembre de 2020). La siguiente, Dominique Crenn, de Atelier Crenn en San Francisco (California) está doce puestos más abajo, en el 35. Les sigue Ana Ros, de Hisa Franko en Kobarid, Eslovenia, Leonor Espinosa, de Leo (Bogotá, Colombia). De los nueve galardones individuales de esta misma lista, solo dos se otorgan a mujeres, el de mejor pastelera en 2019, para Jessica Préalpato, de Alain Ducasse Palais Athenée, y de nuevo para Soto Innes, como mejor chef femenina de 2019, un premio en el que no compite con ningún hombre…

 

Si miramos a las luminarias de Michelin, tampoco es mucho mejor el panorama: tan solo una mujer entre los 20 restaurantes que han conseguido su primera estrella en 2020.

 

Sí, el lugar de las mujeres puede ser la cocina, pero ni siquiera ahí se las ve cuando de cocinar bien se habla.

 

Y es que, teniendo en cuenta que solo hay diez países (Bélgica, Francia, Dinamarca, Letonia, Luxemburgo, Suecia, Canadá, Islandia, Portugal e Irlanda) que ofrecen plena protección jurídica a las mujeres, según reza el informe Women, business and the law 2021 publicado por el Grupo del Banco Mundial, son muchos menos los que lucen mujeres en sus fogones más prestigiosos, y en ninguno ellas son mayoría.

 

Tampoco lo son en congresos como Madrid Fusión o San Sebastián Gastronomika, por citar ejemplos nacionales, ni en los Premios Nacionales de Gastronomía, donde, desde 1974, solo ha habido nueve galardones para diez mujeres (Paquita y Lolita Reixac, de Hispania, en Arenys de Mar, recibieron conjuntamente su premio en 1988).

 

También hay quien echa de menos más talento femenino en el último anuncio de una destacada compañía cervecera, pese a que hoy ha reunido a varias chefs en un evento para reivindicar el papel de la mujer en la gastronomía, apadrinado por Carme Ruscalleda, reconocida chef al frente del ya cerrado Sant Pau (Sant Pol de Mar, Barcelona). Precisamente Ruscalleda, una de las pocas mujeres españolas que ha saboreado el olimpo de las tres Estrellas Michelin, declaró en una entrevista en 2018 para ABC que “No hay machismo en la gastronomía”.

 

En el día de hoy, colectivos como Mujeres en Gastronomía han dedicado la jornada a realizar directos en Instagram protagonizados por mujeres del mundo gastronómico y vitivinícola, con el objetivo de ganar seguidores y donar, de manos de su patrocinador, agua para una asociación que ayuda a mujeres vulnerables, un acto simbólico de vida y esperanza para ellas. El acto ha comenzado a las ocho de la mañana y ha tenido una invitada cada media hora hasta las cinco de la tarde, y por él han pasado la presidenta de MEG, María José San Román, y nombres como la copropietaria del Cenador de Amós (Villaverde de Pontones, Cantabria), Marián Martínez, la directora de Castillo de Canena, Rosa Vañó, la copropietaria de Tondeluna (Logroño, La Rioja), Luisa Barrachina o las hermanas Adriana y Beatriz Ochoa, de Bodegas Ochoa en Navarra.

 

El hashtag del encuentro ha sido #eltalentonotienegénero. Una reivindicación que conviene matizar, puesto que se podría decir que sí lo tiene, y es, por igual masculino y femenino. Aunque a uno de ellos se le vea más que al otro.

 

 

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