Del Grupo Triciclo
Villa Verbena, un restaurante con vistas al lago de la Casa de Campo
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Podría tachárseles de oportunistas pero la verdad es que, o les sonríe la suerte o son unos visionarios. Ahora que el publico madrileño parece redescubrir espacios al aire libre que antes eran patrimonio de los ciclistas o domingueros, el trío de chefs que conquistaron el Barrio de las Letras monta una parrilla excelente y una más que buena oferta gastronómica en la ribera del remodelado lago de la Casa de Campo. Teresa Álvarez. Imagen: Arcadio Shelk
Villa Verbena
El restaurante Villa Verbena (Paseo María Teresa, 3, Madrid) abrió en marzo de este difícil año 2021 y desde el inicio ha habido un sabio peregrinaje de mezcla urbana entre los adictos y conocedores de sus propuestas de siempre y los que buscan algo más en uno de los espacios madrileños más típicos y entrañables. Habían optado a las tres concesiones que se pusieron a tiro y las tres les fueron otorgadas. Decidieron abrir dos de ellas, una la que nos ocupa, la segunda en plena reforma que tomará forma bajo el nombre de El taller en breve, mucho más orientada al picoteo informal y con un segundo cometido de parada y posta para los amantes de la bicicleta que escogen estas rutas entre pinos y asfalto el fin de semana.
Restaurante Villa Verbena Madrid
Volviendo a Villa Verbena, la orientación culinaria es la esperada: mercado, temporada, buena materia prima, cierta libertad a la hora de poder decantarse por medias raciones y parrilla. Con el saber hacer de este triunvirato de éxito, el formado por los dos javieres, Mayo y Goya, y David Alfonso. En este caso con unos aliados con buen rollo, los creadores de The Hat, el hostel trasgresor con la terraza más chic de Latina. Y parece que la sociedad funciona en un proyecto que ya nace creciendo. A la terraza espléndida al borde del agua con mesas y mantel (bajo reserva y servicio de primera) y las informales para poder picar algo y tomar unas cervezas (con alta rotación y sin necesidad de reserva previa) se va a sumar en breve una gran carpa de madera para olvidar los días grises desde la comodidad de su sala acondicionada. Allí solo reserva y mayor tranquilidad que evite mirar al cielo a la espera de una jornada soleada y sin aire.
En el plato, la consecuencia de su buen hacer y su mente equilibrada. No hay estridencias, todo es sentido común. Entrantes perfectos para compartir, recomendaciones fuera de carta que deciden al acudir al mercado, carnes y pescados en parrilla de carbón elaborados como hay que hacerlos, algo de cuchara, guiños a la cocina castiza, postres tentadores… carta seductora para cualquier situación, edad, gusto y necesidad que se adapta a la perfección al variopinto público que acude a la mayor zona verde urbana de Europa.
En cocina
Javier Mayo es uno de los chefs madrileños que componen el trío mágico de Triciclo. Se conocieron por afinidades personales y coincidieron en ganas y atrevimiento. Así se embarcaron en su primera aventura en un pequeño local en el barrio de Las Letras de Madrid. “Hicimos nosotros mismos la reforma. No teníamos recursos” afirma recordando esos inicios difíciles en plena crisis. Pero las cosas les funcionaron y se fueron embarcando poco a poco en una aventura más grande. Hoy son cinco los locales, cuatro de ellos muy cercanos. “Así se crea una sinergia muy buena, es mucho más sencillo trabajar con cuatro espacios situados en la misma zona” explica Mayo. “Son todo propuestas muy democráticas, aunque el público en Triciclo nos ha ido marcando elevar las expectativas y el precio. En Sua nos centramos en las brasas (algo queda de su pasado en asadores vascos), en La Elisa mantenemos una taberna madrileña tradicional y en Tandem le pegamos un vuelco durante la pandemia y hoy es una trattoria divertida… porque ¿a quién no le apetece un buen plato de pasta o una pizza? Pues vamos a hacerlo, pero con un giro muy nuestro” asegura. “En Villa Verbena pretendemos dar bien de comer, con toques muy madrileños y sin grandes complicaciones, con muchos fuera de carta y los vinos a precios asequibles, que no de miedo pedirlos”.
Los platos de Villa Verbena
Tataki de wagyu con miel y mostaza donde la calidad de la carne luce poco aunque el plato es delicada y sutil.
- Potente e inolvidable ensalada de pimientos ahumados de la huerta de Almería con deliciosa burrata.
- Falso risotto de puntalette con setas y foie, jugoso y de amable textura, goloso y amplio.
- Corvina salvaje sobre una cama de verduras y algas. Un toque marino y yodado para una materia prima de alta categoría hecha a la brasa con delicadeza.
- Tuétano de vaca vieja a la brasa con tostas calientes. Sin palabras. Para valientes que adoren la vida. Los pimientos de Padrón son algo más que decoración.
- Fresón con nata reconvertido con una base de almíbar de eneldo y acompañadas de frutos rojos y negros y naranja.
- Pan con helado de chocolate con aceite de oliva y naranja. Sabores de siempre con texturas y presentaciones distintas.