La foto
Campo de lavanda con encina al fondo
Podríamos estar en Provenza, pero nos encontramos en La Alcarria, en la localidad de Brihuega, Guadalajara. Desde el maravilloso Relais&Châteaux Molino de Alcuneza nos animan a recorrer los inmensos campos de lavanda que inician su floración a finales de mayo y se muestran esplendorosos en julio. Es una planta rural, poco delicada y con cierta rusticidad que, de repente, se abre a la belleza de ese violeta intenso tiñendo el campo de un perfume inconfundible e intenso. Flores recogidas con la sutilidad del azafrán para pasar de las manos del agricultor a las del perfumista, y también, ¿por que no? a los platos del cocinero, a las brasas del parrillero y por supuesto a las sosegadas tazas de infusiones que adquieren este delicado aroma para convertirse en algo mágico. Unas flores en la cesta bajo el pan recién horneado puede ser el mejor despertar para una mañana de verano. Álvaro Fernández Prieto