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Flores que se comen, la belleza floral en los platos

… no es de tontos, llevamos mucho tiempo haciéndolo, y nos gusta: la alcachofa, la coliflor o la flor del calabacín son algunos ejemplos en los que estas inflorescencias pueden ser el plato principal, pero también las utilizamos para condimentar: el azafrán, las rosas, la flor de azahar, los pensamientos, la flor del ajo o de los guisantes no solo aportan matices, también dejan el plato de lo más resultón.
Es primavera y estamos en el mes de la flores, comámoslas.
Álvaro Fernández Prieto
Grao de Susi Díaz, La Finca, Elche, agosto de 2017.
Caracoles, Paco Morales, Noor, Cordoba, octubre de 2017.
Ostra de Álvaro Garrido, Mina, Bilbao, junio de 2018.
Pésoles de María Gómez, Magoga, Cartagena, marzo de 2019.
Tiara de Begoña Rodrigo, La Salita, Valencia, marzo de 2019.
Flor de calabacín rellena de risoto de Javier Aranda, Gaytán, Madrid, mayo de 2019.
Ajo verde marino de Ángel León, Aponiente, El Puerto de Santa María, julio de 2019.
Tartar de Iñigo Pérez, Erre, Meliá Don Pepe, Marbella, octubre de 2019.
Espárragos de Enda McEvoy, Galway, Irlanda, septiembre de 2018