LA FOTO
Absenta
La absenta abre puertas, difumina sentidos y coloca de veras. Hasta 65 grados para valientes. Se disputan su paternidad Francia y Suiza sentados frente a una fuente a escala y una cucharita con terrón de azúcar. La Iglesia la prohibió porque te citas con Belcebú... y porque a los señores monjes se les marchitaba el divino negocio del viñedo. Invita a su ritual y a sumergirse en su pasado legendario, y uno puede creerse un genuino impostor romántico al tercer vaso. Pero ojo, las musas y las hadas verdes están todas copadas, queridos dipsomaniacos... Álvaro Fernández Prieto
![[Img #19497]](https://sobremesa.es/upload/images/06_2021/3805_absenta-servicio.jpg)


