Por primera vez en la capital
Los vinos de Utiel- Requena, en Madrid
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Con la bobal como bandera y el apoyo de variedades importadas, la denominación de origen valenciana presentó en Madrid algunos de sus vinos. Raquel Pardo
El pasado lunes, aprovechando el día de descanso de muchos profesionales de la hostelería madrileña, el Hotel Intercontinental acogió el primer Salón de los Vinos de Utiel-Requena, con el lema “La bobal llega a Madrid”. Esta uva, la segunda variedad tinta en España en cuanto a superficie de viñedo (por detrás de la tempranillo) es el emblema de la Denominación valenciana, con el que se elaboran la mayor parte de sus vinos tintos (la producción de tintos en Utiel-Requena es del 94,27% del total) y rosados.
A la presentación acudió el presidente del Consejo Regulador, José Luis Robledo, quien destacó la altitud, el terreno y la proximidad con el mar como elementos diferenciadores en los vinos de Utiel-Requena. Una delegación de 15 bodegas (de más de un centenar que componen la Denominación, muchas de ellas cooperativas) acudió con algunos de sus vinos más destacados, a los que, pese al mérito que supone para una región con un peso granelista aún muy presente embotellar vinos con una buena relación entre calidad y precio (se encontraban vinos rondando los cinco euros de una calidad más que aceptable), aún les queda camino por recorrer. Se vieron algunas marcas de bobal muy en la línea de la fruta y frescura que demanda el mercado, como Al Vent Bobal, de Coviñas; vinos bien terminados, como los de Vegalfaro, Dominio de la Vega o Hispano-Suizas, y otros que estrenan Denominación de Origen de Pago, como los deChozas Carrascal, además de rosados y espumosos.