APUESTAS ESTIVALES
Brut nature y rosado canarios para un verano volcánico
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El Grifo, la bodega más longeva de Canarias y una de las de mayor prestigio, propone su Rosado de Lágrima y su Brut Nature para mitigar el calor de estos días donde el termómetro hace cumbre. Javier Caballero
Si la canícula aprieta y uno no puede mitigar el sofoco con desplazamiento y solaz alguno, qué mejor que recurrir al refrescante viaje en el que nos embarca el vino. Y para este estío con tintes infernales hemos puesto el foco en dos apuestas de lo más singulares. Vienen de Canarias y las firma El Grifo. La bodega más veterana de cuantas tienen sede en las Afortunadas nos trae un Brut Nature carismático, irresistible y fulgurante. También atesora historia morrocotuda detrás; se elaboró por primera vez este vino espumoso natural por el consabido método tradicional (segunda fermentación en botella) allá por el año 1989. Pero es que tres años antes refermentó accidentalmente una partida de Malvasía Semiseco, como juran desde la propia bodega lanzaroteña, "cuyos corchos no saltaron completamente de la botella". Conclusión: la malvasía volcánica gozaba de luz verde para transformarse en formidable espumoso. Entre la rareza y el exotismo se abre paso su fina burbuja y su memorable recuerdo en boca, elegante y preciso.
Aludiendo a su anatomía, se trata de un monovarietal de malvasía volcánica que procede de cepas prefiloxéricas con edades de entre 40-60 años y que se cultivan bajo el manto de ceniza de La Geria. Las vides se plantan en conos formados en el lapilli (fragmentos de lava escupidos por un volcán), llamados localmente picones, y protegidas por pequeños muros pétreos semicirculares. Las uvas proceden de vendimia temprana, así, el grado alcohólico del vino no excede más allá de 10,5º. En la proporción adecuada se agregan el azúcar y las levaduras para una segunda fermentación en botella, según el método tradicional. Y tras una crianza sobre sus lías durante al menos 365 días, se realiza el degüelle manual a medida que el mercado va demandando. De esta forma se preserva su frescura. A la vista, denota un color amarillo pálido y la burbuja es fina y con corona constante. En cuanto al aroma, es intenso y limpio a fruta fresca y flores blancas, con pequeños recuerdos a brioche y panadería fruto de la crianza sobre lías. ¿Su precio? 22 euros.
El Rosado de Lágrima 2020 se revela como fantástico partenaire del Brut Nature para estos días de verano, que cantara Amaral. Hace tres años de la génesis de esta nueva referencia, sin que la bodega declinara seguir con su tradicional Rosado. Recurre a la listán negro, tan potente e indómita, de la que una vez en la prensa se apartan las primeras lágrimas que se escurren sin presión y que desembocan en vino con mayúscula tipicidad. El mosto yema resultante, con leve maceración con sus hollejos, se trasiega y fermenta. Se añeja brevemente en bodega. Se clarifica, filtra y embotella con celeridad en aras de su preservar y magnificar su frescura. Atesora un sinfín de premios este Rosado, gracias a sus ecos y notas de frambuesa y casis, su volumen untuoso y balanceado, la donosura en su paso por boca y su maridaje con platos tan estivales como pastas y arroces. Se tarifa a 14,50 euros.
Fundada en 1775, El Grifo se erige como el gran custodio de los vinos de Lanzarote. Condensa tradición, maestría y en el escalafón de longevidad se encuentra entre las 10 bodegas con más trayectoria mercantil de España (guarda toneles de malvasía fechados en 1881). Ha pasado por las manos de tres familias. Primero a los Ribera, después a los De Castro y, desde 1880, a la familia actual, descendiente de Manuel García Durán. Cada referencia, sin duda, expresa la herencia del volcán, como le gusta decir a Fermín Otamendi, actual gestor y copropietario, que recurre al sarcasmo y la socarronería para hacer de la escasez hídrica unos vinos virtuosos. "El agua ni está ni se la espera", gusta decir. Además, su museo y el wine bar, con oferta gastronómica y tienda, son destino para los asiduos del enoturismo. Desde el punto de vista cultural, El Grifo esconde grandes joyas en el citado museo así como en su biblioteca, que alberga 5000 volúmenes en torno al vino. Asi que si no puede ir este verano a Canarias, puede beberse la isla de Lanzarote a refrescantes sorbos...