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Vivaltus, Yllera interpretado por Jean Claude Berrouet
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El reputado enólogo del bordelés Château Pétrus colabora con la familia Yllera en la creación de un dúo de vinos que congrega algo de los dos universos. Burdeos se hace Ribera. Redacción Sobremesa
La familia Yllera ha colaborado con una de las figuras más reputadas del vino bordelés, Jean Claude Berrouet, quien fue durante muchos años enólogo de uno de los mitos del vino mundial, Château Pétrus. El resultado es Vivaltus 2016 y La Fleur Vivaltus 2016, una pareja de tintos con materia prima de Ribera del Duero y alma bordelesa. De hecho, el juego de palabras de La Fleur refiere directamente al vino de entrada de Pétrus, también llamado La Fleur Pétrus.
El español Montxo Martínez, enólogo de Yllera, ha colaborado mano a mano con Berrouet en este proyecto, donde la familia propietaria de la bodega pucelana ha puesto nuevas instalaciones en Curiel de Duero, mucha ilusión y los terruños que son materia prima de sendos vinos. El francés confiesa que la familia ha sido una de las razones para elaborar Vivaltus, gracias a su conexión con los Yllera, mientras que el presidente del grupo español, Marcos Yllera, comenta que el francés ha cambiado todo el protocolo de elaboración para conseguir un vino con “corazón de Ribera y alma bordelesa” ya que el enólogo de Pétrus ha buscado “finura, equilibrio, elegancia y longevidad”.
El nombre del vino, Vida y Altura
El nombre de Vivaltus es un acrónimo que remite a vida y altura, debido a la ubicación de los terrenos que proveen de materia prima para los vinos. La propia bodega se ubica en un cerro desde donde se ven los castillos de Curiel y Peñafiel, las localidades más cercanas. Los viñedos de los que proceden las uvas están situados en Fuentenebro, uno de los parajes en altitud de la Ribera (900 metros); La Aguilera, territorio afamado por sus suelos arcillosos y su viña vieja; y viñedos de pueblos como Anguix, Moradillo de Roa o Atauta.
Vivaltus y La Fleur Vivaltus se elaboran con tempranillo y un porcentaje de cabernet sauvignon de fincas que se elaboran por separado, y es Berrouet quien decide el ensamblaje final de ambos vinos. La crianza se realiza en barricas y un pequeño porcentaje se cría en tinajas de terracota.
La diferencia entre ambos vinos se fundamenta en los principios bordeleses de primer y segundo vino, es decir, se discrimina por parcelas, y la selección más exquisita va a Vivaltus, mientras que el resto se embotella como La Fleur Vivaltus. Tanto la proporción de variedades como la elaboración y crianza difieren muy poco y es la cata y la selección previa la que cobra valor. Tambien difiere el precio, ya que Vivaltus se comercializará a un pvp entre los 115-120 euros y La Fleur Vivaltus rondará los 55-60 euros. También la producción del primero es sensiblemente menor a la del segundo vino.
La primera añada de Vivaltus se ha comercializado casi por completo en el mes de septiembre en la afamada Place de Bordeaux, un mercado de négociants de vinos, sobre todo, bordeleses, que en ese mes se abre a referencias extranjeras, y por primera vez desde que se tienen registros ha dado cabida a vinos españoles, uno de ellos, Vivaltus. El otro ha sido el rioja Yjar, elaborado por Telmo Rodríguez y comercializado dos días después que este ribera con alma bordelesa.