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El río del vino

El Ebro es, sin duda, uno de los cauces que articula el paisaje del rioja.

A su paso por la región, va dejando imágenes imborrables, meandros que dibujan sinuosas formas entre viñedos, con la Sierra de Cantabria y la de Toloño al norte.

Cauce esencial para dotar de frescura natural a la tierra y embellecer con su curso un territorio ya de por sí seductor.

El Ebro marca el carácter de muchos vinos riojanos y forma parte del ciclo vital de la comarca.

Aquí, baña con sus aguas una ladera sobre la que se asientan viñedos de Lalomba, la bodega boutique de Ramón Bilbao.

El Ebro es el agua que da vida al vino de Rioja. Imagen: Álvaro Fernández Prieto