Relajarse entre viiñedos
Monasterio de Valbuena, turismo de agua y vino en la Ribera del Duero
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En pleno corazón de Ribera y con viñedos propios, esta propuesta cinco estrellas del grupo Castilla Termal completa la ya atractiva oferta enoturística de la zona con un complejo hotelero respetuoso con su pasado, con la gastronomía kilómetro cero y, por supuesto, con el principal motivo que lleva al turista a acercarse a la zona: el vino. Teresa Álvarez. Imágenes: Arcadio Shelk
Hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena
Parece increíble que este imponente monasterio del siglo XII (el mejor conservado de este siglo y el más antiguo de la zona) conviva con tanta naturalidad con un centro termal de más de 2000 metros cuadrados. Cuando se atraviesan las puertas la mirada se pierde hacia el claustro. La paz que se respira y el paseo entre sus arcos parece ser parte del espíritu que transmite la magnífica restauración del grupo Castilla Termal terminada hace ya seis años, integrando 79 habitaciones, terrazas, salones y, por supuesto, restaurante, Converso, cuyo nombre hace honor a ese personal no religioso que apoyaba a los monjes cistercienses en sus labores agrícolas y enológicas a cambio de comida y cobijo.
La pequeña localidad de San Bernardo, donde se halla esta maravilla arquitectónica, acompaña en ese camino hacia la espiritualidad, el reposo, la salud y, por supuesto, el bienestar. Pocos vecinos y un par de tabernas y el silencio absoluto cuando cae la noche dan un toque místico a la experiencia. Recorrer los viñedos que rodean el monasterio, conocer sus dependencias, pasear por la Ribera del Duero al atardecer o recoger los frutos del pequeño huerto son algunas de las vivencias que, sin necesidad de coger el coche, se pueden experimentar allí, sintiéndote como un vecino más. Y si el objetivo es recorrer el mundo de bodegas y viñas de esta denominación de origen, las posibilidades se multiplican hasta el infinito, con la cercanía de algunas de las casas más importantes de Ribera del Duero y la posibilidad de realizar catas, visitas guiadas, picnics en alguno de los pagos… Diversas y variadas actividades que desde el Monasterio pueden organizar a medida para los clientes. En definitiva, un proyecto que busca ese cambio de modelo turístico español, que fomenta la riqueza en zonas de interior de esa España vaciada, que lo hace de manera sostenible y que promueve la cultura del lugar que le acoge, fomentando el turismo rural de calidad y las escapadas de desconexión y relax cercanas a la realidad del entorno.
Hotel Monasterio de Valbuena
Restaurante del Monasterio de Valbuena
La cocina del Monasterio de Valbuena se centra, con buen producto, en el recetario tradicional de la zona, en la huerta castellana, con una gran parte de los productos procedentes de su pequeño huerto colindante. En el restaurante principal, Converso, presentan un pequeño menú degustación y una carta variada y bien confeccionada con la presencia inevitable del lechazo en versiones renovadas y originales –como la sorprendente hamburguesa–, que se acompaña de su tinto de boca suave y paso domado, Converso, que el propio monasterio elabora en su bodega original.
Castilla termal Monasterio de Valbuena
Como es de suponer, la pertenencia del proyecto al grupo Castilla Termal deja patente la importancia del agua, que viene del manantial de San Bernardo, acuífero de 386 metros de profundidad de aguas mineromedicinales, usadas antaño por los monjes para regar el viñedo y hoy fuente de piscinas interiores y exteriores con efectos termales.
Monasterio Santa María de Valbuena
Un poco de pasado
El Monasterio de Santa María de Valbuena fue fundado en 1143 y ocupado en su origen por los monjes cistercienses. Tras etapas inciertas, hoy se ha convertido en sede de la Fundación “Las Edades del Hombre”, una función que hoy comparte con la gestión de este hotel balneario de cinco estrellas.