Recorrido fluvial
Por qué has de trazar un viaje vinícola por el Valle del Douro
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Es el valle del vino de Oporto, es el Douro en su lento final hasta la desembocadura. Recorriendo espectaculares terrazas multicolores de otoñales viñedos imposibles que dan vida a uno de los vinos más especiales, longevos y delicados del mundo. Mayte Lapresta. Imágenes: Arcadio Shelk
Y también acoge celebérrimos douros, populares vinhos verdes y divertidos espumosos que toman fuerza en una tendencia ya consolidada. Una moda que no debe eclipsar la excepcionalidad del vino de Oporto ni cambiar un ápice el valor cultural de un patrimonio de la humanidad. Paseamos el curso final de un río ibérico que sabe a vino.
Douro, escenario de una viticultura vertical
Cuando el Marqués de Pombal, legendario primer ministro portugués, creó en 1971 la primera regulación para una zona delimitada del mundo, introduciendo el concepto de denominación de origen que hoy conocemos, el Douro era ya lo que es hoy. Había trabajo duro de viticultura extrema. Y había talento. Los dos ingredientes que lo colocan en el universo vinícola más relevante.
Imaginar desde las cómodas habitaciones del hotel The Vintae House el esfuerzo enológico de estas tierras verticales puede resultar casi insultante. Un antiguo almacén situado a escasos metros de la idílica estación de tren de Pinhâo, en el corazón del valle, que ha sido convertido en lujoso alojamiento de privilegiadas vistas. Todavía queda más de una hora hasta Vila Nova de Foz Côa en la frontera española, límite antes de entrar en tierras nuestras y región denominada Douro Superior. Pero este pequeño pueblo vinícola, en la zona de Cima Corgo, es el lugar perfecto desde donde conquistar las tierras pedregosas de pizarra y cepa.
Por el curso del río Douro
El sonido del tren entrando en la estación nos devuelve al camino y nos lleva a la ribera de ese río de vino. El viñedo se agolpa en sus vertientes, formando un Tetris de colores, hilera tras hilera entrecruzando las escarpadas laderas en un bordado perfecto de un otoño de ensueño. Rojos, verdes, amarillos, marrones, la biodiversidad del propio jardín varietal de Douro nos ofrece juego de matices infinito mientras que la combinación de flora, con olivos, naranjos y pinos, marca los límites de unas fincas con vocación de autosuficiencia.
Horadando las colinas en curvas sinuosas el discurrir reposado del gran caudal, recorrido por pequeños rabelos, aquellos que antaño surcaban aguas abajo con barricas de vino de Oporto para ser almacenado en su desembocadura. Rompiendo el perfil, puentes de metal que conectan territorios inconexos, historia de aislamiento, vidas duras de gente austera que durante siglos salvaron la pendiente en vendimias arduas. Que vencieron la filoxera a base de replantar cepa a cepa, que escaparon de sequías sin recurrir al riego. Sudor, lágrimas y tiempo. Es la historia de esta tierra que hoy se nos muestra orgullosa.
Oporto, la ciudad donde late el corazón del vino portugués
Nos reciben en Quinta do Bomfim, perteneciente a Symington Family States, que cuenta en su haber con las marcas Graham´s y Cockburn´s, tintos como los de Quinta do Vesúvio y uno de los restaurantes colgados sobre el viñedo más especial de todo el recorrido, Casa dos Ecos. Pero antes de ese almuerzo de producto tradicional con vistas panorámicas, recorrido por sus lagares hoy ya sustituidos por acero inoxidable y mecanización del pisado, y por sus naves de crianza. Huele a uva y aguardiente y en sus gigantescas tinas de roble se oxida lentamente su ruby o se envejecen en barrica sus tawny. Muy cerca Quinta da Roêda, una de las fincas privilegiadas del sello Croft, abre sus puertas para recorrer el viñedo. Han habilitado con acierto diferentes espacios entre cepas para situar estratégicamente mesas de picnic. No se puede imaginar mejor lugar para abrir la cesta y disfrutar de unos quesos de oveja curados de Serra do Estrela, su aceite virgen de verdial, madural y cordovil y unos higos secos mientras paladeas uno de los vinos de esta casa fundada en 1588. Antes, un portonic con mucho hielo o un Croft Pink, primer vino Porto rosé. Momento perfecto en el lugar ideal.
La carretera 222, considerada como una de las más fascinantes del mundo, nos acerca hacia Peso Da Régua, donde nos esperan en Quinta da Pacheca. Un pequeño hotel se esconde entre el viñedo, con algunas de sus habitaciones realizadas en una gran tina de vino. Es quizás una de las fincas más enoturísticas de la zona y han diseñado todo un programa de actividades que incluye el ensamblaje y embotellado de tu propio vino. Grupos de ingleses escuchan atentos las explicaciones del guía. Catan en silencio con un respeto reverencial un Reserva, mientras esperan la llegada del Vintage prometido. Solo algunas cosechas míticas pueden ser apropiadas para ese destino, a veces incuso se convierten en Clásico cuando se otorga a toda la comarca.
Los vinos de Douro, ensamblaje de clase mundial
Fueron corazones jóvenes y rebeldes los que consideraron que con el sobrante de uva del Oporto no se debía hacer un vino mediocre. Los Douro Boys, una asociación informal de cinco vinicultores, demostraron hacer años que en ese valle tan especial se podían hacer grandes vinos. La pizarra como base, blancos y tintos, castas autóctonas en ensamblajes diversos, muchas de ellas plantadas al azar que había que reconvertir en viñedos monovarietales para realizar vendimia controlada. Acero inoxidable que sustituía a los antiguos y bellísimos lagares de granito para la pisa de la uva y otra manera de entender la enología, buscando su sitio dentro de los vinos tranquilos portugueses. Primero tintos, con ensamblajes que propician su complejidad y la peculiaridad del territorio impreso en la sangre. Ahora también blancos. Los probamos guiados en el menú de DOC, bajo la tutela del chef Rui Paula. Cierta brisa nos recuerda que entramos en el mes de noviembre, pero todavía es posible cenar en su terraza sobre el río. Mineralidad, estructura, fruta negra, boca suave y aterciopelada que acompaña la sabrosa cocina de Paula con naturalidad.
Vinhos Verdes, los vinos que saben a éxito
Son los vinos mas internacionales de Portugal. Se consumen a millones en todos los rincones del planeta y la peculiar botella de Mateus es habitual de cualquier lineal de supermercado, estés donde estés. Pero la región vinícola, situada entre los ríos Douro y Minho, es mucho más que esa popular marca. Los viñedos en altura, con sus característicos emparrados, nos desvelan que hemos llegado a esta denominación famosa por sus blancos frescos con gas carbónico añadido. Pero eso es solo el escaparate para un trasfondo mucho más complejo, intenso y estructurado. Sin duda, su carácter atlántico y la mineralidad de sus suelos graníticos aporta a sus cepas de alvarinho y loureiro la elegancia necesaria. Varietales o en compañía se presentan como protagonistas sobre sus hermanos los rosados ligeros y pálidos o los espumosos elaborados bajo el método tradicional o ancestral. Entre los emparrados, el hotel y bodega Monverde muestra de inmediato el potencial turístico de la zona. Con la naturalidad y el paisaje de un mar de viñedos, las habitaciones están pensadas para disfrutar del espectáculo vitícola en todo su esplendor y la calidad de sus vinos y de su restauración es acorde al nivel impuesto por el lujoso alojamiento. No descienden las expectativas de esta zona de producción cuando visitamos una segunda casa. La impresionante Quinta da Aveleda abre sus puertas cada día a los visitantes de todo el mundo. Solo sus jardines ya merecen el paseo, pero el saber hacer de cinco generaciones de la familia Guedes ofrecen un destino vinícola de calidad. Petiscos y vinos, picnic o cata más extensa, su cercanía a Penafiel o Amarante facilita la parada. Es en esa bella Amarante donde tomar un café cruzando el río Tàmega por su puente medieval y antes de terminar el recorrido en la inolvidable ciudad de Oporto.
Desembocando en Vila Nova de Gaia
Allí donde se mezcla mar y río se agolpan, abarrotadas, casa de colores, edificios modernistas, tranvías melancólicos y, por supuesto, bodegas con nombres británicos que dan cobijo a los vinos de Oporto. Cruzamos a Vila Nova de Gaia por el Ponte de Dom Luís I, claro. Cada casa ofrece una experiencia distinta para abordar la verdad del Oporto, como un caleidoscopio que gira formando bellísimas composiciones, todas distintas y todas reales. Circuitos didácticos, aperitivos con vistas, cursos exprés, catas profesionales. Muy cerca de Taylor's y bajo su ala se encuentra el recién inaugurado complejo Wow. World of Wine, el vino en su máxima expresión cultural y divulgadora, no solo el de esta bella comarca sino que todo un tributo al mundo enológico universal. WOW es sin duda, el distrito de moda, un aluvión intelectual y sensorial donde el bello río Douro dona generoso sus aguas al Atlántico.
10 lugares que visitar en el Valle del Douro
Hotel The Vintae House, Pinhâo
- Quinta Do Bomfim, Pinhâo.
- Quinta Da Roêda, Pinhâo.
- Quinta Da Pacheca, Lamego.
- Restaurante Doc, Folgosa.
- Monverde, Amarante.
- Cafetería Lailai, Amarante.
- Quinta De Aveleda, Penafiel.
- Wow, En Vila Nova De Gaia.
- Hotel Torel Avantgarde, Oporto.