Burbujas de pago

Brut Rosé A. Conesa 58, el nuevo espumoso de Pago Guijoso

Lunes, 10 de Enero de 2022

Familia Conesa-Pago Guijoso estrenó las pasadas Navidades su segundo espumoso: Brut Rosé A. Conesa 58. Un ensamblaje de merlot y syrah con una elegancia y frescura semejante a los champanes. Ana B. Gabaldón

El origen de las uvas: El Guijoso, espectacular finca de 2.000 hectáreas de extensión reconocida como denominación de origen (solo 19 bodegas más en toda España tienen este privilegio), ubicada en la comarca de Campo de Montiel (Albacete) y morada de uno de los viñedos más altos de España, a 1100 de altitud. Aquí nace este brut nature ecológico vegano, de color rosa pálido y burbuja finísima, con nueve meses de envejecimiento en barricas francesas que dejan sutiles notas amieladas que arropan las notas de frutas rojas y toques de pastelería. En boca, sensación cremosa y, sobre todo, mucha frescura.

 

El Guijoso fue el primer viñedo en una zona sin tradición, enmarcada entre dos parques naturales: las lagunas de Ruidera y la sierra de Alcaraz. Las primeras vides las plantó en 1983 su anterior propietario, Eleuterio Población, quien comenzó a producir y comercializar vino a pequeña escala. El salto a un proyecto ambicioso se da cuando la familia Conesa, empresarios agrícolas de origen murciano, adquiere la finca en 2013.  A partir de entonces, Antonio Conesa traza el diseño de un proyecto con poderío, invirtiendo un 120% del valor de su compra. La bodega se dota de nuevas tecnologías y también en viñedo, rediseñado por el gurú australiano de la viticultura Richard Smart.

 

Antonio Conesa, querencia por el espumoso

 

Hoy, con sus 122 hectáreas de viña, que crecen entre una gran variedad de cultivos y un antiguo sabinar, Familia Conesa-Pago Guijoso produce 250 000 botellas anuales (solo embotellan el vino procedente del mosto flor). Antonio Conesa, gran amante del champán y de los cavas de Sant Sadurní d'Anoia, llevaba tiempo explorando las posibilidades de completar su oferta de vinos tranquilos–El Beso, La Sabina y La Doncella- con un vino espumoso. Reto cumplido: a finales de 2020 estrenó la gama que lleva su firma y su edad (58) con Brut Nature Blanc de Blancs A. Conesa 58, monovarietal de chardonnay.

 

Para el segundo espumoso, Brut Rosé A. Conesa 58, las elegidas han sido las uvas tintas merlot y syrah. “La altitud de la finca y el ph de los suelos de 3,23, más parecido al ‘terroir’ de Borgoña, nos permite trabajar con altos estándares de calidad diferentes variedades, como la merlot. Esta uva madura pronto en azúcares, pero corre el riesgo de que la parte sólida (pepitas y hollejo) no lleguen a madurar y los taninos se queden verdes. Sin embargo, en Pago Guijoso la merlot madura de forma lenta y mejor de taninos gracias a la altitud y a los fuertes contrastes de temperatura”, explica Pedro Carrascosa, director de la bodega.

 

Por otro lado, los suelos de guijarros –que dan nombre al pago (Guijoso)- aportan mineralidad y complejidad a los vinos, todos ecológicos.

 

La bodega prepara actualmente el lanzamiento de un chardonnay con 5 años de crianza en barrica, que se sumaría al otro chardonnay que ya comercializa: El Beso. La gama El Beso, vinos de autor, incluye también un tinto cuya composición responde cada año al capricho de su creador. La gama La Sabina, bautizada así en honor al antiguo sabinar de la finca, acoge los vinos más complejos y con mayor tiempo de crianza: un tempranillo, un merlot, un cabernet sauvignon gran reserva y un syrah. La marca La Doncella incluye cuatro referencias: La Doncella Tempranillo, La Doncella Roble, La Doncella Rosado –con varios premios– y La Doncella Chardonnay, cuya última añada (2019) ha sido reconocida como uno de los diez mejores chardonnays del mundo –de nuestro país, el número uno– en el concurso Chardonnay du Monde 2020.

 

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