Nueva bodega

Vega Sicilia en Rías Baixas o por qué la albariño es la mejor blanca de España

Miércoles, 16 de Febrero de 2022

Coincidiendo con el 40 aniversario de la compra de Vega Sicilia, Pablo Álvarez anunció el desembarco en Rías Baixas, con una bodega en Creciente, Pontevedra, para elaborar el primer y deseado blanco de la casa. Javier Caballero

Una magna efeméride que escondía un anuncio oficial que ya corría sotto voce por el mentidero vinícola desde hacía un tiempo. Para celebrar el 40 aniversario de la compra por parte de la saga Álvarez de Vega Sicilia –abril de 1982–, se presentaba ante la prensa y variadas gentes del sector el desembarco del mito en Rías Baixas. La nueva bodega, recreada en realidad virtual a vista de pájaro, lleva por nombre Deiva y se construirá en Crecente (Pontevedra). Para tan repensado anhelo que tapizará 4960 metros cuadrados, ya se han adquirido 24 hectáreas de viñedo y terrenos, fundamentalmente en Condado de Tea, en la parte alta del río Miño; en el bucólico Valle del Salnés, en torno a Cambados, O Grove y Sanxenxo; y en la propia localidad de Crecente. La inversión ronda los 20 millones de euros entre viñedos y bodega, según comentaron los gestores, sufragada esta apasionante aventura con fondos propios y créditos ajenos. Deiva es una deformación de Deva, afluente del Miño, para los enamorados del naming de las marcas comerciales. 

 

Albariño, la gran uva blanca

 

Tras poner soberbias picas en Toro, Rioja y Tokaj (lo de Jerez se malogró hace años por la negativa a vender por parte de Maestro Sierra), la decisión de abrir una nueva bodega en Galicia fue tomada hace unos años al considerar que la albariño es probablemente la gran variedad de vino blanco española y la región de Rías Baixas exhibe una personalidad única en España y, por ende, en el resto del mundo. Una región histórica y plena de tipicidad donde ya elaboran excelentes productores. De esta forma la familia cumple el sueño de elaborar un gran vino blanco español. "La región de las Rías Baixas es una denominación histórica y de gran tradición en la elaboración de vinos blancos y la uva albariño tiene la personalidad y el carácter para elaborar el gran vino blanco español, al margen de la región de Jerez, que produce otro tipo de vinos únicos", señala a Sobremesa el propio Pablo Álvarez, consejero delegado de Tempos Vega Sicilia. "Hemos mejorado la calidad y hemos creado cuatro bodegas expandiendo nuestro negocio internacional. Siempre con calidad, excelencia, trabajo bien hecho y con respeto por los ritmos del clima y de la naturaleza", expresaba Marta Álvarez. La región de Rías Baixas cuya Denominación de Origen fue creada en 1980, lleva más de  un milenio cultivando la variedad albariño, autóctona de las Rias Baixas. Según la propia DO, “nadie discute que los monjes cistercienses llegados a Galicia por el camino de Santiago, o bien acompañando a la dinastía de Borgoña venida a Galicia en el siglo XII, fueron los encargados de enseñarnos a cuidar las variedades aquí asentadas y a extraer de ellas su máxima expresión”.

 

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Los mitos que vienen...

 

La flamante bodega gallega elaborará dos vinos: Deiva, con una crianza de dos años, y Arnela, que será el blanco premium de la casa con una crianza de tres años. La primera cosecha de Deiva está prevista para el 2023 y saldrá al mercado en 2025, la de Arnela verá la luz en 2026. El objetivo es alcanzar una producción total de 300 000 botellas con las dos referencias, siempre en función de la calidad de las cosechas. "Llevábamos cuatro o cinco años comprando viñas y para nosotros la albariño es la gran uva española. Hay que mejorarla aún más y ese es el gran proyecto. En Rías Baixas está la viña más cara de España y queremos despachar esas 300 000 botellas. Ni siquiera pagando se encuentra viña buena. Queremos 55-60 hectáreas y vamos por la mitad. La acogida de la zona a nuestra llegada ha sido buena... me imagino que será así para casi todos, porque algunos se están enterando ahora", señalaba Pablo Álvarez a pregunta realizada por este medio. Antonio Menéndez como director general y Gonzalo Iturriaga en la vertiente enológica completan el círculo virtuoso de esta casa que cuenta con 300 empleados, vende por cupos y puede vanagloriarse de contar con 2000 clientes en lista de espera. 

 

En estas cuatro décadas, la saga Álvarez ha transformado Vega Sicilia en un mito, en una aspiración y un espejo de vinos únicos y reconocidos en todo el planeta, ha mejorado de forma indiscutible la calidad de esos vinos y ha recuperado gran parte de la viña que Eloy Lecanda, fundador de la bodega, plantó a mediados del siglo XIX. Ha creado cuatro nuevas bodegas (Alión en 1991, Oremus en 1993, Pintia en 2001 y Bodegas Benjamin de Rothschild-Vega Sicilia en 2009), y ha impulsado notablemente la expansión internacional del grupo. Vega Sicilia vendía en 1982 unas 200 000 botellas y exportaba a cinco países, y ahora el grupo puede producir en torno 1,5 millones de botellas al año de todas sus bodegas en más de 150 países. Siempre en función de las cosechas y de las exigencias de la calidad del grupo. Un apunte final del propio Pablo Álvarez que suena a horizontes futuros. "Con esto no se acaban los proyecto, se puede seguir creciendo... No solo en España. Claro que nos gustaría tener una bodega en Borgoña pero no se puede pagar 25 millones de euros por hectárea. Al final, el futuro proyecto, es algo que decidirá la familia". 

 

 

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