Sherryfestival, el jerez invade la capital

Los vinos de Jerez, una de las joyas enológicas mundiales, han paseado sus palmitos durante toda esta quincena en la capital con la primera edición del Sherryfestival, pero para rezagados, aún quedan tres días para disfrutar de los encantos de estos grandes vinos en Madrid. 

Del 3 al 13 de este mes se han estado sucediendo cenas maridadas, degustaciones y ponencias con los vinos de Jerez como protagonistas, aprovechando la cercanía de Vinoble, la feria internacional de los Vinos Nobles que tendrá lugar el próximo mes de mayo, y la capitalidad europea del vino que ostenta la ciudad gaditana durante este año. Jerez es una fiesta y lo está siendo estos días en Madrid, donde el pasado martes se celebró en el Hotel Wellington una feria que congregó a las bodegas más importantes del Marco, presentando vinos exclusivos, rarezas y novedades, manzanillas pasadas, amontillados, finos amontillados, palos cortados, pedros ximénez y un mosaico de vinos para todos los gustos que no hizo sino mostrar la deliciosa complejidad de estas delicias vinícolas. Durante la feria se celebraron además varias ponencias para entender (esa utopía) los vinos de Jerez, como un maridaje con productos complicados de combinar con cualquier otro vino (¿han probado a tomar un trago de tinto tras los boquerones en vinagre? Imposible la armonía), una cata de manzanillas y finos en rama, para comprobar la diversidad de la crianza biológica y de los vinos que proceden del mismo Jerez, del Puerto de Santa María y de Sanlúcar de Barrameda (manzanillas), y una cata de los que son, quizá, los tesoros del Marco, los vinos de vejez certificada, VOS y VORS, de edades medias de 20 y 30 años, respectivamente. También el Congreso de los Diputados celebró una mesa redonda en torno a estos vinos y el nombramiento de Jerez como Ciudad Europea del Vino en su encuentro mensual, con opiniones del presidente del consejo regulador de Jerez, Beltrán Domecq, la periodista y experta en esos vinos Paz Ivison y el bodeguero Bertín Osborne.

Pero durante este fin de semana quedan aún lugares donde encontrarse con jereces desconocidos o atreverse a iniciarse en este magnético paraíso enológico, en comidas y cenas en restaurantes adheridos de la capital que proponen maridajes con estos vinos. Una oportunidad única para adentrarse en el Jerez o seguir profundizando en su magia.