MIXOLOGÍA ESTIVAL

Póquer de cócteles veraniegos de dudosa paternidad...

Lunes, 27 de Junio de 2022

Te proponemos cinco cócteles veraniegos de lo más refrescantes... como refrescante es su propia narrativa y la historia de su génesis, casi siempre marcada por disputas en pos de quién los creó en realidad. Javier Caballero. Imágenes: Kobby Méndez y Álvaro Fernández Prieto

Ante todo, que refresquen y ecualicen el ambiente. Esa es la prioridad. Porque cuando suben los termómetros hay que echar mano de alivios líquidos plenos de sabor y frescura. Y aquí entran de pleno los cócteles clásicos. Antes de la una velada al aire libre, como escolta de una sobremesa de canícula y risas o incluso como antesala a un almuerzo en pandilla, les presentamos un póquer de combinados que no por conocidos son indispensables en estas fechas. Entre sus ingredientes y su elaboración, mucha narrativa, historias míticas que a veces se confunden en la nebulosa del mito y la realidad que a veces incluso enfrentan a países enteros. Así que cuando los trasieguen, pueden encender y acalorar el debate sobre quién es su verdadero progenitor. 

 

Dos papás para la piña colada

 

[Img #20721]Este cóctel que suena a Caribe, playa y a un célebre spot televisivo de los años 80, tiene dos padres... Monchito Marrero, un barcelonés tras la barra del hotel Hilton, en Condado (en el 999 de la Avenida Ashford, San Juan de Puerto Rico), concibió el cóctel en el año 1954... y sin embargo el bar Barrachina en el Viejo San Juan se hizo con la patente y el rédito popular por obra y gracia de Ramón Mingot (doy fe de la placa conmemorativa en su puerta). La disputa sigue en Puerto Rico entre los partidarios de Marrero y los acólitos del Barrachina, aunque hay quien sugiere que fue obra de un pirata en el siglo XIX, ¡por las barbas de Jack Sparrow!. La fórmula: 60 ml de jugo de piña fresco, otros 60 de ron, otros tantos de leche de coco y un chorrito de angostura si es que nos encontramos gozando en el país libre asociado. 

 

Margarita se llama mi... cóctel

 

[Img #20718]

Con nombre de mujer y muchos arcanos sobre su génesis. Dicen que se pergeñó en un restaurante mexicano en 1938 para una corista que no soportaba el alcohol y que solo toleraba el tequila. Al otro lado de la frontera, se cuenta que fue 1948 por una socialité texana, Margaret Sames (aunque todo el mundo se dirigía a ella como Margarita, la reina que dio nombre a la pizza napolitana), en una fiesta en un fabuloso rancho. Para los que lo intenten en casa, bien sencillo: tequila (75 ml), triple seco (25 ml) o sea, licor de naranja, zumo de lima recién exprimido (25 ml), lima y sal en el borde de la copa ancha.  Cuidado con las dosis. Moderación, amigo margariteño. 

 

 

Mojitos con sabor español... o inglés

 

[Img #20717]Las raíces del mojito, al menos en una preparación convencional que inunda bares, discotecas y terrazas de medio mundo cuando pega el sol, data de 1910 en la Playa de la Concha (Cuba), donde fue creado por un bisoño barman descendiente de españoles. Se lo ofrecía a grupos de aristócratas que estaban estrenando aquello de "hacer turismo" y gozar de la dolce far niente. Pero ojo, que también hay quien aboga por origen corsario de esta bebida que nos habla de sir Frances Drake, cuando se tomaba en vez de ron un destilado de la tafia allá por el siglo XVII. Luego llegó Hemingway, la Bodeguita de en Medio, la leyenda, las imitaciones... Para los mixólogos domésticos: unas 20 hojas de menta, 50 ml de ron blanco, chorro de soda, dos cucharadas de azúcar moreno y a bailar. 

 

La guerra líquida entre Chile y Perú

 

[Img #20719]Además de ciertas desavenencias fronterizas, la verdadera batalla entre Chile y Perú se libra en las barras. Cada país se antoja y atribuye la creación del universalmente sabroso y embriagador pisco sour, que en Perú tiene hasta un día nacional: el primer sábado de cada febrero se rinde culto a este aguardiente de uva. Una guerra comercial sin tregua la que litigan las dos naciones sudamericanas, si bien parece constatado por los peruanos que su preparación data del año 1920, ofreciéndose al público por primera vez en el Morris bar del histórico Jirón de la Unión de Lima, según han podido documentar los historiadores. Pero héte aquí que los chilenos refrendan que el pisco de 1733 y que se engendró en el Valle del Elqui. Mientras discuten el verdadero origen, ahí va la elaboración: 50 ml de pisco · 30 ml zumo de limón · 15 ml de sirope de azúcar  clara de huevo · Angostura (opcional) y cubitos de hielo. El chileno, prácticamente calcado. 

 

¿Quién creó el afrodisiaco de Sexo en Nueva York?

 

[Img #20720]El Cosmopolitan –o cosmo para los adeptos– fue concebido por la barmaid Cheryl Cook en la década de los años 30 en el luminoso y cumulonímbico Miami... Y fue perfeccionado por el legendario Dale Degroff, mítico druida de Nueva York adorado por Madonna y cientos de celebrities, en el neoyorquino Rainbow Room. Para unos, la mamá es Cheryl; para los mass media, Degroff. Lo seguro es que se hizo viralmente conocido por acompañar los avatares de Carrie Bradshaw, la intrépida columnista de la divertida serie Sexo en Nueva York (y sus aburridas secuelas cinematográficas), cuando se acercaba a las barras de la ciudad de los rascacielos a psicoanalizar su existencia. La receta actual dicta que hay que mezclar 45 ml de vodka alimonado (imaginen la marca soviética), 15 ml de triple seco, 30 ml de zumo de arándonos y una pizquita, al gusto, de jugo de lima. 


Imagen de apertura:  Kobby Mendez // Unsplash

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