Santiago Rivas

Caldoso

Domingo, 17 de Julio de 2022

Anda el patio revolucionado, todo lo revolucionado, claro, que puede estar un patio tan poco habitado como este, una vez más, con el polémico uso del término “caldo” para referirse al vino. Santiago Rivas

Todo sobremeser sabe que no está en mi naturaleza perderme una fiesta, y así va a seguir siendo.

 

Esta vez la discusión ha aflorado por una especie de noticia falsa que informaba de que la RAE eliminaba el significado de “caldo” como sinónimo de vino.

 

[Img #20787]

 

Poco tardó esta institución en desmentir la buena nueva, para desánimo de sus detractores, entre los que el personal me suele tener, estando algo equivocados. A eso vengo hoy, a explicarme. No sé si sabéis que la misión de la RAE es muy parecida a la mía con el wineloverismo, en el sentido de que ni ponen, ni quitan, constatan.

 

La RAE incluye términos que se vuelven de uso generalizado les guste a sus integrantes o no, igual que yo considero a Barolo una región de culto porque veo a los iniciados considerarla así. Que a mí me gusten los Barolos, que me gustan, es irrelevante.

 

En esta tesitura, el personal, sobre todo el divulgador de paso, utiliza el sustantivo “caldo” referido al vino por, básicamente, dos motivos:

 

  • Le viene bien para no masificar el uso de la palabra vino en un texto. Utilizando “caldo” alterna el léxico provocando un resultado más legible.

 

  • Piensan que es una manera sofisticada de referirse al vino. Esta motivación solo obedece a seres humanos a los que les toca hablar, o escribir, de estos temas. No conocen este mundo, y se creen que utilizando “caldo” son uno de los nuestros. Los pobres.

 

Que siempre hay algún despistado preconstitucional que lo utilizará por otros motivos, pero los expuestos son los dos casos más comunes.

 

Una vez expuesta la situación, lo que sí me resulta llamativo es que usar “caldo” moleste tanto; yo no lo uso, salvo irónicamente, pero me da bastante igual que lo prohíban y, desde luego, como poco, me resulta curioso quien ha hecho de esta gilipollez una cruzada. Anda que la divulgación vínica no tiene problemas, vamos a llamar, de entretenimiento, o de captación de la atención, para focalizarlo todo en esta chorrada. Es como si muchos se creyeran muy guays por posicionarse anti-caldo, y luego va y cuando lees un texto suyo resulta de un tedio opresivo, artículos que te pueden dejar inconsciente.

 

Parece que eso de comunicar de manera desenfadada, o mi favorito, eso de “democratizando el vino”, fuera más una pose que algo real ya que, efectivamente, no utilizan la palabra “caldo”, que es muy retrógrada y casposa, pero sigue siendo imposible leerles, o escucharles, sin caer en coma, coma profundo, coma de años, de esos que cuando te despiertas ya no hay muro de Berlín. Claro, una vez más, esto genera situaciones vergonzantes al ver cómo se tienen por lo más cool solo por no poner una palabra que realmente a nadie le importa. Si te molesta, pues no la uses. Sí es verdad que tiene una connotación antiestética, pero vamos, ponerle tanta atención a una cuestión tan menor me parece el típico ejercicio intelectual de pintar la pared de una casa que se está quemando.

 

Y nada, a modo de epílogo, aquí os dejo la letra de una canción bien vigente, un ejercicio sociológico impecable, es el inicio del tema “Idiota” del grupo madrileño “Los Punsetes”:

 

Yo podría ser idiota/ Me lo digo con frecuencia/ Y estas ideas que tengo/ Puede que sean una mierda/ Con lo tonta que es la gente/ Y la de gente que hay /Que va de guay/ Estadísticamente/
Lo más prudente es aceptar/ Que a lo mejor soy idiota.

 


 

Imagen de Louis Hansel // Unsplash

SOBREMESA no comparte necesariamente las opiniones vertidas o firmadas por sus colaboradores.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.