Beneficiosas compañeras
La maravillosa atracción de las abejas y la miel

A veces solitarias, a veces, sociales, siempre beneficiosas, las abejas forman parte de todos los ecosistemas donde hay flores, su alimento y del que extraen la materia prima con la que, trabajadoras incansables, fabrican la deliciosa miel.
Necesarias, son un patrimonio animal que se hace necesario proteger de las amenazas que suponen para ellas acciones humanas como los pesticidas o los monocultivos, que están detrás de la desaparición de miles de colonias de estas fascinantes obreras naturales.
Álvaro Fernández Prieto
Apicultor en las azoteas de Nueva York.
Esta abeja liba en flores de romero en la meseta castellana, un día cualquiera de septiembre.
En origen, la alimentación de las abejas no eran las flores, sino otros insectos.
Abeja chupando miel de la mano humana.
Los panales forman una atractiva estructura vital de las abejas.
El Tío Picho es un apicultor muy conocido de las Hurdes. Aquí, trabajando en sus panales.
La miel de abeja es un interesante ingrediente. Aquí, un muérdago con miel de Guadalupe.
Reinterpretación de la miel. Un plato del cocinero Samuel Naveira, del restaurante Muna en Ponferrada.
Miel de María José Martínez, del restaurante Lienzo, en Valencia.