Mourvèdre power
Jumilla vuelve a Madrid para mostrar la pujanza de la monastrell
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El ya consolidado Salón de los Vinos de Jumilla se celebró el pasado lunes congregando a una selección de bodegas con vinos e interpretaciones de la monastrell, uva estrella, que conviven con estilos más internacionales y algo menos identitarios. Raquel Pardo
Alrededor de una veintena de bodegas (hubo bajas inesperadas de última hora, como la de los albaceteños Cerrón, que no pudieron asistir) se citó en el madrileño Hotel Intercontinental con motivo del Salón de Vinos Jumilla en Madrid, congregando a profesionales del sector del vino capitalino y algún que otro aficionado.
La monastrell, uva protagonista de esta Denominación de Origen que aglutina viñedos en las provincias de Murcia y Albacete, lo fue también de la mayor parte de los vinos que las bodegas ofrecieron al público para catar. No en vano, esta variedad, cuyo sinónimo es mourvèdre en la vecina Francia (y donde se cultiva, principalmente, en la costa mediterránea del país galo: Châteauneuf-du-Pape, Languedoc- Roussillon o Bandol, en Provenza son solo algunos ejemplos) ocupa más del 80% del viñedo de Jumilla, en convivencia, principalmente, con variedades tintas mediterráneas como la syrah, la garnacha o la Alicante bouschet, y otras como la cabernet sauvignon o la petit verdot. En blancas, la macabeo, la sauvignon blanc o la verdejo, entre otras, suelen estar presentes.
Entre las novedades, una de las últimas incorporaciones a la DO, DobledePérez Microbodega, un proyecto radicado en Albatana (Albacete) con viñedo en esta localidad y en Tobarra que gestionan los hermanos Jennifer, quien elabora los vinos, Maribel, en la gestión y José Pérez Pérez, en el viñedo. Elaboran con criterios de mínima intervención vinos con un atractivo punto de rebeldía, a partir de las uvas del viñedo de La Hoya de Santa Ana, en Tobarra, donde cuentan con una plantación de monastrell en pie franco, uno de sus tesoros, con el que elaboran el interesante Camaleónica, silvestre, rebelde, agradable, fino y con un agradecido nivel de alcohol, algo atípico en los tintos jumillanos. Interesante también su petit verdot, Inaudita, de la misma finca, pero de una parcela plantada por su padre hace 30 años, fina y tensa. Y prometedora su garnacha tintorera (Alicante bouschet) Ingobernable, un esclarecedor nombre para un tinto que combina la crianza en tinaja, roble francés y depósito (similar a lo que hace Jennifer en sus otros tintos) y que muestra una atractiva sabrosura, una fruta exuberante y golosa en su justa medida. Además, cuentan con un verdejo que se elabora en contacto con las pieles, EnContacto, donde la acidez y la frescura son las protagonistas.
Nuevo, aunque ya lleva algún año más elaborando, es Parajes del Valle, que trabaja únicamente con monastrell y elabora dos tintos sabrosos, mediterráneos, Parajes del Valle y Terraje, este, de pie franco, criado en fudre, sedoso, pleno de fruta negra, especiado y ligeramente balsámico.
Entre las ya consagradas, Carchelo desplegó arsenal de tintos y un rosado serio y elegante. Además de Altico, un atractivo tinto de syrah en altura (viñedo de 750 metros con orientación norte y sobre suelo calizo y calcáreo) que despliega potencia y calor, hay que fijarse en su monastrell de pie franco, llamado Muri Veteres en honor del nombre que dio origen al término monastrell. Se elabora completamente en fudre grande, de 1900 litros, y es elegante, corpulento, de atractiva finura.
Curioso también el blanco Acacia, de Madrid Romero, elaborado con macabeo, que lleva en el nombre el recipiente donde reposa durante 10 meses sobre sus lías, un vino con una interesante textura, afinado, vivaz y sedoso. Y goloso y atractivo el tinto de cabernet sauvignon de parcela que elabora Familia Pacheco, Cucos de la Alberquilla.
En común, el carácter mediterráneo de la mayor parte de los vinos, y el atrevimiento incipiente de las bodegas para salirse de las líneas canónicas y apostar fuerte por su patrimonio más particular, esos viñedos de monastrell sobre suelos arenosos por los que no ha pasado la filoxera.