Bodega, hotel y restaurante

Casal de Armán, refugio en torno al Ribeiro del Valle de Avia

Domingo, 27 de Noviembre de 2022

El agua, la piedra, los viñedos, la tranquilidad, la restauración y el paisaje confluyen en este enclave enoturístico, hito de la pujante y blanca D.O. gallega. Eric Saavedra. Imágenes: Archivo y Garabato Photo

Palpita en uno de los ventrículos más bellos al oeste de la provincia de Ourense e irradia sus encantos vinícolas, restauradores y gastronómicos –epítome de calma todos ellos– para mente y anatomía. Se enmarca entre viñedos, con el graderío de las suaves laderas que rinden pleitesía al río Avia. Uno y trino, Casal de Armán imbrica hotel rural donde el confort y el sosiego mandan, bodega con sentido y sensibilidad y restaurante soberbio con concepto vernáculo (un Sol Repsol). A la postre, una sede idónea para ir conociendo a fondo los muchos atractivos de una de las DD. OO. más veteranas del país que, si bien nació en 1957, hunde sus raíces (cistercienses) en 1579. Ubicada esta trinidad en O Cotiño (Rivadabia), y con el campanario de su iglesia de San Andrés como vigía y casi señalética, Casal de Armán brinda una experiencia redonda y reconfortante tanto como parada y fonda como para evento de mayor fuste (bodas, presentaciones, team buildings exclusivos…). La vieja casona del siglo XVIII, recuperada y remozada en 2004, ejerce de mascarón de proa y atalaya para, copa en mano, ir descorriendo tanto los visillos de esta D.O. de minifundios minúsculos como los de la propia bodega, que vigoriza esta tierra de treixaduras y verdes esmeralda.

 

[Img #21179]De los seis hermanos de la saga González Vázquez que hoy rigen los designios de este enclave, tres se consagran a factores enoturísticos estancos. En viticultura y bodega trastea Javier, Jorge se encarga de la gestión del restaurante y la casa rural de seis magníficas habitaciones, y Juan tomó las riendas de la vertiente comercial. “Siempre hemos llevado a gala respetar el terruño, que se exprese la variedad y el territorio, con su paisaje y su historia”, señala Juan. La familia se enorgullece de 36 hectáreas en producción y de que una de sus antepasadas fuera de las primeras enólogas de España. “El originario dueño de estos terrenos se llamaba Darío Armán, de ahí el nombre, un indiano al que le pilló de lleno la Desamortización de Mendizábal”, comenta Jorge mientras la vista enfoca los cercanos viñedos de Finca Mi Senhora y Finca Os Loureiros. De resultas, blancos atlánticos, profundos y con una acidez soberbia, renovada y alejada de clichés. También ha lugar para tintos de caíño longo, sousón y brancellao. Y en esta temporada otoñal, la bodega pone a la venta su último vino, sin duda, el más emotivo. Lo han bautizado Pepe Carrasca, y es un ribeiro monovarietal 100% treixadura con el que la familia González Vázquez quiere homenajear al patriarca y creador de la bodega, José González Bernández, cuando se cumplen nueve años de su fallecimiento. A Carrasca era la vivienda que él mismo construyó a las afueras de la parroquia de Maside, de donde José era natural. Cuando adquiere el terreno para levantar la casa, la finca está llena de carrascas, y de [Img #21177]ahí se razona el sobrenombre. Pepe Carrasca procede de una selección del depósito y se guarda en bodega 14 meses después de su embotellado. Nísperos y albaricoques en nariz, con paso en boca de gran frescura. Con un par de las 3445 botellas que salen a la venta maridamos (la sumillería también es cosa de Jorge González) el estupendo menú degustación que nos brindó Marco Varela en el restaurante Sábrego. “Soy de producto, de mar y de tierra gallega. Soy más de la generación de Silabario que del Grupo Nove”, se define el chef nacido en 1982 en Lalín (Pontevedra). Mostró su audacia y su técnica con Falso Ravioli de bogavante, brotes de tirabeque y salsa chili, Anguila frita con cabeza de cerdo celta, manzana y maicitos, Rodaballo con su pil pil, guiso de chipirón, pulpo de tierra y tempura de calamar y la Costilla de vaca, crema de apio, hinojo aliñado y acedera. Varela atesora un expediente brillante y prolífico (ha pasado por las manos de Mario Sandoval, Manuel de la Osa, Nacho Manzano, Ricardo Sanz, Jesús Sánchez), y desde 2016 tiene libertad creativa en Sábrego, como demuestra de igual modo con su orfebería a escala en forma de tapas (Zamburiña negra con queso Cebreiro y pan crujiente, Ensalada de tomate, manzana y bonito de burela en escabeche, Empanadillas de costilla de vaca, Merluza del día con berberecho y caldo de nécoras, inenarrable Chuleta de ternera cachena con patatas aliñadas…). Como postre, Aguacate, semillas de chía, lima y limón, y Chocolate en texturas con haba tonka aliados con un soberbio Armán Tostado. Puro Ribeiro.

 

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.