Decálogo del buen comprador de vino

Los 10 consejos que tienes que seguir para hacerte con buenos vinos en la cuesta de enero

Martes, 03 de Enero de 2023

Seguro que, en estas fiestas, estás dejando tu bodega como un hospital robado, entre quedadas con amigos, vinos para las mesas familiares y esos momentos en los que prefieres asegurar la velada siendo tú quien elige lo que se bebe esa noche. Raquel Pardo. Imágenes: Javier Balseiro, Nick Fewins, Elle Hughes (Unsplash)

Y claro… hay que reponer. Enero, pese a la cuesta famosa, no es mal mes para empezar a hacerte con vinos que llenen esos vacíos tristes que hay en tu cava, cuando hace unos días parecía un festival báquico. Si estás pensando en hacer unas compras vinícolas para comenzar el año, aquí van unos cuantos consejos.

 

Mira ofertas y aprovecha las rebajas

 

No son pocas las vinotecas que, al igual que las de moda o las grandes cadenas de hipermercados, se ponen de rebajas o lanzan atractivos descuentos. Navega un poco, pasea otro poco y presta atención a esos descuentos de tiendas on line, que te permitirán hacerte con vinos aceptables a precios aún más aceptables. Ofertas por últimas unidades, descuentos para socios y rebajas puras y duras también hay en el vino. Ahora es tu momento.

 

Prepara una lista previa con lo que te apetece comprar

 

De nuevo, como en la moda, necesitarás hacerte con vinos “fondo de armario”, que te sirvan para descorchar en cenas improvisadas con gente con la que quieras quedar bien; vinos frescos para tomarte a tu bola con tus amiguis; ese generoso que no falta en tu cava o espumosos que te apetece probar. Lo mejor es que te hagas un cálculo previo del sitio que tienes para conservar lo mejor posible los vinos antes de comprarlos y luego, con ese plan, te recorras tus tiendas de vinos favoritas. Así, si no encuentras esa marca concreta, es posible que haya vinos similares que aún no conozcas y puedas descubrir. A por ello.

 

Diversifica

 

Un poco al hilo del punto anterior, lo ideal es que, para recuperar tu bodega de la línea de fibrilación, tengas una mente amplia y quieras diversificar: estilos, zonas, variedades, selecciona vinos que no sean todos iguales, ni por método de elaboración ni por procedencia. Cambia de uvas (aunque te prive la tempranillo, es hora de pensar fuera de la caja), atrévete con algún productor que no conozcas y desembolsa un poquito en ese vino que está a preciazo pero se te va un pelín de presupuesto: seguro que merece la pena, y te da ese placer tan chulo al descorcharlo. Que sí.

 

Créate un presupuesto antirruina

 

Eso sí, gasta, pero no muy por encima del presupuesto que te asignes: si solo tienes para tres o cuatro vinos, pues aprovecha y profundiza bien en saber con qué marcas reponer. Puedes optar por comprarte algún vino algo más top y luego tirar a marcas más de diario para probar con los colegas o en casa, o llevarlo a una barbacoa. Imaginación al poder, sí, pero controlando el presupuesto, que al vino, este año al menos, no le han bajado el IVA.

 

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Sé generoso

 

Aunque parece contradecir el punto anterior, este tiene un porqué: tener una buena selección de vinos en casa requiere un desembolso, eso está claro, y optimizarlo será tu trabajo. Una labor, que, en realidad, es divertida y placentera. Con lo de la generosidad quiero decir que no te fijes metas que arruinen tu presupuesto, pero tampoco actúes con racanería. Querer hacerte con diez vinos de cinco euros no es la mejor opción para redignificar tu bodeguita casera, y sin embargo, con cincuenta o sesenta euros te puedes hacer con tres o cuatro vinos requetedignos que te apetezca descorchar y compartir, que te dejen bien con tu panda winelover.

 

 

Repite con vinos que te han gustado

 

Aunque para ir aprendiendo cada vez más de vino lo ideal es ser muy infiel a las marcas, no está de más, tampoco, volver a tu hit list de vinos que te han gustado: así reforzarás tu criterio y podrás, si alguno te decepciona en esta repetición, sacarlo de tu ranking para meter otro la próxima vez. Esto es ensayo-error, no hay otra. Es lo maravilloso del vino.

 

Piensa en el futuro

 

No, tampoco en plan trágico o trascendental. Este punto significa que una buena bodega tiene, también, vinos de guarda. Aprovecha que hay marcas que lanzan vinos muy tiernos (en Burdeos o Italia, por ejemplo, tienes dónde elegir en ese sentido, pero también hay riberas, riojas, cigales o blancos de rias baixas que puedes despistar en la bodega unos años) y hazte con alguna botellita, poco a poco, que dará solidez a tu enoteca personal. Esa espera es una de las magias del vino que deberías sentir en algún momento, porque has sido tú quien ha dejado ese vino ahí hasta que has encontrado el momento ideal de beberlo. Esa decisión da un gusto como el que sientes cuando te dan un buen masajito en los pies.

 

Compara precios

 

El vino es un objeto de consumo y no tiene un precio fijo, por lo que rastrear un poco para escoger los mejores precios y condiciones (por ejemplo, en la entrega a domicilio) puede suponerte un buen ahorro. Despístate por los pasillos de tus tiendas favoritas y fíjate en precios de vinos que te gusten, ve memorizando y, a la hora de comprar, tira al que mejores condiciones tenga. Así tienes un presupuesto más saneado para tu siguiente compra y te dará gustito al gozar de ese Value for money que has rascado a base de observar atentamente.

 

Innova con marcas y estilos

 

Como en otro punto más arriba, hay que atreverse. El rellenado de bodega, como debería pasar con las cartas de los restaurantes (pero ese es otro tema) debería ser una actividad lúdica donde jugar a equilibrar lo clásico con lo innovador: esa productora que leíste en una entrevista el otro día y cuyos vinos no conoces, ese vino elaborado con una variedad que te suena a chino o ese vino wineloverista (en términos Decantados) tan complicado de encontrar que, de repente, ves ante tus ojos en una tienda. Tu bodega será, en sí misma, un lugar de culto (al vino, claro).

 

[Img #21440]- Imagen de Elle Hughes (Unsplash)

 

Siempre que puedas, prueba antes de comprar

 

Porque lo de innovar está bien, sí, pero sin pasarse, porque a veces te puede pasar que tanta innovación lleve a tus estanterías algún esperpento con nombre atractivo, pero nada más. Aprovecha los showrooms de tiendas físicas, las degustaciones y hasta ferias de vino para consumidores iniciados para conocer vinos que te interesen y hacerte una idea de lo que quieres que pueble tu bodega y aprovecha esas ofertas de comienzo de año para buscar tus marcas favoritas. Así tendrás también una noción de cómo está ese vino cuando lo pruebas y en qué se ha convertido cuando abres la botella que guardas en casa y, de nuevo, te hará ganar criterio.

 

Porque tu bodega, winelover, es, en cierto modo, una extensión tuya, pero también puede ser un escaparate que les diga a los demás cómo te gustan los vinos. Un win(e)-win, vamos.  

 


 

Imagen de apertura: Javier Balseiro en Unsplash

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