10 terrazas invernales de mantitas, tardeo y desenfado

Nómada: terraceo modo jaima 

Nueva etapa. Pero el mismo espíritu. El Mediterráneo pincela de nuevos sabores, nuevas culturas y nuevos sonidos Nómada, la jaima de Madrid que sirve de refugio a todos aquellos que quieran darse una vuelta por este ancho mundo a través de la gastronomía y la coctelería. Actuaciones musicales y diversos espectáculos amenizan este viaje gastrocultural, que comienza al atardecer y que nos lleva hasta la noche infinita en Îstar, local hermano ubicado en la planta baja, que rinde culto a la música afro-house. Este proyecto del empresario Kike Sierra, ubicado en la céntrica calle Serrano, es un concepto para compartir que toma una variedad de platos de la costa mediterránea combinados con influencias árabes, cócteles exóticos que crean una explosión de diferentes sabores, música sensorial y experiencias de baile. El precio medio, unos 45 euros.

De chiringuitos en pleno invierno...

Con los pies descalzos entre la arena y mirando al mar. Esta estampa, tan estival, está empezando a desestacionalizarse. Porque esta evolución del concepto de los chiringuitos también incluye dejar atrás el concepto de ser un espacio para disfrutar únicamente en verano. Los locales de litoral de Grupo Trocadero marcan tendencia en este sentido y Petit Playa es el restaurante de Grupo Trocadero que mejor representa la esencia de un chiringuito que vive su esplendor toda la temporada. Ubicado en la Milla de Oro de Marbella y con el referente de Trocadero Playa en el horizonte, Trocadero Petit Playa avanza a hacia la madurez y mantiene una filosofía basada en el trato cercano y personal con el cliente. Su carta sigue absolutamente la estela del Grupo, pero con un toque más relajado y divertido, lo que la hace ideal para disfrutar el día entero junto al mar y en plena Costa del Sol. 

Tardeo en Gran Vía

Estufas, mantitas y cerramientos para que no entre el frío por ningún resquicio. La terraza de invierno de Osadía Sky Bar (C/Gran Vía 14. Planta 7) tiene todo lo necesario para calentar el tardeo madrileño.  Situado en la séptima planta del hotel SmartRental Collection Gran Vía Capital, la azotea ofrece una propuesta gastronómica tan llamativa como inesperada. El espacio, dividido en dos ambientes, cuenta con una zona más informal con piscina infinity aclimatada y suelo móvil (de acceso es exclusivo para clientes alojados en el hotel) y otra, con un moderno skybar de mesas altas, bajas y sillones con vistas privilegiadas a la Gran Vía y una panorámica de los tejados de la capital. Abierta al público todos los días a partir de las 17:00 horas en su horario de invierno, en la carta de Osadía Sky Bar se pueden encontrar platos como las croquetas de ají de gallina con mahonesa de yuzu, las gyozas de langostinos con ají amarillo o el ceviche de camaroncitos y ostra. Para los acólitos de las brasas, uno de sus platos estrella es la hamburguesa de vaca madurada con bacon y salsa ahumada. Y, para aquellos que no quieren renunciar al postre, podrán elegir entre la tarta de queso parmesano fluida o el flan de lima kaffir y galangal.

Terraza de altura, nieve y champagne

El invierno, además de desplomar el termómetro, trae consigo algunas de las experiencias más apetecibles del año con la nieve como manto blanco. Y ya no solo para todos aquellos amantes del esquí, que sin duda se convierte en el momento preferido del año, sino para todos los adeptos del terraceo. El plan de terraza acompañado de comida y su alianza líquida es siempre un acierto asegurado apto durante todo el año. Y el llamado aprés-ski del momento en el que uno quiere congelar el tiempo. Y una de las localizaciones que ha elegido este año Veuve Clicquot para celebrar su 250 aniversario es Formigal Panticosa con su terraza boutique Sarrios by Veuve Clicquot. La estación de Formigal Panticosa que cuenta con más de 180 kilómetros de descensos y experiencias para que disfruten tanto esquiadores como visitantes se convertirá en el place to be de la temporada de esquí gracias a esta nueva terraza boutique. Situada en el área de Sarrios, la puerta de entrada natural al valle de Izas, resulta el punto neurálgico de la estación con todos los servicios para que los esquiadores inicien su jornada y los no esquiadores puedan disfrutarla también, ya que cuenta con un acceso directo desde el aparcamiento. Dispone de DJ en vivo y una restauración que evoluciona desde una pausa informal hasta la alta gastronomía. Un ambiente cool y desenfadado acompañado de la mejor música, incluye platos como burger de vaca mayor, mollete templado de jamón ibérico, aceitunas y mejillones, cecina ahumada, gyozas de pato, langostinos con panko y salsa y croquetas de boletus. Todo ello maridado con el mejor champagne y unas vistas inigualables. Además del menú especial “Burger Challenge”, que incluye una hamburguesa con una copa de Veuve Clicquot Yellow Label.

Mont bar: barra y terraza con estrella

Ocurrió en Toledo y abrocha 10 años de éxito. Mont Bar recibió el pasado noviembre la estrella Michelin, laureles merecidos para este pequeño espacio para 28 comensales que ya se ha convertido en uno de los imprescindibles de la ciudad condal, con una coqueta terraza al más puro estilo de bistrot parisino o bordelés. El proyecto lleva la firma de Iván Castro, catalán descendiente de familia de hosteleros, contable y sumiller; y su mujer, Kasaundra Williams, canadiense trotamundos que ha encontrado su lugar vital y gastronómico en Barcelona. En carta destacan diferentes platos que viajan desde los Pirineos al Mediterráneo. Elaboraciones bajo el prisma del chef Fran Agudo en los que el ingrediente principal combina con producto y técnicas de otros países, como la navaja con ponzu a la donostiarra, el mochi de sobrasada ibérica y queso Mahón, los niguiris de salmonete y su suquet, cochinillo ibérico con salsa cantonés o el steak tartar con café París.

Rocacho: terraza de "capricho"

Una estupenda terraza acristalada, un gran servicio, brasas y carnes de "capricho". El asador de Padre Damián (Madrid) arranca la temporada invernal renovando su compromiso de exclusividad con las carnes de El Capricho, valoradas entre las mejores del mundo desde que aventara el talento de José Gordon un periodista de The New York Times hace ya unos años. El auténtico buey y la vaca de trabajo del leonés Gordón –con maduraciones de entre 45 y 90 días– toman carta de naturaleza en Rocacho a la parrilla de carbón de encina o en elaboraciones novedosas como las gyozas, los callos, las carrilleras, los tacos de tuétano o la hamburguesa con pan de cristal. Además, fiel a su filosofía de ofrecer materias primas muy especiales y procedentes de pequeños productores, acaba de incorporar a la carta un apartado de platos con los huevos irreverentes y magníficos de Cobardes y Gallinas. Los destilados de sobremesa, otro aliciente. Precio medio, 70 euros. 

Vincci consulado: terraza con arte

Como si un navío de vela navegara en la ría de Bilbao, el Vincci Consulado es uno de los hoteles emblemáticos en los nuevos tiempos que vive el Botxo. Su terraza, con privilegiadas vistas al Guggenheim, y su moderna epidermis con diseño de inspiración náutica y los detalles en madera natural, marcan el estilo de un hotel de cuatro estrellas con identidad propia, con una espectacular terraza mirador, un precioso restaurante a la carta y acogedoras habitaciones con todas las comodidades para hacer de la estancia en nuestro hotel en Bilbao en una experiencia de panoramas y sabores.

El mundo por montera

Ya se sabe que de Madrid al cielo. Y mejor que ese tránsito se haga con buena gastronomía y desde un rooftop de tronío. Como el que propone Doña Luz desde la calle Montera. Además, para este preámbulo gozoso y amoroso de San Valentín presenta un menú especial para los enamorados. Se trata de una propuesta ideal y memorable que consta de variados entrantes para compartir (croquetas de cecina y de rabo de toro, unos buenos tequeños venezolanos), un plato principal (pollo al carbón o sepia a la brasa con ají de mango), un suculento postre para endulzar la velada (estupenda tarta red velvet) y como broche de oro, un cocktail especial para la ocasión sobre el skyline de la capital.

Croquetas y vermuteo con vistas

El vermut (si es con croquetas, mejor) nos gusta tomarlo al sol, eso es de primero de terraceo. Y en Ella Sky Bar Madrid (c/ Gran Vía, 42. Planta 10), se toma y se retoma esa costumbre tan castiza. Acontece de viernes a domingo de 12 a 14 h en su Sky Bar. Un aperitivo con el que disfrutar de las mejores vistas de Madrid –desde uno de los puntos más altos de la Gran Vía–, con orientación al Palacio Real y a los rascacielos que abrochan el Paseo de la Castellana. Porque salir a tomar el aperitivo también puede aparejar unas vistas estupendas, ahora se puede practicar con mucha altura y por solo 8 €. Y así disfrutar de tu vermut junto con una tapa de croquetas de jamón, recién hechas. 

Bajo el síndrome de Stendahl

La cocina de mercado que caracteriza a Iván Morales y Álvaro Castellanos puede disfrutarse en este entorno artístico único que es el Museo Reina Sofía (Madrid), donde diferentes espacios, interiores y jardines, conviven para converger en una experiencia única. Este oasis de Grupo Arzábal está dividido en un interior compuesto por una amplia zona de barra – insignia instaurada del grupo –, un salón interior y un reservado, y una zona exterior con una terraza abierta al aire libre y un cenador acristalado que emula un invernadero atemporal en el que disfrutar de una comida o cena especial, copas, cócteles y otras actividades. Una experiencia gastronómica formidable y de producto antes o después de extasiarse con tanta belleza artística. 

Foto de apertura: Roman Odintsov