Apuesta por el terroir
Adolfo Heredia, director técnico en Freixenet
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Adolfo Heredia apuesta por el terruño y las variedades autóctonas para elaborar los vinos del Grupo Freixenet en diferentes zonas geográficas. Álvaro López del Moral
Compaginar la adecuada gestión de los viñedos con un tratamiento basado en la sencillez, donde primen sobre los procesos químicos la selección de las levaduras, el uso sensato de las barricas o la correspondencia de los distintos procesos de elaboración con las necesidades de cada vino, son algunos de los cimientos en los que se basa la obra de Adolfo Heredia, Director Técnico de Nuevos Proyectos del Grupo Freixenet, quien lleva desde ese puesto más de una década reivindicando el concepto de terruño. El enólogo concede el máximo protagonismo a las variedades autóctonas de cada zona mientras analiza con criterio selectivo las nuevas exigencias de su clientela (“los enólogos debemos saber adaptarnos a los cambios”, asegura. “Los consumidores que al final valoren el resultado constituirán el mejor premio que podamos obtener”).
Sobre esos cuatro ejes argumentales, control de la uva, minimalismo en la elaboración, respeto por la diferencia y capacidad de aclimatación a las novedades, este catalán de 59 años ha desarrollado una extensa trayectoria profesional, convirtiéndose en responsable de 23 marcas distintas que pertenecen –lo cual es todavía más extraordinario– a zonas geográficas tan heterogéneas como distantes entre sí. En su particular mapa de la diversidad figuran las siguientes menciones de origen: Rías Baixas, Alicante, Ribera del Duero, Utiel-Requena, Vinos de Madrid y V.T. de Mallorca, entre otras áreas de producción. Lo cual permite hacerse una idea de su amplitud de criterios y mentalidad abierta, al tiempo que de su amor por la singularidad. Todos estos atributos fueron reconocidos durante la pasada edición de la Feria Alimentaria, con una original cata denominada Los vinos de Adolfo Heredia, en la cual pudieron degustarse algunos de los productos que conforman su principal motivo de orgullo. Allí estaban Valdubón X, nacido para celebrar el décimo aniversario de la bodega del Duero –de la cual es consejero y apoderado; Fray Germán Verdejo 2011, Beso de Rechenna Crianza 2008, Honoris de Valdubón 2006 y así hasta doce vinos diferentes, que conformaron el homenaje rendido por Freixenet a la personalidad de un creador en cuyo haber figuran numerosos honores; entre ellos, ser vocal de la Junta Directiva del Instituto del Cava, pertenecer a la Comisión de Cata del Consejo Regulador de Vinos Espumosos y prestar sus servicios como consejero de la Alcoholera Cades Penedés. Pero, por encima de ellos, el más importante para él es haber conseguido elaborar unos vinos que desarrollan el potencial expresivo del terroir del que proceden.