Sobremesa para Vega de Yuso
Vega de Yuso, el moderno corazón de la Ribera del Duero
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En el epicentro de la más exquisita Ribera del Duero y con 20 años recién cumplidos, esta bodega familiar despliega vinos hechos para el relax y el disfrute. Tras esta firma está Rubén Iglesias, quien recoge el legado vitivinícola de su familia y lo lleva a lo que es hoy: un proyecto de éxito. La pasión por la viña, procesos de elaboración muy definidos y un gran trabajo diario, son las claves de su éxito. Redacción Sobremesa
Con un flamante edificio de crianza, Bodegas Vega de Yuso se enorgullece de ser una bodega familiar acodada en el margen izquierdo del río Duero. Se ubica en Quintanilla de Onésimo, provincia de Valladolid, en el corazón de la Milla de Oro de la Ribera del Duero, siendo su ubicación privilegiada una de sus grandes fortalezas. Partícipe de la fundación de la DO, de la que ahora se celebra su 40 aniversario, Vega de Yuso ha recorrido en dos décadas una historia jalonada de ilusión, trabajo y denuedo, con sencillez y humildad, con unos vinos con rasgos muy definidos, hechos para el disfrute, para generar una atmósfera relajada y gozosa.
Rubén Iglesias, gerente y enólogo de este proyecto, ha sabido crear y canalizar una filosofía de trabajo, un estilo de bodega y vino muy personal, el TresMatas, timonel de esta casa. La historia agrícola familiar se remonta a los años 70, cuando se plantan las primeras viñas y se apuesta por la reconversión de parcelas cerealistas a nuevas plantaciones de viñedos. Posteriormente, en 1985 se comienza a vender la producción de uva a bodegas señeras de la Ribera. Y ya en 2002 nace Vega de Yuso, como un sueño que al fin cristalizaba.
En la actualidad se cifran en 22 hectáreas de viñedo propio las que domina la bodega, que alfombran algunos de los mejores pagos de Quintanilla de Onésimo, Olivares de Duero y Valbuena de Duero. Con la tinto fino como bandera y piedra angular, la edad del viñedo, la altitud y el tipo de suelo apuntalan el método y la viticultura de la bodega, con uvas de majuelos de más de 50 años con muy bajo rendimiento y excepcional calidad. La altitud, unos 900 metros, otorga una frescura y una aireación óptimas, además de una complejidad superior a las zonas de valle. Los suelos arcilloso-calcáreos, con fragmentos aluviales, desembocan en vinos con cuerpo y opulencia, no exentos de profundidad y elegancia.
El proceso de selección es escrupuloso, y la fisonomía de los depósitos, (bajos y anchos) como su pequeño tamaño, favorece la máxima extracción polifenólica y antociánica, para conseguir volátiles y el cromatismo deseado. La crianza de los vinos se realiza en una sala climatizada, y en condiciones de humedad constante durante todo el año. Se realiza en barricas de roble francés y roble americano, en un porcentaje aproximado de 60%-40%.
Una vez que el vino ha permanecido varios meses –incluso años– en barrica, se procede a su embotellado. La crianza redondea y ultima todos los matices antes de que el vino salga al mercado. Con una fuerte penetración en el mercado nacional, Vega de Yuso ha ido ampliando horizontes con una sostenida exportación que crece cada año. A través de catas y visitas guiadas, el enoturismo supone el mejor escaparate para mostrar desde dentro el origen, el presente y el prometedor futuro de esta bodega.
Tresmatas Crianza
TresMatas Crianza representa el estandarte de la casa. Destaca por su elegancia y estructura, y se elabora con viñedos de edades entre 25 a 45 años y apareja una crianza de al menos 18 meses en barrica. El Monte de las TresMatas se coronaba con encinas centenarias, pero un rayo alcanzó una de ellas, dejando la visual desde el pueblo como marca en la etiqueta, generándose toda una leyenda en torno a este suceso.
Tresmatas Reserva
Elaborado a partir de viñas de casi medio siglo, TresMatas Reserva es un 100% tempranillo, con una crianza de 26 meses en barrica de roble francés, complejo y de estructura muy elegante, ofrece aromas singulares y minerales con notas tostadas aportadas por la crianza en barrica. Denota taninos dulces, con un final largo y persistente, manteniendo una fruta negra y madura. Un vino con gran potencial de guarda.
Tresmatas Vendimia Seleccionada
Es el capricho del enólogo, su niña bonita. TresMatas Vendimia Seleccionada solo se elabora en añadas excepcionales, con uvas procedentes de El Hostal, un único pago de más de 55 años y con una altitud de 850 metros. Se selecciona en cosecha en cajas de 15 kg de forma manual, y se realiza una crianza en barricas francesas de gama alta de grano extrafino, durante al menos 24 meses. Un vino de autor expresivo, estructurado y complejo, apto todos los paladares.