Festival sidrero
La gran semana de la sidra: Asturies "Cider Week"

La penúltima semana de marzo fue el gran encuentro cultural y festivo de la sidra en España, organizada por el incansable Eduardo Vazquez Coto, conocido por su alter ego “Cider Guerrilla” y seguramente el personaje más importante de nuestra cultura sidrera a escala internacional. Luis Vida. Imagen de apertura: Rebecca Siegel (Lic CC).
Entre los días 20 y 26 tuvo lugar en la Universidad Laboral de Gijón el Cider Congress, en el que participaron ponentes de los diversos territorios sidreros españoles y foráneos, y un Cider Festival más lúdico, con stands de las muy variadas marcas y orígenes de una bebida que aún no está globalizada y que, por tanto, es enormemente sorprendente, diversa y divertida.
Para los que aún ven nuestras sidras del norte, principalmente asturianas y vascas, como unas bebidas rústicas y folclóricas, es toda una experiencia probar las versiones que los sidreros craft de Anxo Cider enlatan en Washington DC, EEUU, pero también el gran mosaico de las sidras del mundo que tuvimos en un salón de catas -“Paraíso Natural”- que estuvo muy concurrido: las que Blakstoc produce en Austria con lúpulo a modo de cervezas de manzana, las elegantísimas italiano-tirolesas que Floribunda trabaja con métodos ecológicos propios, las que Pomologik madura en barricas de roble en Suecia, las interesantes Mr Plume de Letonia, las holandesas de Elegast, las Edel que reivindican el método champenoise para las sidras noruegas o los elegantes y puros Apfelwein (vinos de manzana) que Wiedmann & Groh elaboran de forma tradicional en Hessen, Alemania, un territorio sidrero tan histórico como los de Normandía y Bretaña en Francia, que también tuvieron representación con productores “top” como Antoine Marois y Cidrerie Du Leguer, verdaderos embajadores de las sidras de terruño de su tierra en sus interpretaciones más clásicas pero trabajadas con métodos ecológicos y biodinámicos que las hermanan con el vino. Y en este terreno, una de las interpretaciones más puras y radicales la trajo Little Pomona de Herefordshire, en Inglaterra, otra tierra de larga tradición con estilos muy propios.
Toda una fiesta de sensaciones a la que, si añadimos el contenido cultural de ponencias como “Ciderland, un Mundo de Sidras de Haritz Rodríguez” o “La sidra en la alta gastronomía” a cargo de Juan Luís García, Sumiller del restaurante 2 Estrellas Michelín Casa Marcial, el salón de sidras de hielo con un repertorio de quesos asturianos, un bar de sidras del mundo con más de sesenta variedades, un área gastro de cocina de paisaje con food trucks en la que participaban algunos importantes chefs y locales de la tierra, un área DOP Sidra de Asturias con más de treinta etiquetas locales escanciadas por especialistas del tema, las visitas a llagares como Castañón y Zapatero o los maridajes en restaurantes como La Tabla o Rías Bajas, en Gijón, sin olvidar los excelentes DJs de la fiesta en el patio, nos dejan esperando ya la próxima edición, que será dentro de dos años.