Bien avenidas
Inés Ortega unida a su nuera... también a los postres

La gastrónoma Inés Ortega se une a su nuera Marina Rivas para materializar un libro sobre postres tradicionales, pero con un cariz saludable, divertido y actualizado. Javier Vicente Caballero. Imágenes: Aurora Blanco
Sin duda, es el libro más enharinado, churretoso y repleto de lamparones de la historia de la culinaria española (y traducido a siete lenguas). Sea heredado o de nueva edición, se cifran en pocos los cocinillas patrios que carecen de las 1080 Recetas de Cocina de la mítica Simone Ortega. Aquel bombazo editorial sostenido -cinco millones de volúmenes despachados hasta hoy– ha tenido grata y razonada continuación por la escritora culinaria Inés Ortega, hija de la insigne gastrónoma que ha ensanchado el legado y la divulgación materna con otros 40 volúmenes y otros soportes didácticos con los fogones como premisa. De tal suerte que en este camino Inés ha encontrado en su nuera Marina Rivas una aliada postrera. Al alimón, han compilado viejas y nuevas recetas, métodos e instrucciones, en un libro al que han titulado Nuestros Postres (Alianza Editorial). Cada una ha aportado la dosis exacta para que el binomio encaje y salga perfecto del horno. “Inés y yo somos muy dulceras, especialmente nos gusta el chocolate, y queríamos plasmar los postres que cada una hacemos en casa. Surgió la idea de juntar una parte tradicional que son recetas de Simone con mi versión, digamos, más saludable donde utilizo azúcares no refinados, harinas integrales, aceites saludables… Son muy fáciles de hacer y yo misma involucro a mis hijos pequeños a que me ayuden en la cocina a elaborarlos”, señala Marina Rivas, que dejó su trabajo en el sector financiero por estas latitudes más golosas, a las que siempre ha tenido querencia. “En mi casa siempre ha estado presente el libro de las 1080 Recetas. Y entonces imagínate la sorpresa cuando conocí al que hoy es mi marido y me dijo que era el nieto de Simone Ortega y su madre era Inés Ortega. Fue una casualidad alucinante. Inés me animó a cambiar de trabajo y dar el salto”, añade Rivas, que pasó dos años en el Cordon Bleu formándose en la parte salada y repostera.
![[Img #21788]](https://sobremesa.es/upload/images/04_2023/8317_libro-nuestros-postres.jpg)
“Lo que pretendo es que en un futuro Marina vuele sola con sus propios libros. Yo en Nuestros Postres aporto más recetas clásicas, de España y de otros lugares, como una tarta de zanahoria o un apple pie inglés que ya hemos asimilado… Pero ojo, rebajo las dosis de azúcar que por ejemplo recomendaba mi madre. O sea, que también son saludables. Es verdad que a mis nietos los malcrío un poco con el chocolate, pero saben que no pueden comer chuches”, secunda Inés Ortega entre sonrisas. “La repostería es un arte muy exacto. Hay que medirlo todo perfecto, al gramo. En la introducción hemos dedicado un capítulo para modular las temperaturas de hornos, controlar las masas y cómo trabajarlas, cómo ser meticuloso con la mantequilla o el bicarbonato…”, detalla Inés, que hace unos cuantos años ganó premio nada menos que en Versalles, con otro volumen que se titulaba Postres Fáciles. En esta ocasión, por este vademécum de casi 300 páginas se pasean brownies, leches fritas, cheesecakes, compotas, cremas, mazapanes, donuts, bizcochos… “Es un libro para todas las edades. Hay helados con leche de coco, magdalenas, granizados y batidos, galletas, polos y carpaccios de fruta con mermelada casera, para desayunos… A mí me encanta la tarta de Santiago y a los niños hay que contarles cuentos sabrosos y que participen. Si es el de Caperucita, que en la cesta tenga productos de temporada”, confiesa Inés; “A mí me gusta mucho la mousse de chocolate y aguacate, de textura cremosa”, replica Marina. Dada la buena sintonía y el resultado final, ambas ya están enfrascadas en otro volumen (del que no sueltan prenda) que verá la luz antes de Navidad.





