Sabor mediterráneo en la ciudad
Aires de Levante llegan a Madrid con Cala Bandida
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El Grupo Cala Bandida consolida su oferta marinera con la apertura en Madrid de Finca Bandida, un broche de oro perfecto para la celebración de su décimo aniversario. La mítica casa de Javea, famosa por sus arroces y pescados locales, exporta la fórmula de producto y calidad que ya puso en marcha en otros destinos costeros como la preciosa cala de la Granadella con La Bandideta o en Alicante con Villa Bandida. M.L. Álvarez
Son tres socios, Lucas Gisbert, Stephan Fremeijer y Víctor López Caselles, los que pusieron en marcha hace ya diez años el amplio restaurante sobre el puerto de Jávea. Sabores mediterráneos sin complicaciones, con el acento puesto en la búsqueda e identificación de los productos más auténticos y en el asesoramiento de un chef de prestigio que ponga a punto el recetario a usar, como es Borja Susilla, de Tula. Así comienza un espectáculo de placeres cercanos que se adaptan sin problemas a distintos momentos del día, necesidades y situaciones. Desde un brunch viendo partir a los veleros en la mañana, un arroz, descalzos tras un baño en la cala más bella de Levante o una cena bien vestidos con la iluminación más deliciosa y romántica en la terraza viendo el atardecer de Villa Bandida. Versátil tanto por horarios como por protocolos. Y en esa disposición abierta también se encuentra su carta que permite ajustar el presupuesto según las apetencias del día.
Jávea marinera
Centremos la atención el el local original, Cala Bandida, en la siempre encantadora localidad de Jávea y frente al puerto, que todavía conserva su carácter marinero bien acompañado del de recreo. Bambú, blanco, azul, ligereza y ambiente mediterráneo para dar la bienvenida al discurso gastronómico.
La ensaladilla rusa de mejillones abre una experiencia perfecta que sube de nivel con el tartar de atún rojo -en nuestra opinión agradecería un corte más grande- que acompañan con un aguacate en tempura y el exotismo del mango. Pulpo perfecto con golpe de parrilla sobre patata, El capítulo de los arroces a la leña sobresale por encima de la media. Punto e intensidad para un “senyoret” perfecto. Para los que buscan buen colofón, carnes rojas incluso en versión hamburguesa y para los dulces, una carta de postres atractiva con mucho sabor local, como la torrija con helado de horchata.
Y ahora, Madrid
Finca Bandida surge de la unión empresarial entre el Grupo Cala Bandida y la familia Ovejero, abriendo este nuevo espacio dentro de La finca Grand Café, en Pozuelo de Alarcón, donde comparte ubicación con Lobito de Mar, Tottori o el grupo China Crown y en un futuro con el nuevo DiverXO. La idea, crear un espacio con aire mediterráneo que te permita viajar con los sentidos al mar sin salir de la capital. Mucha terraza, servicio non stop para empezar y terminar bien el día, animación con DJs en las veladas y por supuesto, buena cocina.