Laurent-Perrier

En busca del champagne perfecto

Lunes, 10 de Julio de 2023

Forman parte del olimpo de los champagnes por derecho y por deber. La mítica casa Laurent-Perrier presenta en Madrid el nuevo ensamblaje de su ya deseadísimo Grand Siècle, en su edición número 26. M.L. Álvarez

Cuando Bernard de Nonancourt asumió la dirección de la empresa familiar en 1948, tomó el camino más complejo para crear una gran cuvée que representase de manera potente y rotunda la calidad de su casa. Bajo la premisa de que ninguna cosecha puede alcanzar la absoluta perfección, innovó basando su propuesta en el arte del ensamblaje, en su caso de tres cosechas que podría considerar millésimé, para así, a modo de alquimista, compensar las pequeñas deficiencias posibles de cada añada con las otras, buscando la absoluta sublimación del producto. Así nace Grand Siècle, en 1959, buscando recrear la añada perfecta gracias a la combinación mágica de tres cosechas que no tienen por qué ser sucesivas y que responden a exigentes criterios de cata. Por supuesto, este ensamblaje no tendría sentido si después no se aplican las más sofisticadas normas de envejecimiento que permitan al champán desarrollar con lentitud esa grandeza, profundidad, complejidad e intensidad aromática que lo haga único.

 

Así, las tres premisas sobre las que se construye este gran espumoso son la del uso de tres añadas excepcionales de la casa y complementarias; que dentro de esa cosecha se seleccione una mayoría de uva chardonnay y un menor porcentaje de pinot noir, siempre procedentes ambas de 11 grands crus seleccionados de manera específica para este elaborado. Y, por último, que realice una larga crianza de cerca de diez años sobre lías, que se amplía en el caso de los magnum.

 

Una propuesta innovadora que tenía como intención competir en la más alta gama en una línea de producto innovadora y que pretende recrear la añada perfecta.

 

En cata

 

En su presentación en el hotel Wellington de Madrid, Laurent-Perrier permitió la comparativa en cata entre su millésimé 2012, que forma parte también del champagne Grand Siècle 26 que se pudo degustar a continuación, formado por las cosechas 2007, 2008 y 2012 con casi diez años de guarda. En cata encontramos frescura, lácticos, fruta fresca y panadería en ese millésimé y mayor complejidad, estructura y longitud de boca en el caso del Grand Siécle, que demuestra además una cremosidad y un volumen poco usual en un champagne.

 

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