Lugares olvidados
Pago de los Abuelos: la viticultura heroica de Nacho Álvarez en el Bierzo

Pago de los Abuelos es el proyecto personal de Nacho Álvarez. Con prácticas de viticultura heroica en los parajes en los que trabaja, Nacho Álvarez está dejando su huella particular en el vino del Bierzo. Raquel Pardo
El nombre de la bodega es un recuerdo y un homenaje sentimental a todos esos mayores que plantaron viñas hace cincuenta años o más, que hoy engrandecen el patrimonio vitícola del Bierzo y hacen de la región uno de los oasis de viña vieja de Europa. El proyecto que encabeza Álvarez quiere dar valor a esas viñas y trabaja de forma tradicional y artesanal, tratando de respetar al máximo lo que procede del campo. El enólogo, formado en el Bierzo y con experiencia como asesor para otras bodegas en diferentes partes de España, emprende con Pago de los Abuelos su camino más personal, que cuenta, además con la certificación de Viticultura Heroica otorgada por el Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña (CERVIM) con sede en Aosta (Italia). Álvarez trabaja parcelas a unos 700 metros de altitud y con inclinaciones que a veces alcanzan el 51% de pendiente. Apuesta, también, por variedades tradicionales de la zona, como Mencía, godello, negreda, estaladiña o Alicante bouschet, todas, castas que se encuentran presentes en los viñedos viejos bercianos.
Viticultura de paraje
Pago de los Abuelos se centra en viñedos de tres zonas, para el elaborador, olvidadas: San Pedro de Trones, en el límite occidental con Galicia, donde Álvarez ha recuperado viñedos en las parcelas Borrunde, Bancal Rosé, Teiró o Piedra Finca y Viña Rosendo, viñas cuyos orígenes son de principios del siglo XX; San Juan de Paluezas, en el pueblo de Borrenes y cerca del conocido paisaje de Las Médulas, donde cultiva viñedos de principios del siglo XX, como Viña La “Z” y Peña Verteira; y Puente de Domingo Flórez, en la desembocadura del río Cabrera al Sil, lindando con Ourense, y donde Álvarez trabaja con viñedos a alturas entre los 380 y 450 metros en parcelas como Barreiros, Baixolín o Coroa. Una extensión ligeramente superior a las seis hectáreas donde tiene muy presente el trabajo de los “abuelos” que ayudaron a construir este paisaje intervenido: Floripes, Guillermo, Patricio, Fina o Mercedes son solo algunos de ellos, con los que el productor saca blancos y tintos que buscan marcar la diferencia.
El vino: Pago de los Abuelos Viñedo Barreiros 2021
Para un verano como el que tenemos encima, una buena forma de conocer el trabajo de Álvarez en Pago de los Abuelos es su blanco Viñedo Barreiros, procedente de una viña plantada en 1890 en el Pago de Domingo Fórez con una inclinación del 40% y suelos de pizarra. Fermentado y criado en barrica, es un blanco con fruta madura intensa, notas tostadas y florales, herbales y ligeramente especiadas, voluminoso en boca, potente y refinado al paso. PVP: 25 euros aproximadamente.