Buenos, bonitos, baratos
Vinos de 20 euros o menos para celebrar el día internacional de la garnacha

El próximo 15 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Garnacha, un tributo a una de las uvas más versátiles y apreciadas de nuestro país, que se cultiva, además, en otras partes del mundo. ¿Sin vino garnachista para brindar? Aquí van unas cuantas recomendaciones. Raquel Pardo
La garnacha es, por derecho propio, una de nuestras uvas más internacionales. Con origen en tierras aragonesas (donde hay magníficas expresiones de esta variedad en vinos como el tinto de Somontano Secastilla, uno de los primeros defensores líquidos de la nueva "dignidad" garnachera), se ha extendido, en sus diferentes versiones, tinta, peluda, roja, blanca y, si apuramos, tintorera (aunque esta variedad, técnicamente, no sea una garnacha en sentido estricto) por toda la península, desde Cataluña a Galicia o lugares más inesperados como algunas partes de Andalucía (concretamente, en Málaga hay algunos interesantes tintos, como el que elabora Bibi García en Cortijo Los Aguilares), o Murcia (en Jumilla, por ejemplo, Casa Castillo elabora El Molar) y, por supuesto, el centro de España, con Gredos como uno de sus templos y vinos ejemplares de la elegancia garnachista como La Viña Escondida de Bodegas Canopy, y Rioja, donde la subzona de Rioja Oriental es conocida, precisamente, por sus garnachas: los tintos de Palacios Remondo, Propiedad y La Montesa, son un buen ejemplo de garnachas de esta zona, y recientemente, Quiñón de Valmira, la última incorporación de la familia Palacios a la excelencia de la garnacha riojana se ha sumado a elevar la percepción de esta uva, hasta hace no tanto tiempo, considerada menor y hasta en riesgo de extinguirse en algunas regiones.
Fuera de España también se cultiva, con multitud de nombres, en lugares como Cerdeña (donde lleva el nombre de cannonau), Portugal (donde se la llama abundante), o Francia (son conocidos algunos vinos de la región del Ródano y muchos rosados de Provenza por llevar, sola o acompañada, garnacha tinta, y el emblema de la excelencia de la garnacha es, sin duda, la DOP Châteauneuf-Du Pape, también en la vertiente mediterránea del país vecino).
La garnacha, tras años de ostracismo por considerársela una variedad ruda y con poca capacidad de guarda, ha resurgido con éxito y hoy, los vinos elaborados con sus distintas variedades, ya sea en solitario o como parte de un coupage donde otras uvas realzan sus virtudes (mucha fruta, mucho paisaje, acidez viva y textura fina y apetecible) se encuentra en algunos de los mejores vinos del país.
Para mostrar su versatilidad, y sintiéndonos más garnachistas esta semana de lo que lo somos el resto del año, valgan unos pocos vinos con garnachas varias, ya sea en solitario o formando parte de un ensamblaje con otras variedades, realmente apetitosos y singulares.
Vía Edetana blanco 2022 y Vía Edetana tinto 2021
Edetària es una bodega garnachista desde su fundación, y la garnacha está presente en sus blancos y tintos. Estos dos se basan en garnacha tinta y blanca y buscan su expresión más frutal y más directa desde el paisaje arrebatador de la Terra Alta. Mientras Vía Edetana blanco es un vino serio, con mucha mineralidad y notas de flores silvestres y fruta crujiente, Vía Edetana tinto es un vino con lo que se puede esperar de la garnacha mediterránea: fruta y flores silvestres, expresivo, fino en la boca y tremendamente jugoso. ¡Garnachismo power! PVP: 13,50 euros cada uno.
Arrayán Rosado 2022
Desde Méntrida, Maite Sánchez, enóloga de Arrayán y garnachista convencida, se marca un rosado muy seductor cuya materia prima es la garnacha peluda, lo que le da un punto de seriedad y lo hace perfecto no solo como acompañante gastro, también como copa otoñal perfecta. Es un rosado donde hay mucha fruta silvestre y una viva acidez, con cuerpo y muy bien perfilado, equilibrado, elegante, redondo y jovial en la boca. Delicioso, vamos. Y a un precio que no te lo crees: 16,90 euros.
El Pacto de Cárdenas Ojo Gallo 2021
Ojo, sí, porque aquí la garnacha forma parte de un conjunto más amplio de variedades, no cabalga en solitario. Pero una buena manera de ver lo bien que funciona es así, desde un viñedo viejo y a la par con uvas como la tempranillo, la graciano o la mazuelo, además de uvas blancas. Y es que la garnacha de viña vieja es uno de nuestros patrimonios más valiosos, que en este Ojo Gallo de El Pacto se muestra en perfecta armonía entre variedades blancas y tintas, una mezcla que rescata la tradición vitícola de esta zona riojana y un estilo de vino que, con su frescura y su fluidez, que aligeran mucho el trago, está volviendo a las mesas y las barras. Queremos vinos easygoing, desde luego, este es uno. Frutal, placentero, con una acidez vibrante. Rico, muy rico. PVP: 19,50 euros.
Manga del Brujo 2021
Desde Calatayud con amor… por la garnacha de viña vieja en la patria de la garnacha llega este tintazo del Master of Wine Norrel Robertson, conocido como El Escocés Volante. Robertson se entiende a la perfección con la zona y saca partido de nuevo de una garnacha acompañada por uvas como la syrah, la mazuelo y la provechón, formando un conjunto redondo, silvestre, maduro y expresivo, con la potencia que tienen las garnachas de esta zona, pero con una fantástica elegancia y un final fresco. Un vino para comer con él y disfrutarlo en cada bocado. Además es una auténtica ganga: unos 10,90 euros en tiendas y en su añada 2021 Norrel ha reducido en 205 gramos el peso de la botella, que también incorpora un 32% menos de vidrio, del cual, el 88% es reciclado.
Cruor Classic 2019
Una de las mezclas del Priorat más clásico es la que combina la garnacha con la cariñena, aquí llamada samsó, y alguna otra variedad, como, en este caso, la syrah, con la que forma un tridente de marcado perfil mediterráneo y de estilo potente y sereno; al trío se le añade, completando la mezcla clásica prioratina, un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon, una variedad con una magnífica capacidad de guarda. Este vino que elabora Casa Gran del Siurana es un tinto lleno de fruta y notas especiadas, con toques tostados de la madera que no dominan al vino, es poderoso y cálido en la boca, con sus buenos 15%vol que lo hacen una estupenda copa de invierno, ideal para desgastar la botella mientras se toma un buen guiso de puchero. PVP: 18,90 euros.
Bonus desde Francia: Symphonie 2022
La Provenza es uno de los templos del rosado más conocidos del mundo, y la garnacha también tiene su papel en hacer de estos vinos deseados en todas partes. Desde la bodega Sainte Marguerite, situada en la zona de Var, uno de los centros mundiales del rosado, llega este vino en el que la garnacha baila junto a la local cinsault (pareja habitual de la garnacha por estos lares) y la algo más exótica vermentino, una variedad blanca que es apuesta personal de la casa. El resultado es un rosé con mucha tipicidad, con muchas notas de frutilla silvestre y una acidez viva, un vino sencillo y placentero al que, en días de calor (que aún quedan) le puedes poner hasta hielo; si te atreves. PVP: alrededor de 20 euros en tiendas.