Festividad castiza
Cinco vinos de Madrid para descorchar el día de la Almudena

La patrona de la capital es una buena fecha para dar un repaso a los vinos de la Comunidad y ahondar en su patrimonio vitícola, situado a pocos kilómetros de la gran ciudad. Raquel Pardo. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto y Archivo
El pasado lunes se celebró en la Puerta del Sol el salón de los Vinos de Madrid, un encuentro de productores y elaboradores de las distintas subzonas amparadas por la Denominación de Origen madrileña: Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y la más reciente, El Molar, incorporada en 2019.
Con casi 9000 hectáreas de viñedo acogido a la DO, Madrid elabora mayoritariamente vinos tintos y produce alrededor de diez millones de kilos de uva y cuatro millones de vino embotellado. El resto se vende a granel en España y en mercados internacionales. En total, hay 51 bodegas acogida y 110 marcas de vinos, según datos del Consejo Regulador.
Variedades como la tempranillo, acompañada de otras uvas internacionales como merlot o cabernet sauvignon ocupan parte de los coupages de los tintos, aunque se va viendo una tendencia a elaborar vinos con garnacha, una corriente que tuvo su principal germen en la subzona de San Martín de Valdeiglesias, aunque se cultivan garnachas viejas en la zona de El Molar y en Navalcarnero.
El presidente de la DO, Antonio Reguilón, pone de relieve la importancia de preservar los viñedos viejos de Madrid, uno de sus principales activos que, además, mantiene la vida en pueblos pequeños y supone el 70% del total del viñedo madrileño (hablando de viñas con 35 años o más y que se concentran en pueblos como Cenicientos o San Martín). Reconoce que preservar la cultura del vino en una comunidad como Madrid es “un milagro” por las amenazas que rodean al cultivo de la vid, en algunas regiones, a pocos kilómetros de la capital. Anima, a su vez, a los viajeros del vino a descubrir municipios pequeños, cuevas de elaboración y guarda de vino que aún se mantienen, como las de Navalcarnero.
Aprovechando que hoy es un día muy madrileño como La Almudena, no está de más recorrer algunos de estos paisajes en forma líquida, un territorio inusual y diverso en el que encontrarse con productores de culto, cooperativas o bodegas tradicionales, que elaboran vinos cuya asignatura pendiente es, todavía, conquistar las barras de los bares madrileños y ocupar un lugar más amplio en las cartas de los restaurantes de la región.
Fuerza Bruta 2021
Tinto de garnacha vieja, entre 50 y 90 años de viñedos situados sobre suelos de granito en Aldea del Fresno, en el valle del Alberche. El dúo formado por el sumiller Aitor Paul y el viticultor mentridano David Villamiel lo elaboran con raspón y manteniendo una vinificación artesanal, que incorpora crianza en barricas grandes, foudres de roble francés y toneles de castaño. Especiado, directo y franco, es muy agradable y frutal, muestra una garnacha muy característica de los suelos de granito madrileños. PVP: 18 euros
Initio 2018
Convertido ya en un clásico, este tinto de San Martín de Valdeiglesias, elaborado por la enóloga Isabel Galindo, al frente de Las Moradas de San Martín apuesta por una viticultura ecológica y una crianza tradicional, procurando una intervención mínima. Garnacha silvestre que en esta añada es más fluido que nunca, más ligero de color y con aromas silvestres y de bayas del bosque. Aunque preserva intensidad de sabores, tiene una agradable textura fluida. PVP: 15,40 euros.
El Regajal 2021
Tinto de la subzona de Arganda, concretamente, de Aranjuez, elaborado en una bodega que cuenta con un singular patrimonio: en su entorno viven 77 especies de mariposas, de un total de 225 que existen en España, lo que suma un atractivo más al encanto de unos vinos de corte moderno y elaborados con variedades internacionales. Este tinto lleva cabernet sauvignon, syrah, tempranillo, merlot y petit verdot y es elegante y sedoso, con notas balsámicas y un atractivo clasicismo. PVP: 19 euros aproximadamente.
Sierra Norte Garnacha 2021
Tinto del pueblo de Venturada, en la subzona de El Molar, que mantiene una elaboración tradicional y parte de garnachas sexagenarias plantadas en vaso. Tinto sencillo y amable en la boca, agradable, que mantiene la expresión garnachista en clave clásica. PVP: 8 euros aproximadamente.
Sedro Negral 2020
Curioso tinto elaborado en Navalcarnero por Bodegas Muñoz Martín con la variedad negral, o lo que es lo mismo, garnacha tintorera, una producción limitadísima a 925 botellas que parte de un viñedo en Villamanta y Navalcarnero y pasa 16 meses en barrica. Sazonado y fluido, con notas de fresa y amplio en la boca, con cierta sensación dulzona. PVP: 14,25 euros.