Propuestas de Año Nuevo
Comenzamos el año y, naturalmente, es momento de renovar nuestro compromiso con el wineloverismo para seguir molando. Y es que muchos seres humanos se piensan que esto de beber bien es algo estático, que una vez que conoces, y accedes a ciertas referencias, te puedes relajar, disfrutar, además de dedicarte a otro tipo de frívolas conductas. Santiago Rivas
Qué equivocados estáis. Chillando me tenéis.
Estar al día, ser o, lo que viene a ser lo mismo, parecer, cool exige una actualización constante, una curiosidad y un trabajo que exige horas, conocimiento y mucho bar. Así luego pasa, que os creéis muy guais por beberos un Jura cuando, a estas alturas, es como vacilar de escuchar a The Weeknd o de flipártelo con Lánthimos.
No seáis vanos, os lo ruego. Menos mal que aquí vengo con una serie de tendencias que tenéis que manifestar en vuestro Instagram, a lo largo de 2024, para seguir estando en la cresta de la ola.
- Barolear. Cada vez más, todo lo que se pueda, y cuando digo barolear más bien quiero decir piamontear. Sirve cualquier región y uva tinta del Piamonte ya sea del propio Barolo o Barbaresco, Gattinara… etc. con las nebbiolo o los más genéricos langhes y las variedades más tiesas en forma de freisas, dolcettos y barberas. Además, que esto es muy ajustable a cualquier poder adquisitivo, en eso hay que reconocer que esta zona está muy bien segmentada, hay calidad desde los 15 euros.
- A pesar del punto anterior, Italia no es solo el norte; hay que prestar más atención a sus blancos, naranjas... Ojo con los espumosos de Franciacorta, y vinos del sur, desde Taurasi a Sicilia.
- Si puedes, bebe caro, eso siempre hace gracia y provoca revuelo en redes, ya sea por envidia o aspiración, pero tampoco abuses, de vez en cuando hay que meter botellas asequibles, incluso baratas siempre que tengan cierto culto; de lo contrario más que frontear lo que va a parecer es que no tienes ni puta idea. A esto se le llama la Paradoja del Rapero.
- No cuñadees con los vinos naturales. Todos los chistes que se te ocurran con ellos ya han sido realizados. Deja de hacer el cateto, pero tampoco les otorgues valor por el mero hecho de, en teoría, serlo. Naturalidad con lo natural, por favor.
- Tampoco le des a vinos muy raros, en plan “qué rica esta pinot noir de Colombia”, o al menos, solo de manera excepcional; de lo contrario vas a parecer un excéntrico desnortado. A esto se le conoce como Síndrome del Posmoderno.
- Centroeuropa sigue haciéndote quedar bien. Ya sea, por ejemplo, a través de la blaufränkisch austriaca, la riesling o pinot noir alemanas, la gamay suiza o de las creaciones de culto de checos y húngaros (entre otros).
- Jerez continúa siendo un valor seguro. Ahora, sobre todo, si accedes a botellas antiguas. No me vais a creer, pero hace unos años se debatía sobre si estos vinos mejoraban en botella. Es que hemos pasado por muchos trances para que vosotros bebáis bien.
- Champagne también, como siempre; pero además con la novedad de que esa fascinación que crean los pequeños viticultores champenoise se está mimetizando en España, llegando a Cataluña, empezándose a valorar como merecen ciertas referencias minoritarias del Penedés. Me refiero a elaboradores de espumosos, sin mucho foco ni producción, que están haciendo un trabajo excelente.
- En cuanto a estilos, ahí seguimos igual, queremos que los blancos y rosados sean contundentes y con singularidades, ya sea por tipo o tiempo de crianzas, y los tintos fluidos. Fresqueo al rojo y barroco para todo lo demás.
- Sudamérica, aunque realmente quiero decir Argentina y Chile, es un sí, con el añadido de que ahora además están buenos. Esto también ocurre con Estados Unidos, pero más bien con la parte de Oregón y sus pinots amargas como el juego del Barça de Xavi.
- Sudáfrica, sobre todo Swartland, Australia y Nueva Zelanda mantienen estatus, por ahí podéis beber con tranquilidad.
- En cuanto a Francia, como Borgoña está prohibitivo por precio, están empezando a caer antipáticos y el gusto del personal se está disgregando por el resto de su territorio a tal punto que, hasta Burdeos, felizmente, parece que empieza a recuperar una imagen trendy y amable.
- Regiones españolas por visibilizar dado que ya empiezan a tener, y consolidar, proyectos muy interesantes: Arlanza, Arribes, Valencia, Alicante, Cigales, Málaga (me refiero a lo no dulce, que lo dulce no hace falta que yo lo descubra), Txakolis o Gerona. No son orígenes que yo vea mucho en redes, por lo que tenéis que poneros al día. Es cierto que sigue habiendo mucha mediocridad, pero lo bueno merece la pena. Aquí hemos venido a jugar.
- Siempre hay que enseñar países no tan obvios como, por ejemplo, Grecia, Eslovenia, Serbia, Rumanía, Turquía, Méjico o Uruguay que son estados con los que atreverse y que siguen siendo marginales en cuanto a presencia en los timelines de la gente.
Con esto yo creo que deberíais tener un 2024 tranquilo.
Por cierto: no subáis, bajo ningún concepto, fotos de vinos que no habéis bebido; vosotros creéis que nadie se va a enterar, pero en este mundillo nos cascamos todo y si ya de por sí nos gusta criticar, imaginad cuando encima tenemos motivo.
Que no me tenga que poner en plan policía de balcón, por favor os lo pido, no me convirtáis esto en una casa de lenocinio.
Dicho lo cual, si seguís estas sencillas directrices, un año más, vuestro prestigio enosocial quedará intacto.
De nada.
Imagen de Tim Mossholder // Unsplash
SOBREMESA no comparte necesariamente las opiniones vertidas o firmadas por sus colaboradores.