El vino de la semana

Cuatro Monos Albillo Real 2022

Viernes, 19 de Enero de 2024

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Ayer por la tarde, en el showroom de Península Vinicultores en Madrid, la pareja que forman el catador Boris Olivas y la filósofa María Ángeles Quesada fueron los anfitriones de una cata que trataba de arrojar luz sobre un concepto que se reveló complejo: la perfección en el vino. Raquel Pardo

En la audiencia, catadores experimentados y profesionales del sector intentábamos aportar argumentos, y lanzar preguntas y dudas y mantener un diálogo que Quesada, filósofa experimentada, trataba de seguir los dictados del diálogo socrático y que cada aportación sirviera para avanzar, aunque fuera para que cada uno de los participantes interiorizáramos un nuevo conocimiento, una nueva pregunta.

 

La cata combinó la degustación de cuatro vinos, cada uno con el propósito de despertar un nuevo derrotero en la conversación, siempre en torno a la perfección: la perfección no existe, o sí existe y tiene unos parámetros definidos, el vino perfecto puede ser aburrido, la calidad y la perfección van unidas… o no… la verdad es que fue un debate apasionante que removía el intelecto y llamaba a pensar, pese a que el momento invitaba también a un más relajado afterwork con vinos por medio.

 

El caso es que uno de los participantes lanzó la idea de que la perfección puede aportarla no solo el vino, sino el momento, y en determinadas circunstancias, un vino que no sea perfecto de manera más o menos consensuada lo puede ser en un determinado momento en el que cumple con las expectativas.

 

¿Es eso perfección? Puede.

 

El caso es que es un asunto sobre el que reflexionar, porque no siempre que abrimos una botella tenemos las mismas expectativas.

 

Pero aquí, a esta columna, se viene a hablar de vinos de la semana y sí, las expectativas parten de cierto nivel, que pasa, indefectiblemente, por la sensación de placer que provocan y, como comentamos en el primer vino de la sección (no hace tanto, apenas un mes), cumplen otros requisitos aparte de estar buenos.

 

Que sean perfectos, o no, ya es otra cosa.

 

El de esta semana es un blanco de Madrid, de albillo real sobre suelos de granito, que elabora la bodega 4 Monos en Cadalso de los Vidrios. Un vino con aromas de hierbas aromáticas del monte (camomila, flores amarillas), agradable y silvestre, que tiene una elegante finura en la boca.

 

Sin entrar en muchos detalles técnicos más, lo recomendamos aquí porque, si bien la percepción de perfecto depende (y ese es otro tema que se trató en la cata) de un sujeto que lo perciba, tenemos razones más que suficientes para pensar que despertará, positivamente, emociones en quien lo descorche.

 

Y esta noche de frío y temporal puede ser un escenario perfecto para hacerlo. Como escribe el periodista Jesús Terrés: “Lo difícil es hacer las cosas fáciles”.

 

Hoy te lo ponemos en bandeja con este vino.

 

PVP: 21 €

 

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