La comida del amor: los mejores restaurantes y platos para celebrar San Valentín

Por desgracia, no todos los locales que organizan este tipo de eventos tienen una idea clara de lo que debe ser una velada perfecta, y se limitan a ofrecer un menú con los “hits del momento”, y una decoración supuestamente estimulante. No faltarán las gyozas, los brioches (más o menos mazacotes) con rellenos variados, quizá un pescado en salsa de cava, una carne con frutos rojos, y, probablemente, un postre de color rosa y muchos corazones. Gracias, pero no. Seguro que hay muchos que lo hacen muy bien, y les pido mis más sinceras disculpas, pero ahora mismo no me viene a la cabeza ninguno... ¡Ay, sí! En El Ermitaño (Benavente, Zamora), los hermanos Pedro Mario y Óscar Pérez suelen organizar cenas especiales para esa fecha. Este año, el ágape incluye “capuchino de trompeta negra al ibérico con snack de boletus encebollado”, “tartar de skrei con moluga, encurtidos y ajo blanco de nuez”, “huevo de corral con rebozuelos, cebolleta tierna y panceta crujiente”, “dorada de estero al horno con escalivada, olivada y su caldo fermentado”, “ternera adobada semi-curada con patata, liliáceas, su jugo y miel de brezo”, y de postre “chocolate y frutos secos”. Sin topicazos, pero con imaginación, técnica y mucho sabor. Así, sí.

Un argumento que se suele usar en este tipo de menús es el carácter afrodisiaco de sus ingredientes. No vamos a entrar en la base científica que tiene afirmar que determinados alimentos pueden aumentar la libido, porque lo que importa es que quienes los toman crean en ello. Por eso, vamos a repasar los productos que más fama tienen de ayudar en las artes amatorias, con los mejores lugares para disfrutarlos.

En toda cena amorosa que se precie de tal debe haber marisco, y en España uno de los mayores templos para disfrutar de moluscos y crustáceos es D´Berto (O Grove, Pontevedra). Desgraciadamente el local está cerrado hasta el próximo 13 de marzo y, aunque merecería la pena retrasar la celebración, hay otros muchos establecimientos que saben tratar estos productos para que quedemos como reyes con nuestra pareja. En el cuadro de honor merecen ser incluidos La Flor de Tetuán (Santander, Cantabria), Güeyu Mar (Ribadesella, Asturias), Rías de Galicia (Barcelona), Desde 1911 (Madrid) y Los Marinos José (Fuengirola, Málaga), pero este último también está cerrado temporalmente. Todos estos restaurantes coinciden en tener el mejor producto del mercado y en darle el tratamiento justo (a veces, ninguno) para realzar su sabor. No importa si hablamos de ostras, gambas, cigalas, percebes o langosta, porque el marisco, además de ser rico en zinc (uno de los argumentos que esgrimen quienes defienden sus propiedades afrodisiacas) tiene otra peculiaridad, y es que suele ser necesario servirse de las manos y la boca para disfrutarlo… ahí lo dejo.

Las especias y los chiles aparecen también en la lista de los alimentos que supuestamente incrementan el apetito sexual. Si realmente es así, hay que plantearse celebrar la cena de San Valentín en un restaurante exótico. Si optamos por la comida india, un lugar más que recomendable es Namak (Madrid), el último y sofisticado proyecto de Nadeem Siraj, quien ya se hizo famoso por Tandoori Station, pero que ahora fusiona las técnicas y recetas indias con el mejor producto español. Buceando en la carta encontramos platos tan sugerentes, como los “momos ibéricos” (dumplings al vapor de secreto ibérico con chutney de tomates deshidratados y sésamo), el “Kashmiri Rogan Josh” (cordero cocinado durante 48 horas en un curry de jengibre seco y azafrán), la “merluza Gassi” (al vapor, y servida con un curry de chile y tamarindo), o el “Jeera saffron pulau” (arroz con comino, cardamomo y azafrán).

Los frutos secos, especialmente las nueces, están considerados por algunos estudios como una especie de “Viagra natural”, y ¿qué mejor que un plato en donde este ingrediente es el absoluto protagonista? Existe y lo podemos encontrar en Disfrutar (Barcelona). Bajo el nombre de “Reflexión de la nuez”, se presenta una secuencia de varias preparaciones en donde se ofrece hasta la cáscara. Para bolsillos más modestos que no renuncian a la aventura gastronómica está Nunuka (Madrid), un restaurante georgiano (la ex república soviética, no el estado norteamericano) que utiliza este fruto seco con alegría, en platos como el “pkhaleuli” (dips de verduras con base de nuez y pan casero de maíz con sésamo), el “badrijani nigvzit” (berenjena rellena de pasta de nueces en una salsa de leche de coco y almendras), o el “kharcho con elarji” (guiso de gambas con queso, maíz y salsa de nueces).

Por supuesto, el chocolate no debe faltar en una cena romántica. Es delicioso y, según los expertos, tan bueno para el amor (por el triptófano y la feniletilamina), como para consolar el desamor. Aquí también nos atrevemos a hacer una propuesta sin muchas pretensiones, y que puede servir incluso para finalizar una cena en casa: el “bizcocho fluido de chocolate belga 70% con crema de galletas remojadas en leche, caramelo, chantilly de vainilla y yuzu”, de GoXo, que llega a domicilio a través de Glovo en varias ciudades de España.

No hay que olvidarse del vino, otro afrodisiaco natural que debe acompañar necesariamente una cena romántica. Puestos a tirar la casa por la ventana (que un día es un día), una elección que no falla es Ambivium (Peñafiel, Valladolid), un homenaje a la enología hecho restaurante. Y una última advertencia: si el menú degustación “Cellarium III” con la armonía “Summum” no hace caer rendida a tus pies a tu pareja... cambia de pareja.