Edición de consolidación definitiva
Barcelona Wine Week 2024 cierra su cuarta edición con el propósito de mantener su esencia y su ubicación de Montjuic

La feria vinícola de la Ciudad Condal concluye una edición donde consolida su crecimiento y recibe a más de 21 000 visitantes, según datos de la organización. Redacción Sobremesa
El aproximadamente cuarto de hora de espera para acceder y los cierres momentáneos debido a que se completó el aforo en más de un momento durante la feria (y que afectó a unas 1100 personas, según datos internos de Fira Barcelona) no han ensombrecido el hecho de que Barcelona Wine Week sigue una línea creciente. Ese ascenso se manifiesta en los números de esta edición, que ha cerrado sus puertas a primera hora de la tarde con un saldo de 21 000 visitantes, de los que un 20% han sido internacionales y un total de 952 bodegas procedentes de 73 denominaciones de origen y regiones productoras españolas. La organización de la BWW, que celebró un desayuno de prensa ayer para anunciar los primeros datos provisionales de la feria en esta edición se mostró muy satisfecha con este crecimiento, que también ha traído un 6% más de compradores y celebrado más de 12 000 encuentros comerciales (programados mediante la aplicación para móviles del salón), anunció su propósito de crecer en 2025 ampliando el espacio expositivo en el espacio Montjuic, aunque, matizó, manteniendo la esencia y la calidad con la que nació y asegurar el retorno de la inversión para los expositores. El presidente del salón, Javier Pagés, afirmó que la feria vinícola se ha convertido en una de las tres más importantes del sector del vino en Europa (junto con Prowein y Vinitaly) y que este éxito “nos obliga a redimensionarnos, crecer para acoger más bodegas y más compradores”. El director general de la Federación Española del Vino, José Luis Benítez, añadió que el objetivo es que BWW sea la feria de referencia del vino español, una imagen que el comité organizador quiere trasladar, ya que existe una imagen de España como país productor de vino barato y hay que acabar con ello, si bien, apuntó después Pagés, queda camino por recorrer.
La ubicación en el recinto de Montjuic, en plena ciudad, es uno de los atractivos de la feria, por lo que desde la organización se aseguró que no se plantea el cambio a otros recintos fuera del casco urbano, ya que “forma parte de su encanto, facilita la logística general y el acceso de los visitantes”, comentaron los miembros del comité organizador. Ya se conocen también las fechas de la edición de 2025, que tendrá lugar del 3 al 5 de febrero.
La internacionalización es también otro de los puntos centrales de la feria, que este año ha recibido visitantes profesionales de Estados Unidos, Alemania, Canadá, Países Bajos, Reino Unido o China, entre los que hay grandes operadores y también importadores más pequeños que buscan vinos singulares. En total, se han servido más de 300 000 copas de vino para catar vinos de las diferentes regiones españolas presentes, entre las que han destacado, por volumen de expositores, Ribera del Duero, Rioja y Cava.
Al cierre de la edición, que ha apostado por eliminar los plásticos de un solo uso (en las mesas de cata, por ejemplo, el agua se ha servido en cristal) y utilizar una moqueta ecológica, además de stands reutilizables, se informa de que se han recogido más de 17 toneladas de vidrio y recuperado una parte de los tapones de corcho procedentes de las botellas del salón.