La montaña mágica
Este del Nordtirol

A pesar de su reducido tamaño, las villas austriacas de Kitzbühel y Kufstein conservan intacto el encanto alpino característico de la región. Saúl Cepeda
Si viajamos hacia el este del Nordtirol –la más grande de las provincias del Tirol austriaco, cuya capital Innsbruck es la plaza que cuenta con mayor reconocimiento de la región–, encontraremos dos pequeños y agradables núcleos de población repletos de singulares sorpresas. Kitzbühel y Kufstein son dos localidades de 9.000 y 18.000 habitantes (siendo esta última la más poblada del estado federado tirolés), respectivamente, muy próximas a Alemania y a Salzburgo. Se trata de lugares distintos entre sí a pesar de estar situados físicamente muy cerca: uno es un paraíso para quienes aprecian los deportes de invierno, el aire libre o la vida alpina; mientras el segundo constituye un crisol histórico de gran interés cultural.
Lujo rural
Imagine que vive en un pequeño pueblo de montaña. Ha pasado buena parte de su vida trabajando en la granja de sus padres y disfruta de pequeños placeres a los que no están habituados los urbanitas. Vive en una sólida casa de madera con tejado a dos aguas que construyó su tatarabuelo gracias a los recursos de los frondosos bosques cercanos. No se le da mal el esquí, sabe ordeñar una vaca de la raza Braunvieh, tiene ropas tradicionales de cuero que lleva con elegante soltura en días señalados y alguna vez ha tocado instrumentos de viento de curiosas formas.
Desde hace mucho tiempo –mucho antes de que naciera–, su pueblo es visitado por algunas de las fortunas más importantes del mundo, que compran o se construyen casas muy parecidas a la suya a precios millonarios; practican deportes alpinos bajo la supervisión de algunos vecinos suyos y acuden a actos culturales y competiciones deportivas del máximo nivel internacional.
A usted todo eso le parece de lo más normal. Siempre ha sido así.
Así es la vida en Kitzbühel, una localidad cuyo nombre alude a los pequeños rebecos que pueblan las montañas de los alrededores. Mientras visitamos sus iglesias (Santa Catarina, San Andrés, Nuestra Señora, Hospitalaria...), encontraremos infinidad de cuidadas sepulturas con llamativos ornamentos de forja. Entre ellas, una repleta de telas ceremoniales budistas, la del alpinista Peter Aufschnaiter, cuya historia narró Jean-Jacques Annaud en Siete años en el Tibet. En esta población se celebran numerosos eventos significativos: desde un torneo de tenis de la ATP hasta campeonatos de polo sobre nieve, pasando por exposiciones de vehículos antiguos de alta gama, rallies alpinos, un concurrido campeonato juvenil europeo de fútbol, triatlón de montaña y lago o el vibrante descenso del Hahnekamm por la vertiginosa pista del Streif, una de las pruebas más importantes y arriesgadas de esquí alpino en el planeta, en la cual los esquiadores superan los 150
kilómetros por hora.
En el entorno urbano se saltean numerosos cafés –como la coqueta cafetería Schatzi, con deliciosa repostería casera–, restaurantes y boutiques en los que se percibe el desahogo económico del público que visita Kitzbühel. En las tiendas podemos adquirir típicos atuendos tiroleses de hombre, mujer o niño; o, incluso, adaptaciones de estas confecciones a cargo de prestigiosos modistos.
Como curiosidad para los enoaficionados, en la región se producen diversos vinos (algunos muy agradables) y en el mes de septiembre suele tener lugar una feria vinícola. La bodega Sheiblhofer, de hecho, acordó con la oficina de turismo local producir vinos denominados Kitzbühel The Legend, es decir, bajo la marca del slogan de la villa.
Aledañas a Kitzbühel están las localidades de Reith, con un espectacular campo de golf sobre el lago Schwarzsee –de aguas negras y profundidad de alrededor de ocho metros, uno de los más bellos y cálidos de los Alpes–; Aurach y Jochberg. Además de las completas instalaciones para deportes de invierno, el alquiler de bicicletas eléctricas es una forma ecológica y saludable de remontar las empinadas laderas de la zona, sin perder un ápice de sabor natural.
En piedra
Kufstein es otra de las joyas en la zona Este del Nordtirol. Una sólida ciudad en la que la piedra es el leitmotiv constante de cualquier mirada (stein en alemán significa ‘piedra’, por cierto). Se encuentra situada a ambas orillas del río Eno y allí, en su impresionante fortaleza de origen medieval, se les ocurrió construir el mayor órgano al aire libre del mundo, el Heldenorgel, alojado desde 1931 en la torre cívica. Cuenta con 65 registros, 4.948 tubos y 18 campanas tubulares. Puede escucharse a 10 kilómetros de distancia y, si el viento acompaña, incluso en la cercana Baviera. Un concierto diario tiene lugar después de las campanadas del mediodía de la vecina iglesia de San Vito (originalmente gótica, hoy de estilo barroco) y está dedicado siempre a las víctimas de todas las guerras.
Desde ahí, es perentorio tomar el funicular panorámico y visitar la rotunda fortaleza de Kufstein, un edificio con numerosas exposiciones y una gran complejidad arquitectónica interior, que sirvió en el pasado como prisión política para muchos personajes ilustres y en cuyos jardines se celebran numerosos actos culturales, como pueden ser óperas al aire, conciertos o zarzuelas, gracias a un domo automático que se abre y se cierra en función de la climatología.
Otros puntos de interés son el Altstadt, casco histórico con calles tan peculiares como Römerhofgasse; el Rathaus, el ayuntamiento de la Stadtplatz o la Wasserbastei, la muralla medieval a orillas del río, el cual podemos navegar en el barco San Nicolás. En la región hay parques naturales con fauna protegida, reservas de ciervos y granjas de caballos, así como centros de relax como el spa Bad Häring.
A quienes les gusten las bebidas espiritosas, pueden visitar la fábrica de schnaps –aguardiente– Messerschmied en el cercano pueblo de Ebbs, emplazada en una granja de 250 años de antigüedad.
Outlet de lujo
En la localidad de Kufstein hay una visita imprescindible para los amantes del vino: la fábrica artesanal de cristales de la prestigiosa marca Riedel. Además de la factoría o a la tienda para conocer las nuevas colecciones, hay un interesante y aprovechable outlet con precios muy atractivos.