El orujo y la coctelería
El concurso Panizo confirma la versatilidad del destilado más español

La destilería celebra su 13ª edición del “Concurso Nacional de Cócteles Panizo” demostrando la buena salud de la coctelería española con 73 recetas presentadas sobre las que el jurado escogió diez finalistas para conceder tres premios. El cóctel “La Gilda” del barman cántabro Borja Gutiérrez se alzó con el primer premio. Teresa Álvarez. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto
Licores, orujos, cremas… Recetas ancestrales y nuevos caminos. La familia Panizo, con sus tres hermanos al frente: Jerónimo, María Jesús y Ana María, ha sabido renovarse sin perder un ápice de su pasado. El negocio surge en 1938 con sede en la provincia de Zamora, en la comarca del Tera. Allí esta empresa familiar labora, investiga y crea destilados premium con un sello muy español que viaja desde el aguardiente al licor de hierbas pasando por el orujo tostado de azúcar con su color ambarino a sus modernas versiones de monovarietales elaborados desde tres uvas: verdejo, sauvignon blanc y la local prieto picudo.
Muchas variantes que permiten a los bármanes participantes encontrar ingredientes perfectos para realizar las combinaciones más deliciosas y atrevidas. Y lo demuestran en el escenario con siete minutos para ejecutar su bebida con una presentación impecable, un aroma y un sabor perfecto, un equilibrio adecuado y una ejecución relativamente sencilla que sea aplicable a la barra de un local. Porque el jurado de este concurso valora todos esos puntos antes de decidir qué cóctel será el ganador.
En esta edición fue el barman cántabro Borja Gutiérrez el que se alzó con el premio dotado con 2000€ con un cóctel elaborado con el aguardiente de verdejo, un toque de pacharán, amontillado, vermut blanco, bitter y sirope de rosas. En la presentación, con una gilda de la marca Codesa que acompañaba a la perfección esas notas amargas y frescas idóneas para un aperitivo.
El segundo lugar fue para el cóctel Homenaje del zamorano Jonathan Méndez que hemos disfrutado en la sala de El Ermitaño y el pódium se completa con Adrián Orgaz, que nos trajo desde Zaragoza su combinado Jú Zi.
Parece necesario hacer una reflexión sobre las infinitas posibilidades que ofrecen los aguardientes y los orujos como espirituosos en un combinado. Atrás quedan esos días de olvido y de dejadez hacia un producto que se consideraba envejecido. Hoy los bartenders españoles utilizan y presumen de estos ingredientes tan nuestros y demuestran con orgullo que compiten en la más alta gama del mundo del destilado.