Nuevo vino

Les Parcelles, el nuevo reto de Didier Belondrade

Martes, 30 de Abril de 2024

Le gusta tomar el camino más difícil del vino, porque afirma que “los caminos de montaña son más duros, pero te encuentras menos gente”. Y por eso creó un vino blanco de alta gama en Rueda hace tres décadas. Hoy nadie cuestiona sus decisiones. La última, elevar todavía más las expectativas con su vino de dos fincas excepcionales y con una labor enológica de alquimista, Les Parcelles. Mientras, su hijo Jean sigue sus pasos y recorre algunos nuevos, como un vino tinto en Priorato. Mayte Lapresta. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto

Compartir mesa con Didier Belondrade es algo más que charlar y catar grandísimos blancos. Hay algo en su acento francés, en su forma de aludir a la literatura o al arte de manera natural para explicar sus vinos, en la narrativa cariñosa con que cuenta su historia, sus ideas. El caso es que matices y aspectos personales al margen, este creador (que no enólogo, donde confía plenamente en el buen hacer de Marta Baquerizo) tiene algo de brujo, adivino o visionario porque ha sido capaz de crear un blanco con precio de tinto en nuestro país, algo impensable hace 30 años, pero de absoluta tendencia en la actualidad.

 

 “El vino es el lenguaje de la tierra y el reflejo de un clima, el hombre es solo el intérprete” declara. Y parece que él sabe traducir a la perfección lo que las duras llanuras de la meseta tenían que ofrecer. Aterrizó en España con un objetivo, hacer un vino especial, muy personal y con un toque arriesgado. Y vio en la verdejo un potencial que nadie en ese momento le otorgaba. Así nace Belondrade y Lurton, un vino de guarda que consolida su filosofía de elaborar vino de su propia finca al estilo château, poca intervención en el terruño, con un gran respeto al entorno (la bodega cuenta con sello ecológico desde 2010 y el vino desde la añada 2019), selección rigurosa del fruto y crianza mínima de seis meses en roble. Al proyecto inicial y siempre bajo la tutela de Baquerizo, Didier recorre nuevos caminos en compañía de su hijo primogénito, Jean, y así inauguran una nueva bodega obra del arquitecto Vicent Defos du Rau, crea Quinta Clarisa, su primer y único rosado (o tinto ligero como ellos prefieren denominarlo) y Quinta Apolonia, interpretando de manera radical la verdejo en busca de la máxima expresión varietal. Dos nombres de mujer que toma de los de sus hijas para seguir creciendo, comprando buen viñedo hasta las 40 hectáreas que hoy poseen. Parcelando, analizando, afinando su peculiar y único ensamblaje final de los vinos que es emblema de la casa.

 

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Y ahora Les Parcelles. Un proyecto que nace de la compra de dos parcelas de viñedo viejo muy especiales, La Cruz y Alameda. Y así en la añada 2018, una vez reconducidas las cepas, deciden crear una interpretación pura y genuina de estos terruños. Como dice Didier “un vino sin obligaciones, sin ataduras, que se hace por el puro placer de elaborarlo. El vino que soñé hacer cuando llegué a España”. De momento menos de dos mil botellas y la añada 18 ya está agotada. Pero la 19 ya está preparada así que no nos la perderemos.

 

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