Santiago Rivas

Deep Wine

Sábado, 18 de Mayo de 2024

Esta vez vengo a Sobremesa con un X-File, un caso digno de la nave del misterio, a tal punto que, cuando acabéis de leer este texto, no vais a encontrar una explicación, solo el planteamiento. Santiago Rivas

Dentro de mis quehaceres profesionales se encuentra viajar a regiones vineras para conocer diferentes vinos y bodegas. Cuando estos viajes se hacen en coche o autobús contratado a tal efecto, a pocos kilómetros del destino empieza a ocurrir un fenómeno inquietante. A ambos lados de la carretera, a poco que mires por la ventana, empiezas a vislumbrar bodegas; esto es lo normal, me replicaréis. Pero no, no es normal, porque la mayoría de las bodegas que diviso no las conozco.

 

Son nombres en plan “Viuda de Antonio”, “Herederos de Sagunto” o “Viña de la Ribera”. Como tampoco llevo tantísimo en este sector y mi actividad se centra en la parte más iniciada, me tranquilizo pensando que, bueno, no las conozco, pero por ignorancia propia.

 

[Img #23446]

 

A los pocos minutos no me resisto; no puedo, es mi naturaleza, y pregunto a mis acompañantes si conocen o, incluso, han bebido, algún vino de “Heredad del Mostrenco”; y ahí es cuando mi desasosiego se dispara al responderme, casi al unísono, que nanay, que “ni puta idea, Santi”. En estas finalizamos el viaje al llegar al hotel o bodega de turno y, entre unas cosas y otras, se disipa este terror lovecraftiano hasta que vuelva a visitar otra región y me ocurra lo mismo.

 

Ante esta situación, decidí tomar las riendas de mis pánicos e hice una búsqueda muy sencilla en Google consistente en averiguar el número de bodegas existentes en España; el dato resultante me ha dejado enormemente preocupado. Y es que según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2022, el número de bodegas registradas en España, cuyo código de actividad CNAE sea el 1102 correspondiente a la elaboración de vinos, es de 4078. Por tanto, en este país existen 4078 sociedades que se dedican a producir vinos. Esto no quiere decir, especulo, que todas tengan una bodega (varias pueden compartir instalaciones), pero también puede ser, siempre desde la conjetura, que una empresa tenga varias bodegas.

 

Entonces, vamos a dar este número por fiable y, redondeando, voy a concluir que en mi querida nación hay 4000 bodegas.

 

Bien, pues yo estimo que en los 16 años que llevo divulgando, de 2008 a 2024, ya sea desde un triste perfil de Facebook a todo un Sobremesa, no creo que haya probado vinos de más de 1500 bodegas patrias. Y lo mismo exagero. Es decir, toda mi trayectoria ha ignorado como mínimo a 2500 bodegas.

 

Esto explica que muchas con las que me topo en mis viajes no las conozca, pero como tampoco parecen conocerlas mis compañeros, ni las veo en otras cuentas de Instagram, ni tan si quiera cuando me doy un garbeo por los supermercados, si nadie parece verlas…

 

¿A qué coño se dedican? ¿Quién son? ¿Dónde venden? ¿A qué precio? ¿Son rentables? ¿Alguna hará buen vino? ¿Son objeto de consumo de cercanía? ¿Solo exportan? ¿De qué van? ¿Cuántos vinos hacen? ¿Por qué nadie los conoce? ¿Cómo se lo pueden permitir?

 

Es que es alucinante, más de la mitad del sector me es invisible.

 

En consecuencia, desde esta tribuna solicito al Gobierno de la nación que proceda, con suma urgencia, a reclutar a un grupo de héroes que se dediquen a visitar estas bodegas y contarnos qué han visto, cómo saben esos vinos y qué etiquetas tienen. Que estos valerosos vinonautas visiten estos proyectos y nos cuenten.

 

Porque está claro que existen otros mundos, pero están en este.

 


 

Imagen de Javier Balseiro // Unsplash

 

 

SOBREMESA no comparte necesariamente las opiniones vertidas o firmadas por sus colaboradores.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.