Del volcán a volcán
El vino de la semana: Versante Nord 2021

Esta semana el vino escogido es un tinto mediterráneo y volcánico, curiosa confluencia de circunstancias que llevaron a su elaborador desde Tenerife hasta Sicilia. Raquel Pardo
Un año antes de que naciera Eduardo Torres Acosta, el viticultore tinerfeño que está detrás de la elaboración del vino de esta semana, el pueblo de Randazzo (Sicilia), situado en el lado noroeste del Etna, se libró por los pelos de la destrucción provocada por una rápida expulsión de lava desde el volcán. Faltaban todavía tres décadas para que Torres Acosta, quien creció aprendiendo sobre viticultura en Tenerife, primero, junto a su familia y después formándose en Ingeniería Agrícola y Enología, trasladara su curiosidad de una tierra volcánica, la que le vio crecer, a otra, que es donde ha forjado su proyecto bodeguero.
Ahí, en Randazzo, en la zona norte de la isla y en una ladera del Etna, ese volcán donde Hefesto utilizaba el fuego para templar sus armas, es donde Torres Acosta, tras llegar en 2012 a Sicilia para vendimiar junto a Arianna Occhipinti y después trabajar como enólogo en Passopisciaro, la bodega creada por Andrea Franchetti a los pies del Etna en el año 2000, una iniciativa que fue pionera en la recuperación del viñedo volcánico en la región. Franchetti describe el trabajo vitícola en la zona de una forma reveladora: “Aquí no hay Madre Naturaleza. Aquí llevas a cabo una viticultura basándote en la materia que procede de su terrible interior”, un pensamiento que, quizás, remite a la creencia de que es aquí, en lo más alto del cráter, es donde se encuentran las puertas que conducen al infierno.
Pero el desafío debió de parecerle interesante a Torres Acosta, quizá, también, por su ADN volcánico, y en 2014 comenzó a recuperar viñedos abandonados en la vertiente norte del volcán, para elaborar su primera añada en 2015. Ahora su proyecto cuenta con nueve viñedos distintos y casi cinco hectáreas, muchas de ellas plantadas en vaso tradicional, y con una labor de recuperación que continúa afianzando sus raíces y poniendo el acento en variedades locales.
El de esta semana es uno de sus ejemplos, con la nerello mascalese como protagonista y un pequeño porcentaje de otras variedades locales; procede de viñedos viejos de varios distritos de la ladera norte sobre terrenos volcánicos, de roca, arena y ceniza que es testimonio vivo de las constantes erupciones del Etna a lo largo de los siglos y fruto también del trabajo de restauración del viticultor, que preserva la expresividad del paisaje utilizando prácticas biodinámicas y elaborando de la forma más natural posible, en hormigón y sin control de temperatura. Este Versante Nord, vertiente norte en italiano, es un vino mediterráneo, de fruta roja madura pero crujiente, ligeramente especiado, fluido y sabroso trata de reflejar ese paisaje fértil, recuperado a la naturaleza, casi reinventado, como rescatado de las puertas del infierno.
PVP: 23 €