Ganando cuota

El nuevo brío de los blancos riojanos

Martes, 04 de Junio de 2024

Rioja lleva unos años apostando por sus vinos blancos. Lo que ofrece hoy la denominación en este segmento, y mostró en sendos Salones en Madrid y Valencia, es una gran diversidad. Vinos distinguidos en los que la viura cede protagonismo a variedades blancas minoritarias. Ana B. Gabaldón

Conocemos la calidad de Rioja en tintos y también de sus viuras clásicos, pero no la gran variedad de blancos que habita el panorama actual. Son vinos distinguidos, que muestran las virtudes de otras variedades autóctonas minoritarias como la garnacha blanca, tempranillo blanco o maturana blanca, en su mayoría con crianza sobre lías o en roble, pero primando más el carácter frutal que los blancos del siglo pasado. Para mostrar las elaboraciones blancas de la actualidad, el Consejo Regulador celebró en abril sendos salones en Madrid y Valencia que reunieron a cientos de profesionales. Y, a tenor de lo que aquí se pudo catar, se augura una nueva etapa, incluso algunos ya hablan de la ‘segunda edad dorada’ de los blancos riojanos.

 

Ganando cuota de mercado y fama internacional

 

No es que los blancos vayan a quitar el cetro a los tintos. Según los últimos datos de la cosecha de 2022, la D.O.Ca. Rioja comercializó un 86% de vino tinto y algo menos de 10% de vino blanco, pero están despegando. La Memoria Anual que presentó en mayo el Consejo Regulador a partir del estudio realizado por la consultora Nielsen IQ, indica que la comercialización de los blancos riojanos en el mercado español está creciendo desde hace años: en 2023 se incrementó un 7,13% respecto al año anterior, y ya en 2022 había experimentado un crecimiento de un 5,62% con respecto a 2021. Rioja se erige ya como la segunda denominación de vinos blancos en el mercado español, con una cuota en el segmento del 8,4%.

 

[Img #23501]

 

En cuanto al mercado internacional también se avanza, y estas elaboraciones cosechan nuevos éxitos. Como muestra, corona “la lista Parker” de este año un blanco de Rioja, el 2004 López de Heredia Viña Tondonia Gran Reserva, vino que además obtiene 100 puntos en el ranking anual del Master of Wine Tim Atkin.

 

Los vientos soplan a favor, y más teniendo en cuenta que el consumo mundial de vino blanco ya ha superado al de vino tinto (aunque esta tendencia todavía no ha llegado a España, donde imperan los tintos). Lo que está claro es que los blancos están en boga, los datos hablan de su ascenso, y potenciarlos representa para Rioja una gran oportunidad de desarrollo. Por ello, cada vez más bodegas de la región los incluyen en su catálogo.

 

Uvas minoritarias a escena

 

Hasta mediados de la década de los 70 se producían más blancos que tintos en Rioja. Después llegó el giro de casi 180º hacia el tinto, los viñedos blancos se fueron reduciendo, incluso en los noventa se prohibió la plantación nueva de uva blanca. Hoy, de las 66 797 hectáreas de viñedo inscrito en la D.O.Ca. Rioja, el 91% corresponde a uvas tintas y un 9% a uvas blancas, pero todo apunta a que estas plantaciones seguirán creciendo.

 

Son nueve las variedades blancas autorizadas por el Consejo Regulador. La viura es la reina con casi 4000 hectáreas de viñas, lo que representa el 68,7% de la extensión total de uvas blancas en Rioja. La segunda más cultivada, a gran distancia de la viura, es la tempranillo blanco, que ocupa el 12,6% del viñedo blanco riojano. Luego estarían la garnacha blanca (3,6%), malvasía de rioja (2,2%), maturana blanca (0,6%) y turruntés (0,1%). Estas cinco variedades autóctonas copan cada vez mayor protagonismo. En el caso opuesto están las tres viníferas foráneas aprobadas en 2007: chardonnay (2,6%), sauvignon blanc (3,3%), y verdejo (5,4%). La aprobación de esta última generó mucha controversia y hoy su cultivo está estancado.

 

[Img #23500]

 

La tempranillo blanco, variedad exclusiva de la D.O.Ca. Rioja, tiene pocos años de existencia, ya que es el resultado de una mutación genética natural de una cepa de tempranillo tinto encontrada en un viñedo de Murillo de Río Leza en 1988. Ha venido ganando peso y hoy día ya se cuentan más de 800 hectáreas de viñas de este varietal. Se caracteriza por su frescura, acidez y toques herbáceos. Pablo Franco, director técnico del Consejo, elogió también la ‘plasticidad’ de la tempranillo blanco: “da mucho juego cuando está maduro y también en vendimias más tempranas”.

 

Por otro lado, destacó el especial repunte que están experimentando la garnacha blanca y la maturana blanca. La primera, aporta estructura y grasa en boca, carácter, elegancia y amplitud; mientras que la segunda se caracteriza por su amabilidad y alta acidez.

 

Cata en el restaurante A’Barra

 

El 15 de abril el Consejo Regulador celebró una cata de 10 vinos especiales dirigida a la prensa especializada en el restaurante madrileño A´ Barra. El evento estuvo dirigido por Pablo Franco y contó con la presencia de Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Regulador. A continuación, detallamos los vinos de la cata, una muestra de la gran diversidad que ese mismo día se pudo apreciar en el Salón de Blancos de Rioja celebrado en el Regency Hesperia Madrid.

 

Abel Mendoza Jarrarte 2023 (10 €) de Bodegas Abel Mendoza. Abrió la cata el blanco más joven, con la viura y tempranillo blanco como protagonistas, junto a pequeños aportes de malvasía, garnacha blanca y torrontés.

 

Ijalba Maturana Blanca 2023 (16,65 €), de Viña Ijalba. Primer vino en el mundo elaborado íntegramente con maturana blanca, donde esta uva se expresa en todo su esplendor como monovarietal. Fermentación 90% en depósitos de hormigón y 10% en barricas, y crianza de 4 meses con sus lías en los mismos recipientes.

 

Izadi Larrosa Blanco 2022 (8 €) de B. Izadi. Un monovarietal de garnacha blanca que se surte de viñedos localizados en Rioja Alta y Rioja Alavesa, con crianza de 3 meses sobre sus lías en depósitos de inox.

 

Pujanza Añadas Frías 2021 (114 €), de B. Pujanza. Este blanco de viura con origen en Laguardia (Rioja Alavesa) fue una de las estrellas de la cata. Realizó la fermentación en diferentes recipientes y una crianza de 12 meses en barricas de roble francés y huevo de hormigón.

 

Roda I 2021 (65 €) Bodegas Roda se estrenó en el mercado con la añada 1992 y ya se ha convertido en un clásico riojano. Tercera añada en el mercado de este blanco con base de viura y complemento de malvasía y garnacha blanca. Fermentación en tinas de roble francés y bocoy, y trabajo sobre lías. Realizó una crianza de 18 meses en bocoy y 18 meses más en botella. Marcada presencia de la madera y gran capacidad para evolucionar en el tiempo.

 

Ramón Bilbao Límite Norte 2020 (22 €). Coupage de dos de las uvas minoritarias: tempranillo blanco y maturana blanca. Los viñedos están situados en la parte más alta del extremo occidental de La Rioja, en Cuzcurrita de Río Tirón. Fermentación en hormigón y 6 meses de crianza.

 

Rioja Vega Tempranillo Blanco Reserva 2020 (40 €), de B. Rioja Vega. Bodega con 140 años que apuesta en los últimos tiempos por la elaboración de blancos longevos basados en uvas autóctonas más allá de la viura. Este tempranillo blanco procede de una parcela ubicada en Viana (Rioja Oriental). Fermentación en barricas francesas y húngaras, pasa 6 meses con sus lías y madura 12 meses más en roble francés.

 

Flor de Muga Reserva 2020 (38 €). Otro de los vinos que más gustó. Pertenece a la nueva gama de la gran casa de Haro, y combina viura, maturana blanca y garnacha blanca. Fermenta y madura con sus lías en roble francés nuevo de tostado suave, para después envejecer 6 meses en barricas nuevas de roble francés.

 

Valdesabril Viñedo Singular 2020 (47,50 €), de B. Nivarius. Este monovarietal se comercializa con la categoría de ‘Viñedos Singular’. Se abastece de viñas del Alto Najerilla, municipio de Baños de Rio Tobía. Fermentación en tonel de madera con levaduras autóctonas y crianza sobre lías. Pasa 12 meses madurando en tonel de roble francés.

 

200 Monges Reserva 2010 (50 €), Bodega Vinícola Real. Viñedos viejos de viura (90%) y malvasía (10%) en el Valle del Iregua y del Alto Najerilla. Tiene crianza sobre sus finas lías en tina de roble y 12 meses en botella.

 

En general son vinos longevos, como los que siempre han caracterizado a Rioja, pero con la mayor riqueza de matices que aportan las variedades blancas minoritarias. Vinos que sorprenden positivamente y que han creado un panorama caracterizado por la diversidad. Rioja tiene mucho que decir en cuestión de blancos.

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.