Champagne revelado
Las revelaciones de Dom Pérignon en Barcelona
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La prestigiosa casa de champagne Dom Pérignon, parte del grupo LVMH, presentó en Révélations 2024, de la mano de su "chef de cave", Vincent Chaperon, las añadas 2015 y 2006 Plénitude 2 durante un evento de gala repleto de conexiones artísticas celebrado en La Fábrica de Ricardo Bofill en Barcelona, en el que tuvo gran protagonismo la gastronomía creativa de los chefs Niko Romito y Albert Adriá. Saúl Cepeda
Dom Pérignon, una de las marcas más emblemáticas del coloso del lujo Louis Vuitton-Moët Hennesy [LVMH] —matriz con la que Bernard Arnault sustituyó a Elon Musk en el podio global de las fortunas unipersonales—, maison bautizada con el apellido del monje benedictino inventor (o descubridor por azar) del método champenoise, lleva décadas como vanguardia didáctica del concepto de vintage, dedicado en exclusiva a la producción de añadas excelsas, máxime frente a la progresiva saturación de los lineales de supermercados con referencias creadas más o menos ad hoc para comercializar champagnes de procedencias heterogéneas y ensamblajes transversales.
Una muestra más de esta disposición divulgativa ha sido el reciente evento Révélations. Esta cita -fórmula anual desde 2021 y que, en esta ocasión, ha tenido lugar en Barcelona por expresa decisión de Vincent Chaperon, chef de cave de la casa y enamorado de la ciudad condal- ha expuesto internacionalmente las novedades de la marca ante un foro de periodistas y líderes de opinión del mundo del arte, la moda y la gastronomía. Cabe recordar que España es el noveno mercado mundial del champagne y que negocios como Pachá Ibiza se cuentan entre los principales puntos de venta globales de Dom Pérignon en el planeta, con cifras que superan las 8000 botellas por temporada.
La presentación mundial, cuyo evento principal ha tenido lugar en el excepcional edificio La Fábrica, sede de Ricardo Bofill Taller de Arquitectura, contó con el respaldo gastronómico de los chefs Albert Adrià y Niko Romito, dos destacados referentes de entre el medio centenar de cocineros mundiales que ejercen como embajadores de la marca; y con un recital del pianista Bertrand Chamayou.
Durante las jornadas, Vincent Chaperon ha mantenido varias conversaciones con los asistentes en las que se ha reflexionado sobre las sinergias entre distintas disciplinas artísticas y la producción enológica a la hora de trasladar la experiencia de Dom Pérignon al consumidor. Muy en particular, de manera concatenada con las impresiones volumétricas del arte, puso de manifiesto la enorme influencia de las texturas a la hora de percibir el champagne en boca, al punto de emplear en las catas un lenguaje más cercano a la geometría y la topología que a las referencias enológicas habituales.
De manera menos conceptual, Chaperon también expresó sus impresiones sobre el impacto del cambio climático, máxime en una marca que se define por la selección de añadas excepcionales, en un proceso de largo plazo en sus viñedos Grand Cru de Aÿ, Bouzy, Cramant y Verzenay y Premier Cru de Hautvillers. Además de apelar al trabajo cotidiano de monitorización de fruta, suelos y clima, dejó entrever la relevancia creciente de la biotecnología y la ciencia de datos en los métodos vitivinícolas.
La acción de la marca francesa ha servido, por supuesto, como soberbio escaparate interactivo para los Dom Pérignon Vintage 2015 (259 euros) y Vintage 2006 Plénitude 2 (612 euros), unas referencias que apenas estarán disponibles durante el mes de septiembre.
El evento coincide asimismo con la exposición Trace del Palau Martorell -abierta al público de manera gratuita-, una muestra artística a cargo de la marca champanera en la que se exponen elementos piezas fotográficas y plásticas relacionadas con el proceso creativo Pré-Assamblages 2023, entre ellas una obra inédita de Giuseppe Penone, representante fundamental del arte pobre.
Sobre los champagnes, la esencia Dom Pérignon
Dom Pérignon Vintage 2015
Nacido de una campaña con contrastes climáticos drásticos de primavera fría, verano seco con sequía y vendimia soleada, se trata de un vino que genera una sensación muy estable en boca que define perfiles horizontales que se alinean en el paladar para definir sabores, en general, inequívocos. Destacan un leve amargor y aromas de almendras y cacao, con notas tostadas que pueden confundir y hacer suponer madera. La fruta de hueso está presente y los aromas de tila y jazmín son más infusionados que florales.
Dom Pérignon Vintage 2006 Plénitude 2
Esta añada es envolvente, esférica. Su perfil de aromas delicado bascula entre lo floral y lo mineral, a la vez que adquiere notas de moca y cidra. Aunque el primer efecto en boca resulta tierno, poco a poco gana textura y leves amargores que activan una sutil salinidad y aromas más profundos de frutos secos y tostados. Es interesante además comprobar la sana evolución que se ha producido en este vino desde que se presentó su segunda plenitud en 2021.