Veinte años de espera

El vino de la semana: Recaredo Homenaje a Josep Mata Capellades 2004

Domingo, 14 de Julio de 2024

El de hoy es un vino sentimental, que celebra un centenario y una sólida labor para llevar el espumoso español a la categoría de grandeza. Raquel Pardo

En el día en que se celebra la final de la Eurocopa y las esperanzas futboleras del país están puestas en esa victoria sobre Inglaterra parece más que adecuado recordar a un futbolista que está detrás de la creación de una de las bodegas de espumosos punteras en España como es Recaredo. Josep Mata Capellades fue, en efecto, un jugador profesional de fútbol del Centre D’Esports Sabadell Fútbol Club, con el que compartió algunos de los años más gloriosos del equipo, que llegó a pasar varias veces por Primera División de la Liga Española.

 

Mata Casanovas fue, además, un experto degollador de espumosos, una labor con la que estableció, como aprendiz, su contacto con estos vinos en Sant Sadurní D’Anoia, su localidad natal. Allí compaginaba su actividad futbolística con la de degollador por horas en distintas bodegas, y gracias a su destreza, enseñó a otros profesionales este trabajo, que requiere de un buen giro de muñeca y atención constante. Mata Capellades comenzó a recibir pedidos de espumoso y eso le dio la energía para montar, junto a su esposa, Francisca Casanovas, estableció Recaredo en 1924, un nombre que escogió por ser el apodo con el que se conocía a su padre, Recaredo Mata Figueras. Así ponía fin a la tradición alfarera de la familia y daba los primeros pasos de lo que hoy es una de las bodegas irrenunciables del espumoso español.

 

Él mismo, armado con un pico y una pala, fue construyendo en los años 40 las bodegas debajo de la casa familiar, cuyo salón conserva su estado original, ahora reconvertido en espacio social donde contar a las visitas la historia de Recaredo. El retrato del abuelo Josep sobre la chimenea preside el espacio, como un recuerdo al origen familiar que alcanza ya la tercera generación, y los antiguos lagares de la casa se han convertido en un santuario para guardar enotecas y vinos de añadas antiguas, un espacio para sorprender al visitante y donde no se admiten fotografías para provocar ese efecto desvelador.

 

Recaredo fue poco a poco ganando popularidad y sus puertas se abrían para que los clientes pudieran visitarlas y adquirir algunas de sus marcas, entonces, solo disponibles allí mismo. Al tiempo, Josep Mata Capellades fue interesándose por la viticultura como algo esencial para conseguir vinos de alta calidad, y formó parte del grupo de pioneros que empezaron a elaborar espumosos brut nature con largas crianzas, en su caso, con tapón de corcho natural, una apuesta que se salía de la corriente de utilizar el tapón de corona antes del degüelle.

 

Sus dos hijos, Josep y Antoni Mata Casanovas continuaron con la labor de su padre e hicieron crecer Recaredo en popularidad, reforzando su imagen de bodega que apuesta por la calidad y las largas crianzas, además de los vinos de parcelas, algo que continuaron fomentando los miembros de la tercera generación, ahora al frente de Recaredo, en una etapa en la que, por primera vez uno de sus espumosos, Turó d’en Mota 2001, ha alcanzado los 100 puntos otorgados por The Wine Advocate, algo que no había conseguido ningún espumoso español hasta la fecha.

 

El vino de la semana es, pues, un espumoso (brut nature, claro) que reúne muchas emociones: la de llegar a cumplir cien años y tres generaciones, el homenaje al fundador y también el recuerdo para Antoni Mata Casanovas, hijo de Josep y presidente de Recaredo, que murió a finales del año pasado y no pudo presenciar las celebraciones del centenario de la bodega, pese a que sí participó en los preparativos. El Homenaje a Josep Mata Capellades 2004, una partida del Reserva Particular que la familia ha guardado durante dos décadas, se elabora con viñas viejas de macabeo (67%) y xarel·lo (33%) de la zona noreste del Alt Penedes, viñas sobre suelos calcáreos y textura franco arcillosa, y que ha estado 224 meses en botella, una guarda que hace de su salida de las cavas “muy emocionante”, tal como lo describe Josep Mata, tercera generación de la familia. Ese tiempo de reposo ha acomplejado su expresión, llena de matices frutales maduros, frutos secos y burbuja fina y elegante, con una sublime frescura que es marca de la casa.

 

Como reza el himno del Sabadell, “Cantamos, cantamos en el club de tanta historia forjada con tantas inquietudes y tantos afanes, luchando por alcanzar esta gloria que nos ha traído el esfuerzo de tantos y tantos años”, un brindis que no puede ser más afortunado para este centenario, en un día especialmente futbolero como el de hoy.

 

PVP: 275 €

 

 

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