Variedad recuperada

El vino de la semana: Torres Gonfaus 2022

Viernes, 26 de Julio de 2024

El de esta semana es un vino que materializa la búsqueda de variedades olvidadas y ancestrales como una de las acciones más eficientes para asegurar la continuidad de la vitivinicultura en un entorno de cambio climático, una tarea costosa y lenta que requiere años y músculo financiero. Raquel Pardo

Aunque lo de localizar y utilizar variedades antiguas, hace unos años descartadas en aras de la productividad, para elaborar vinos que recuperen la perdida frescura a la que ha conducido el aumento de las temperaturas y un clima cada vez más cálido e impredecible parezca algo novedoso, no son pocos los investigadores que, a base de observar y estudiar el viñedo, tomaron consciencia de esta amenaza hace ya décadas.

 

Además de iniciativas públicas, como las emprendidas en el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Agroalimentario (IMIDRA), y de investigadores como su director Félix Cabello, y su equipo, quienes están detrás de la recuperación y caracterización de variedades en distintos puntos de nuestros suelos vitivinícolas, y de las labores investigadoras de otros organismos en zonas como Rioja, Castilla- La Mancha, Castilla y León o Navarra, también se han recuperado uvas antiguas mediante proyectos privados como el de Miguel Agustín Torres, quien empezó en los 80 a buscar variedades que habían sobrevivido a la destructora filoxera. La idea era localizar uvas fuertes, resistentes a la sequía y al calor, y que habían sido olvidadas o descartadas para elaborar vinos interesantes por distintas razones, desde su poca productividad a las dificultades de su cultivo.

 

Afortunadamente, el progreso está para algo y el conocimiento en viticultura ha permitido recuperar el cultivo de algunas de estas uvas que resultan muy interesantes y válidas para formar parte de los vinos nacidos en este escenario de cambio climático.

 

La variedad que protagoniza el vino de esta semana es la gonfaus, uno de los ejemplos de esa supervivencia que detectó Torres en 1998 y cuyo cultivo ha replicado en su finca de Les Garrigues (Lérida), llamada Purgatori como uno de sus vinos adherido a la DO Costers del Segre. Gonfaus es una variedad tinta hembra, algo poco habitual que suele darse en variedades silvestres y que hace pensar que es madre de otras variedades, como, posiblemente, la querol, otra de las uvas rescatadas por Torres e incorporada a su tinto de alta gama Grans Muralles. Es poco productiva, y Torres la plantó entre 2004 y 2017 en una superficie de unas 13 hectáreas, en una zona de clima continental y suelos arcillosos con alto contenido en caliza activa. La gonfaus se emparenta, según ha investigado la bodega, con uvas como la pirene o la graciano, lo que indica que es una especie antigua.

 

Esta añada, la de 2022, es su segunda cosecha comercial, una vez se ha demostrado su capacidad para ofrecer un vino interesante, y se ha elaborado con una fermentación en depósitos de acero y cemento y con una crianza de seis meses en roble francés de segundo uso. A pesar de tener un grado alcohólico alto, de 14,5% vol. es un tinto pleno de fruta madura y con una textura fluida que da sensación fresca en la boca. La bodega estima que su longevidad se alargará hasta, al menos, 10 años en la botella. Se elaboran poco más de 1000 botellas de este vino- testimonio del cambio, que muestra que mirar atrás con el conocimiento presente puede albergar la forma de encontrar soluciones para el futuro de nuestra vitivinicultura.

 

PVP: 47€

 

 

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