Apuesta por lo local
La DO Rueda incorpora la variedad cenicienta, recuperada por el viticultor Javier Sanz hace más de 20 años

La DO Rueda incorpora esta variedad tinta, recuperada por el viticultor Javier Sanz hace más de 20 años, y suma la bruñal como variedad secundaria. Redacción Sobremesa
Se trata de una uva descubierta en un viñedo de los Arribes, rescatada y plantada en un viñedo prefiloxérico que el viticultor Javier Sanz tiene en La Seca (Valladolid), llamado Finca Saltamontes. Allí fue donde desarrolló esta variedad hace ya más de dos décadas, en las que ha ido trabajando con ella para conocer sus posibilidades enológicas. “Este es un momento histórico tanto para nuestra bodega como para la Denominación de Origen Rueda. La inclusión de cenicienta no solo pone en valor el trabajo de recuperación de variedades autóctonas, sino que también destaca el potencial enológico de nuestra región", comenta el viticultor, fundador de la bodega que lleva su nombre.
En 2015, Sanz estrenó el primero de los vinos de cenicienta dentro de la llamada Colección V, en una etiqueta que lleva el nombre de Colorado, y que hacía referencia al nombre con el que se la conoció en origen, “verdejo colorado”, aunque finalmente se descartó en aras de su apelativo definitivo, que hace referencia al tono ceniciento que adquiere el viñedo plantado con esta variedad. Sanz explica que “Colorado es el reflejo de nuestra dedicación a la innovación y el respeto por la tradición vitícola” y se muestra satisfecho con la inclusión de la uva en la DO, para que “más personas puedan descubrir la singularidad de esta uva a través de nuestros vinos”.
Sanz también ha conseguido que otra variedad con la que trabaja desde hace años, la bruñal (que se encuentra también en zonas como Cigales) se reconozca en la DO Rueda como tinta secundaria en la actualización de su pliego de condiciones. Hace más de diez años lanzó también un vino singular elaborado con una verdejo casi extinta, la malcorta, una uva blanca de corte rastrero que debe su nombre a la dificultad para vendimiarla.
Sanz lleva décadas investigando con estas y otras variedades en su propiedad, que supera el centenar de hectáreas, entre las que también se cuentan viñedos prefiloxéricos y con más de 150 años.