Desde más allá de las columnas de Heracles

El vino de la semana: Atlántida Annius 2020

Viernes, 04 de Octubre de 2024

El de esta semana es un vino que habla de fragilidad y resurgimiento, de curiosidad y de historia, a través del empeño de un productor por evitar que se olvide parte del patrimonio vitícola del Marco de Jerez. Raquel Pardo

En alguno de sus relatos, el filósofo griego Platón narra la existencia de una tierra de esplendor incomparable: la Atlántida. Una isla donde la riqueza y el conocimiento florecían, donde la armonía entre el hombre y la naturaleza alcanzaba su máxima expresión. Pero una sola noche fatídica bastó para que esta civilización magnífica fuera engullida por el mar, desapareciendo sin dejar más rastro que las leyendas que han perdurado a través del tiempo. La Atlántida se convirtió en símbolo de grandeza perdida, de tesoros y saberes sumergidos en el olvido, recordándonos la efímera naturaleza que puede alcanzar hasta a las más gloriosas creaciones humanas.

 

Platón situaba la isla delante de las columnas de Heracles, un punto que, trasladado a hoy, correspondería, aproximadamente, con el Estrecho de Gibraltar. Es posible que ese mismo cielo que cubrió durante un tiempo la mítica isla albergue hoy más de una historia de recuperación, en este caso, de un patrimonio vitícola que no debió perderse.

 

Y uno de los protagonistas de esa historia, una suerte de luchador que, poniéndose poéticas, podría tener algo de guerrero de Atlántida, es Alberto Orte quien, aunque madrileño de nacimiento, es jerezano de adopción (y afincado en El Puerto de Santa María), una tierra donde ha encontrado parte de su razón de ser en el mundo del vino. Hombre de acción, ha recorrido diversos territorios vitícolas explorando antiguas formas de elaborar, y se ha encontrado con un Marco de Jerez que, por qué no, podría ser su Atlántida particular, un lugar en el que sumergirse para encontrar joyas que parecían perdidas, una auténtica civilización varietal que la filoxera había dejado prácticamente arrasada. Adentrándose en textos como el de Rojas Clemente, descubrió que en el Marco convivían hasta 50 variedades prefiloxéricas distintas y durante años, en una parte de las 27 hectáreas que forman su propiedad en el Pago de Añina, se dedicó a recuperar algunas de ellas, creando un “campo madre” con un total de 26 uvas diferentes, que comparten suelo con plantaciones de la reina blanca de Jerez, la palomino fino. Orte tiene también, sin embargo, clones de una de sus parientes, la palomino de Jerez, y es con ellas dos con las que elabora su línea de vinos generosos porque, comenta, “la palomino te pide flor”.

 

El cultivo ecológico y la poda en vara y pulgar, tradicional en una zona que el productor considera muy volcada en la viña y su cuidado y un sistema que, además, respeta los flujos de savia y contribuye a la salud de las plantas, forman también parte de su modo de entender la vitivinicultura.

 

Orte fue el primero en elaborar un vino blanco de Cádiz con la variedad vijiriega blanca, llamado Atlántida, fruto de ese empeño casi arqueológico por recuperar variedades perdidas; pero ha seguido construyendo en esta línea un ecosistema vínico donde contar esa labor de recuperación.

 

Su tinto más reciente, Atlántida Annius, es el vino de esta semana, un vino que rinde tributo al antiguo nombre con el que se conocía la pedanía donde está el pago de Añina, y que pudo pertenecer a la familia romana así llamada. Orte cuenta que era un lugar donde también se fabricaban tinajas, precisamente, un recipiente rescatado del olvido que ha logrado mucha popularidad para la crianza de vinos.

 

Annius se compone de ocho variedades entre las que hay vijiriega tinta, tintilla, palomino negro o melonera (Sí, en Jerez también hay variedades tintas) y alguna que otra variedad blanca. En su primera añada en el mercado, la 2020, tiene unos bonitos matices florales de lilas y violetas en la nariz, a los que se suma la fruta azul, los arándanos, las moras. En la boca es fluido, maduro, sabroso, salino, con tanino presente que terminará por pulir.

 

Cuenta Platón en Timeo: “Pero después ocurrieron violentos terremotos e inundaciones, y en un solo día y una noche de desgracia, toda vuestra raza guerrera fue tragada por la tierra, y la isla de Atlántida desapareció en las profundidades del mar." Y es que algo tan grande como una civilización entera puede perderse de forma repentina, y la recuperación, si es que se puede salvar algo, lleva tiempo, paciencia y tesón. Orte, como otros productores que lo acompañan en esta gesta, lo sabe bien desde que empezó a recuperar variedades en 2007.

 

Como también decía el filósofo griego: “El comienzo es la parte más importante de la obra”.

 

Amén.

 

PVP: 65,30€

 

 

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