La avenida gastronómica
Comer en Broadway
Los mejores productos del mundo, ya sean orgánicos, de precio inalcanzable o procedentes de cualquier parte del mundo pueden adquirirse en una calle neoyorquina que concentra una intensidad gastronómica casi imbatible: Broadway.
Enric CanutBattery Park está en el extremo sur de la isla de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, donde confluyen los ríos East y Hudson, el punto de salida de los ferrys hacia la estatua de la Libertad y el enclave original en el cual se fundó la primera colonia europea: el puerto de New Amsterdam. En una esquina, se enclava el Museo Nacional de los Indios Americanos (MNAI) que explica la historia de los diversos pueblos amerindios norteamericanos antes y durante su colonización. Y en este museo se aprecia lo que era Manhattan antes de la llegada de los primeros colonos holandeses, a principios del siglo XVII: para los nativos, simplemente “una pequeña isla” que es lo que significa Manahatta, como la llamaban.
Justo enfrente de la puerta del museo arranca Broadway Avenue. Una avenida de 33 kilómetros de largo –la más larga de la ciudad– que la atraviesa de sur a norte en una curva sinuosa, saliéndose de los mapas turísticos más elementales. La excepción a la regla de esta ciudad planificada de forma cuadriculada con números y letras.
Sencillamente, la traducción al inglés de breed weg o camino ancho, que es como la conocían los holandeses, y que no era más que un antiguo sendero de los indios algonquinos, los primigenios pobladores de la isla. Así se explica el origen de Broadway, sin duda el eje gastronómico más importante del mundo.
Upper West Side
Aquí se hallan, seguramente, las dos tiendas de alimentación con mayor relevancia en Nueva York. Se trata de Zabar’s y Fairway’s. En la esquina de Broadway con la 80 está Zabar’s, la tienda de delicatessen más antigua de la ciudad y que ha servido como referencia para el resto. Un negocio de origen judío, que fue fundado por Louis y Lillian Zabar en 1934. Lo que inicialmente era una tienda destinada a abastecer de productos kosher a la colonia judía de Nueva York, con los años, el paso de tres generaciones y el crecimiento desmadrado de Manhattan terminó convirtiéndose en la tienda más rutilante y lujosa de Norteamérica. Su espacio, de cerca de dos mil metros cuadrados, ocupa dos plantas y casi una calle en Broadway Avenue.
Desde sus inicios, Zabar’s se ha especializado en los ahumados, principalmente el salmón, y en los cafés que mezclan y tuestan cada día. Después se convirtió en el gran proveedor de caviar iraní de los ricos neoyorquinos, a quienes abastecía de blinis y crema ácida (cream cheese). Hoy en día, en Zabar’s encuentras de todo. Pero el tiempo no pasa en balde. La imagen de austeridad y eficiencia que debía tener en sus orígenes se ha convertido en anticuada y demodé. En la actualidad, ya no es el referente del Manhattan moderno y trepidante.
Fairway’s es otro mundo. Juega en otra liga. Desde sus inicios en la década de los 70 apostó por la modernidad más rabiosa. Entrar en Fairway Market, en Broadway con la 75, es descubrir la despensa del mundo en dos gigantescas plantas cuya fachada puede recordar los mercados parisinos de Saint-Germain. Dentro, en un espacio estrecho y abigarrado pero con secciones y pasillos bien diferenciados y una rotulación colorida con frases publicitarias divertidas, ácidas y punzantes, que recuerdan los cómics de la posguerra, pasearemos por la inmensidad de la oferta alimentaria que produce nuestro planeta.
Seguramente, el artífice de este éxito es Steve Jenkins, el seleccionador, comprador y alma mater del negocio. Un viajero a lo Anthony Bourdain que ya en los 80 había recorrido medio mundo en busca de lo más original y exótico. El año pasado Fairway’s abrió otro gran supermercado en el Upper East Side, en la 86 entre la 2ª y 3ª avenida. Se han aliado con un gran grupo inversor y quieren abrir hasta cien nuevos supermercados en cinco años por la costa oeste norteamericana. Negocios miméticos que facturen alrededor de mil millones de dólares anuales, ¡cada uno!
Al lado del primer Fairway’s, tocando a la 76, se halla Citarella, una pequeña pero maravillosa tienda gastro que contiene lo mejor de las tiendas traiteurs y rôtisseurs. Especializada en pescado fresco desde sus inicios, la barra de mármol blanco con más de quince metros de largo y decenas de dependientes cortando y sirviendo todo tipo de pescados y mariscos de medio mundo, es un espectáculo indescriptible. Lo más fresco de Manhattan se encuentra aquí.
Citarella se ha extendido por las zonas más caras y chics de Manhattan y sus alrededores: The Hamptons, Greenwich Village, Upper East Side. Bajando Broadway hacia Columbus Circle, en el nº 2008, nos encontramos con The Food Emporium. Un conjunto de 15 tiendas de medianas dimensiones y con una presentación clásica pero impecable. Una especie de “supermercado lujoso de barrio” que oferta platos japoneses preparados (sushis, sashimis, nigiris….) espléndidos.
Columbus Circle
Broadway toca la esquina suroriental de Central Park en Columbus Circle, en el meollo cultural y del espectáculo neoyorquino y cerca del Lincoln y Rockefeller Center. En esta plaza circular, se enclavan The Shops at Columbus Circle: una super galería de tiendas lujosas con dos grandes ofertas gastronómicas: Whole Foods y William-Sonoma.
Whole Foods Market es el no va más. El punto de referencia del presente y del futuro de las tiendas de alimentación. Una apuesta por la comida orgánica y saludable al alcance de todos los públicos. Un espacio donde encontrar productos locales o de cualquier parte del mundo, pero producidos de forma responsable y sostenible. Un proyecto ganador desde sus inicios en 1980, en una pequeña tienda de alimentación orgánica en Austin, Texas. Un ejemplo de que las tiendas ecológicas pueden tener futuro, como lo demuestran las más de 300 sucursales repartidas por Norteamérica, y ahora ya en el Reino Unido. La tienda en Columbus Circle es un remanso de paz: amplia, espaciosa, diáfana, tranquila, estética y ordenada. Un lugar que invita a comprar de forma civilizada y didáctica.
Justo encima de Whole Foods se halla Williams-Sonoma, el espacio culinario y gastronómico más chic de la ciudad: libros gastronómicos y recetarios para todos los públicos, utensilios y equipamientos para todo tipo de cocinas domésticas… ¡y clases de cocina en directo!
De Madison a Union Square
En Madison Square no solo se halla uno de los iconos arquitectónicos de Manhattan, el Flatiron Building, que por sí solo merece un desplazamiento y parada. Aquí se ha abierto el desembarco italiano en USA: Eataly o “Come y disfruta de Italia y de lo italiano”. La gran apuesta yanqui de Oscar Farinetti, dos años después de abrir su proyecto en Turín. Aliado con Mario Batali y Joe Bastianich, ha convertido una antigua tienda de juguetes en un gran mercado que tiene más de cuatro mil metros cuadrados y en el que se puede ver, probar, comer, comprar, sentir y gritar a la italiana.
Union Square es el Green Market. El gran mercado al aire libre de los granjeros de los estados de New York y New Jersey principalmente. El buque insignia de esa red de farm markets (mercados granjeros) que desde California se extendieron por toda Norteamérica en las décadas de los 70 y 80. La alternativa hippie y contracultural a la gran industria agroalimentaria americana. El kilómetro 0. El slow food a la americana. Una asociación potente con el apoyo del municipio neoyorquino.
Porque no solo hay green markets en Union Square, pero el mayor, más consolidado y potente, y que abre cuatro días a la semana (lunes, miércoles, viernes y sábado, de 8 a 18 horas) es este. Desde la cara sur de la plaza y entrando por la 14 hacia el río Hudson (7 East 14th), una pequeña tienda que vale la pena visitar por su amplia oferta y buen feeling: Garden of Eden Gourmet. Una pequeña cadena de cuatro establecimientos repartidos por barrios periféricos de New York (Chelsea, Brooklyn y North Harlem) sin aspavientos pero con una clientela muy local y fiel.
Soho
En la zona down de Broadway está el Soho, donde también hay dos buenas y diferentes ofertas de delicatessen: Dean & DeLuca y Gourmet Garage. Como explica su Web, “aquí comenzó todo en septiembre de 1977”. Efectivamente, el primer café de Dean & DeLuca se abrió en el Soho neoyorquino y, en poco tiempo, su modelo de café, bistrot y restaurante informal se extendió por las zonas más cool de la ciudad, hasta abrir la gran tienda y estandarte de su estilo y oficio que ha marcado una seña de identidad: un gran conjunto de tiendas gastronómicas con espacios definidos, identificados y separados entre sí que tienen vida propia. Está en el 560 de Broadway.
En las antípodas de este estilo se ubica Gourmet Garage, en el 453 de Broome St., cerca de Mercer St. Nunca mejor dicho, un garaje con estilo grunge y desaliñado pero de gran éxito y predicamento entre los frikies del Soho. Si quieres buscar productos exóticos y raros, este es el lugar. En apenas cien calles que atraviesa Broadway Avenue, se halla todo lo imaginable sobre el comer.