Escapada
Descubre Gante, la capital más “veggie” de Europa
Etiquetada en...

Convertida en un sugerente destino turístico, a su carácter señorial y su encanto estudiantil esta capital flamenca añade una oferta gastronómica con productos de cada vez mayor prestigio internacional. Álvaro López del Moral
Legendaria, cautivadora y, ahora, también vegana. Sin dejar de valorar la importancia de su patrimonio histórico, la orgullosa corte de Flandes Oriental no se duerme en los laureles y reivindica la solvencia de una vida nocturna propiciada por los más de 30.000 estudiantes que viven en la urbe; lo privilegiado de su situación estratégica, en la confluencia de los ríos Lys y Escalda, y el buen momento por el que atraviesa su escena gastronómica, basada en unos productos de calidad cuya cercanía y frescura han llevado hace algunos meses a los responsables de la organización internacional EVA (Ethical Vegetarian Alternative) a calificar esta localidad como la Capital Veggie de Europa. Todos estos argumentos podrían servir para situar a Gante a la altura de un destino turístico de primer orden si no fuera porque la visita a dicha población flamenca no necesita de más reclamos per se que los derivados de su propia configuración urbana: desde la imprescindible visita en la catedral al Cordero Místico, considerada la obra de arte más codiciada del mundo y sobre la cual pesa un historial de secuestros y robos digno de la mejor novela de detectives, hasta la subida a los 95 metros que coronan el campanario municipal, con unas vistas de impresión. Sin olvidar la visita al Castillo de los Condes –una apabullante fortaleza medieval situada en pleno centro–, el paseo por el siniestro Castillo de Gerardo el Diablo (hoy Archivo del Estado) y el repaso a la mezcla de estilos arquitectónicos que caracteriza al ayuntamiento; o el modernísimo Stadashal, un pabellón municipal para cuya edificación fue necesario realizar un controvertido plebiscito popular.
Sin embargo, las mejores vistas de Gante son aquellas que permiten darse cuenta de la importancia que tuvo en el pasado su carácter fluvial. Las calles Graslei (Calle de las hierbas y las hortalizas) y Korenlei (Calle del trigo) fueron durante la Edad Media los principales muelles de su viejo puerto y, por tanto, ejes de la mayor actividad comercial de la ciudad. En la actualidad ambas han ido expandiéndose y generando alrededor de sus canales una confluencia de preciosas casas de época, como la Gildenhuis van de Metselaars, o Casa de los Masones, y la Eerste Korenmetershuis, que fue el primer silo de la urbe; al igual que puentes de la talla del de San Miguel. En sus alrededores puede encontrarse un auténtico hervidero de cafés y pubs; la capital contabiliza 320 de estos establecimientos, repartidos por diferentes distritos. Los estudiantes y quienes desean algo de jaleo, suelen concentrarse en Overpoort Straat, al suroeste, o en Vlasmarkt, una plaza situada junto a la iglesia de San Jacobo. La oferta gastronómica es igualmente variada, con establecimientos de cualquier tipo. El epicentro de todos ellos lo constituyen los aledaños del Teatro Real Neerlandés, en la magnífica Plaza Sint–Baafsplein. Allí, uno encuentra desde locales sofisticados hasta pequeñas tabernas donde tomar una cerveza o un vino. Igualmente apetecibles son las calles cercanas al mercado de las flores que se encuentra junto al Palacio de Justicia, en Kouter; o el barrio de Patershol, considerado el verdadero corazón culinario de la villa, en el cual encontraremos toda suerte de especialidades: japonesas, thais, irlandesas… Sin embargo, cualquiera que sea su elección procure tener en cuenta que el jueves es el día oficial de la cocina vegana en Gante; así que, si esa es la fecha escogida para su visita, más vale que vaya olvidándose de los placeres carnales y prepárese a deleitarse con la excelencia vegetal de esta bonita ciudad, quimérica y frondosa.
Información turística: Oficina de turismo de Bélgica y Turismo de Gante
Agenda:
Para comer bienVrijmoed
Belfortf Stadsrestaurant Publiek Volta Queen Max
|
Delicias de gante
|
Para dormir Ghent River Hotel |
Para no perderse
|