Pucela Izakaya
Wabi Sabi
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Para vallisoletanos y visitantes amantes de lo exótico y de ir más allá de la cocina tradicional, este japonés es una apuesta felizmente arriesgada y satisfactoriamente asequible. Saúl Cepeda
Comedias, esquina Plaza Martí y Monsó.
Tel.: 983 353 233.
El contexto de un negocio define muchas veces la sorpresa que produce. Por más que muchos grandes chefs nos quieran hacer creer que la gastronomía reside solo en el mundo de las ideas, la realidad hostelera cotidiana suele venir determinada por la demanda y la viabilidad. Nadie esperaba una moderna izakaya –una taberna japonesa– en Valladolid, ciudad de enorme actividad culinaria, pero en la que priman sabores de referencia más patrios. Sin embargo se mueve. Una satisfactoria experiencia japonesa, y un 30 o 40% por debajo del cubierto medio que pagaríamos en Madrid o Barcelona en análogas circunstancias. La idea es de los hermanos González, promotores de Los Zagales, uno de los restaurantes más vanguardistas de esta capital; en feliz asociación con Mariola López, amante de la cultura nipona, sushimaid autodidacta, receptora de importantes aprendizajes tras sus estadías en japos celebrados. A su cargo están las dos plantas con interiorismo de Sandra Tarruella –diseñadora de cabecera del grupo Tragaluz– en las que, entre piezas de origami (papiroflexia) piscícolas, se despliegan una barra de tapas y un comedor, cuya carta tiene opciones suficientes para no dejar en fuera de juego a nadie: ramen, sopas, pollo frito karaage, ensalada de wakame, gyozas (dumplings) o korokke (una especie de croqueta); tártaros de atún de almadraba sin trampa ni cartón, aliñados con sutileza; algunos platillos para quienes tienen fobia a los crudos y, sobre todo, sashimi y sushi. Hosomakis, uramakis, nigiris, futomakis, originales rolls (algunos tempurizados) o tablas moriawase que combinan distintas piezas. Producto de buena calidad y un divertido respaldo de ingredientes habituales como el tobiko y la salsa de anguila (y otros algo menos, tales son las cremas o patés de trufa), sin invadir el sabor del conjunto, en su justa medida.
> Hay menús entre 21 y 25 euros, con la opción de ser maridados. P.M.: 30€.