Quinta temporada
Sublimotion Ibiza, la cocina emocional de Paco Roncero
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Paco Roncero es uno de los chefs más potentes del escenario culinario español. Con 27 años de trayectoria en La Terraza del Casino y aventuras empresariales en medio planeta, convierte el gesto de comer en un espectáculo. Raquel Pardo
Los inicios fueron relativamente humildes, convirtiendo su taller en una apuesta por la tecnología que permitiera embarcar al comensal en una verdadera experiencia global. Pronto, la originalidad de este taller emocional llamó la atención de múltiples inversores que le permitieron crear una propuesta todavía más impactante y realmente ambiciosa: llevar esta performance gastronómica a uno de los pocos mercados que permitiría sostener económicamente esa cena que podríamos denominar paradójicamente mileurista: Ibiza. El moderno hotel Hard Rock se convirtió en sede de la que se ha conocido como “la cena más cara del mundo”. Pero en Sublimotion no solo se cena, aunque por supuesto se cena… y muy bien. En su quinta temporada de andadura en la playa d’en Bossa, cerca de la capital, Paco inventa momentos que convierten cada plato en una experiencia, narra toda una historia que recorre a través de un menú, en el que ha contado con la colaboración de algunos de sus compañeros. Dani García, David Chang, Diego Guerrero, Toño Pérez y Paco Torreblanca elaboran algunos de los platos que componen la propuesta. Una experiencia única que aporta componentes nuevos y sorpresivos al placer gastronómico.
- Playa D’en Bossa s/n. San Josep de sa Talaia, Ibiza.
Sweet monster
Un camarero por comensal monta el pequeño monstruo creado por Bakea y endulzado por el repostero de postín Paco Torreblanca. Cada pieza que recrea la obra es un postre en sí mismo, animada gracias a la tecnología.
Huerto flotante
Si Paco Roncero ya nos sorprendió en las pasadas ediciones de Sublimotion con ese huerto inmenso cubriendo la extensa mesa, ahora delicadas peceras de cristal contienen sus exquisitas verduritas para desenterrar y mojar.
Del mar a Chaplin
Diego Guerrero interpreta con una vaca vieja, Kimchi y erizo de mar su plato dedicado a Charles Chaplin, emplatado en la suela de su inolvidable bota comestible. Por su parte, el marbellí Dani García crea un refrescante y punzante gazpacho con pimiento amarillo, aguacate, cilantro y concha fina sumergido en pleno océano.
El equipo
El sueño de Roncero pudo hacerse realidad gracias a la implicación de técnicos, artistas, actores, cantantes, ilusionistas y productores musicales. Para crear la experiencia Sublimotion 2018 ha contado con la actriz Iris Lezcano que nos conduce durante todo el espectáculo, la composición e interpretación de David Bisbal de un tema inédito creado solo para esta cena, el efectismo del ilusionista Jorge Blas o las ilustraciones de Bakea. Del ritmo es responsable el dj Wally López y la dirección musical corre a cargo de Alfonso G. Aguilar, que desarrolla un magnífico trabajo potenciando platos, situaciones y emociones. Junto a ellos, 23 profesionales del equipo de confianza de La Terraza que, cada noche y bajo la batuta de Roncero y su socio Eduardo Gonzales –director de Vega Factory–, elaboran, sirven y sorprenden con este menú para 12 comensales.
El viaje sensorial
Un todoterreno te espera a la puerta del hotel. Te llevan hasta la trastienda, esa puerta secreta que dota del adecuado misterio. Abrimos. Nos dan la bienvenida en la recepción de un antiguo motel. Unos snacks y un cóctel antes de “bajar” en un viejo montacargas a la sala. Hay cierta emoción, inquietud. Nos sentamos y la bellísima Iris nos guía por este viaje que pasea por el Teatro Real con la imponente voz de Bisbal, nos sumerge en el océano de aromas yodados y relajante sonido, y se descuelgan huertos flotantes del techo o nos trasladamos a Central Park para hacer un picnic. Llega la divertida parodia del menú de un avión entremezclado con la experiencia de la realidad aumentada. De repente, apareces en un cabaret y Jorge Blas hace magia con tus cartas. La fiesta sigue y todo se convierte en un ruidoso mercado de Bangkok. En los postres, Roncero remata con una obra de Bakea, Sweet Monster.
Festiva bacanal
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