Marketing de etiqueta
El diseño de las etiquetas de vino, una tarea esencial para diferenciarse

La comida entra por los ojos y el vino no es la excepción. Más allá de la calidad, la procedencia y todas las demás cualidades que un vino puede tener, es la etiqueta la que atrae y convence al público de adquirir un vino sin haberlo saboreado nunca. Carmen Martín Fernández
Por lo tanto, es importante diseñar una etiqueta de vino que haga justicia al contenido de la botella y no solo atraiga clientes, sino que sea lo suficientemente memorable para que estos sigan adquiriendo ese vino y reconozcan la marca que hay tras su elaboración. Para lograr este objetivo, a continuación, algunos consejos.
¿Qué mensaje puede transmitir una etiqueta para botellas de vino?
Las etiquetas de vino tienen la principal función de transmitir un mensaje al público. Este mensaje varía, dependiendo de la marca que lo produce. Lo primero es personalizar la etiqueta, incluir elementos del branding: logotipo, slogan, el nombre de la empresa, entre otros. Es importante, además, incluir el valor añadido del vino, ese que lo distingue de todos los demás que están en la repisa, y destacarlo lo más posible en la etiqueta.
Estos elementos en conjunto transmiten el mensaje de calidad, distinción y confiabilidad. De la misma forma, añadir una pequeña reseña del vino y su sabor puede despertar la curiosidad y las ganas de probarlo.
¿Por qué y cómo debe personalizarse una etiqueta de este tipo?
Incluyendo elementos del branding y el valor añadido del vino se logra crear una etiqueta de vino personalizada y distinguible; este es un factor clave para competir con todas las demás marcas que hay en el mercado.
Asimismo, es muy relevante utilizar los colores de la marca y el logotipo para la etiqueta en sí, en vez de optar directamente por el clásico blanco con letras metalizadas. Innovar en el diseño de las letras, los colores, las formas y la estructura de la información es un muy importante para, realmente, personalizar el producto.
La calidad de la etiqueta
Nada se puede dar por hecho, y mucho menos la calidad de tu etiqueta. Después de todo, es la presentación del vino que estás vendiendo. Es importante que sea un material resistente a la humedad, altas o bajas temperaturas y que no sea fácilmente manipulable.
La calidad se refleja al mantener tu estado original en el proceso de transporte, distribución y venta.
Desafíos y obstáculos en el diseño
Existen múltiples desafíos implícitos dentro del hecho de cómo diseñar una etiqueta de vino. El principal y más importante de ellos es el limitado espacio del que se dispone para transmitir al público toda la información publicitaria requerida. Varios de los desafíos son los siguientes:
- Gran impacto visual en un muy reducido espacio
- Análisis de la audiencia objetivo (mercado objetivo)
Al igual que otras ramas del diseño, el proceso de cómo diseñar una etiqueta de vino es un agente siempre cambiante. Anualmente, surgen nuevas tendencias de diseño que repercuten de forma notable en el mercado. Todo esto con la capacidad de desplazar anteriores formas de conectar con el consumidor. A raíz de este hecho, se concluye que cualquier marca que no posea un sólido y coherente asesoramiento perderá visibilidad.
Sin olvidar que la tradición o las políticas de las bodegas en ocasiones pesan enormemente sobre las decisiones de marketing, y algunas bodegas prefieren conservar sus viejos estilos, y en ocasiones se trata de decisiones acertadas ya que su prestigio y fama les permite pensar que poco tendrán que decir de nuevo a sus fieles clientes.
Conclusión: ninguna regla es fija para el diseño de etiquetas
No existe la verdad ninguna regla o parámetros específicos para crear o diseñar una etiqueta para una botella de vino, por lo que tienes amplia libertad creativa. Utilízala para crear una etiqueta que refleje tu propio estilo personal y que tenga coherencia con tu branding.
Recuerda que hoy en día la competencia es muy reñida y lo que tú estás buscando es diferenciarte, destacar entre la mayoría. Por esa razón, es importante que cuides el contenido que utilizarás, el lenguaje: aporta información relevante y un producto de calidad para motivar a tu público a recomendarte. Tu público jamás estará inspirado y motivado a fijarse en esa botella de vino si el diseño no es fresco, actualizado, innovador e interesante.